Cada cuatro segundos se diagnostica un nuevo caso de alzhéimer en el mundo. En nuestro país, más de 1,2 millones de personas sufren esta enfermedad y, si nada cambia, en 2050 se multiplicarán los casos. Para ayudarnos a no olvidar, la tecnología está dando pasos de gigante con el fin de paliar esta enfermedad que aún no tiene cura.

La inteligencia artificial, las pruebas digitalizadas o la aparición de técnicas para detectar las primeras alteraciones del cerebro son sólo algunos de los ejemplos de las innovaciones para prevenir y detectar esta enfermedad.

Sin embargo, en ocasiones es tarde para frenar su avance. Lejos de lo que se pueda pensar, la tecnología también está al servicio de aquellas personas para retardar los efectos derivados del alzhéimer: desde la pérdida de memoria, de vocabulario hasta los cambios de carácter.

Marina Plana tiene 21 años, pero su corta edad no le ha impedido crear una tablet con un software que retardase los efectos del alzhéimer. Pasó su infancia viendo cómo su familia cuidaba a su abuela, quien padecía esta enfermedad. El alzhéimer se llevó su memoria y, en muchas ocasiones, hizo que no recordase quién era su nieta. “Era muy duro, todos sufríamos viendo el estado en que se encontraba, físicamente presente, pero no psicológicamente. Así que decidí crear la tableta, que incorpora un software innovador y muy intuitivo, de manera que el usuario pueda utilizarlo sin dificultad”, cuenta su creadora a OKDIARIO.

Gracias al programa de emprendimiento Explorer impulsado por Banco Santander, en el que han participado más de 1.200 jóvenes emprendedores universitarios en su última edición, su proyecto pasará de ser un producto piloto a realidad. “Ser una de las finalistas del programa ha sido un sueño hecho realidad. Nunca imaginé que pudiera llegar a ser tan enriquecedor, tanto en la vida personal como para el proyecto. Aprendí mucho, tanto de los ponentes como de mis compañeros, porque no hay nada más importante que una segunda opinión, vista desde fuera”, explica Marina.

El programa Explorer forma parte del proyecto global de emprendimiento Santander X, que respalda y fomenta el talento emprendedor de los jóvenes en más de 10 países. Desde sus inicios, Explorer ha impulsado las ideas de más de 5.000 jóvenes en España y ha ayudado a generar cientos de empresas.

La experiencia ha sido tan buena para Marina que, actualmente, está trabajando para que en junio de 2019 pueda lanzar ReMind al mercado. El próximo mes de febrero, lanzará una campaña de crowdfunding con el objetivo de recaudar, como mínimo, 30.000 euros.

Cuatro programas

El aparato electrónico incorpora un programa dividido en cuatro ámbitos diferentes: ejercicio físico adaptado, actividades cognitivas, alimentación saludable y evaluación.

“El sujeto deberá realizar cada día las actividades propuestas de los tres primeros ámbitos: las actividades físicas adaptadas propuestas, las actividades o juegos cognitivos y llevar a cabo una alimentación saludable que, en función de las necesidades del paciente, se le diseña una dieta específica”.

A final de cada semana, se evalúa el progreso del paciente a través de un test basado en ejercicios de estimulación cerebral. “De esta forma, mediante la media que obtenemos cada semana, un gráfico nos muestra la evolución del sujeto semanal, mensual e incluso anualmente, pero también podemos ver las áreas donde presenta más dificultades o habilidades”.

La familia… lo más importante

La parte más innovadora y -la más bonita- de este proyecto reside en la importancia de la familia. La tableta también incorpora actividades de reconocimiento de sus parientes por imagen y por voz. “Aparecen, por ejemplo, los ojos de un sobrino y el paciente debe identificar a quién pertenecen. Del mismo modo, grabamos las voces de los familiares y amigos cercanos y deberá identificar de quién es la voz. Para ello, nos reunimos con los familiares; tomamos imágenes y grabamos sus voces antes de entregar el producto final”, apunta Marina.

No sólo da la posibilidad de recordar a las personas que sufren alzhéimer. La variedad de actividades permite estimular las áreas más afectadas por la enfermedad, realizando “un análisis 360º y reforzando sus puntos débiles: los primeros síntomas se basan en el déficit de memoria, desorientación en espacio y tiempo, dificultad para realizar tareas de la vida cotidiana, encontrar la palabra adecuada a la hora de hablar o escribir, colocación de objetos fuera de lugar, cambios de humor y personalidad, entre otros”.

ReMind no sólo se dirige a personas que padecen alzhéimer, también está orientada a personas que quieren reforzar su memoria y estimular su cerebro en profundidad sin necesidad de padecer ninguna enfermedad.

Su nombre ya inspira recuerdos. ReMind, que significa recordar en inglés, “ha nacido para mantener las mentes en constante movimiento y que no olviden».