Un Madrid muy madrileño: callejear, tapear y disfrutar

Cuando Madrid entra en ti, Madrid jamás se va. Es una conquista que no es progresiva, es un amor a primera vista, Madrid es uno de esos flechazos donde se dispersa cualquier indiferencia en sólo unos minutos.

De cara al verano, este año menos extraño que el anterior, descubrimos unos lugares muy madrileños donde disfrutar de un picoteo divertido, un desayuno sostenible y saludable, una decoración de diez y una música con la que degustar un cóctel sofisticado.

‘Dani’ en Four Seasons: empezar el día con unas súper vistas de Madrid

La acción de desayunar encierra un placer sin parangón, pero el tomar el sol en la terraza ‘Dani’–de Dani García– del Four Seasons Hotel Madrid te deja sin palabras. Es agradable, bonito y ¡tiene unos desayunos riquísimos con las mejores vistas de la ciudad para comenzar el día!

Sólo entrar en el hall de uno de los hoteles más lujosos de la capital ya merece la pena. Es luminoso, tiene una decoración imponente y está muy floreado. En esta ocasión, además, Four Seasons ha elegido para sus jarrones una de las flores más bellas de las disponibles: claveles de colores por todas partes.

Tras ello, debemos subir a la séptima planta y llegamos a la espectacular terraza donde Dani García –el chef de las tres estrellas Michelín–  ha puesto a disposición de los clientes una carta estupenda y, además, siempre disponible, sea la hora que sea. Omar Mallen, chef ejecutivo del Four Seasons Hotel Madrid, explica que el concepto que han creado “es muy especial porque tiene el encanto de una brasserie al modo Four Seasons”.

Mallen detalla, además, que todo comienza con el desayuno. “Tenemos una carta muy rica. Pero en esta ocasión hemos preparado una papaya rellena de granola y yogurt, un concepto muy natural, fresco y healthy, un aspecto que tenemos muy en cuenta en el hotel. Y, como algo más mítico de los platos de desayuno, tenemos unos huevos benedict a base de salmón ahumado y una salsa holandesa de alga nori muy visual y terminamos con un croissant de mantequilla hecho a la plancha relleno de cangrejo real”.

Al desayuno de la azotea de Dani con Four Seasons Hotel Madrid le sigue el servicio de comida y ésta, algo que es muy español, siempre se alarga. “Tenemos mucho tardeo, que es muy madrileño, con cócteles, música en directo y DJ. Y así podemos llegar hasta la cena”, comenta Mallen.

Hasta este espacio tan especial ubicado en la Plaza de Canalejas llegan clientes para disfrutar del sol y la carta de Dani García de todo tipo, desde familias y amigos hasta personas de negocios que cierran sus proyectos con las vistas de los tejados más especiales del mundo. “Está dedicado a una gran multitud de públicos, especialmente a los que en Madrid porque, a pesar de estar dentro de un hotel, nuestro flujo de gente con ello muy madrileño”, apunta el chef ejecutivo.

En definitiva, la azotea del Four Seasons Hotel Madrid es un homenaje a una de las ciudades más bellas, divertidas y fantásticas del mundo.

‘La Cantina Divina’: comida sostenible y ¡un corazón social enorme!

Nave María es una antigua carpintería de los años 60 ubicada el barrio de Tetuán que ha sido reconvertida en un lugar de encuentro y transformación donde se pueden hacer unas fotos preciosas, la presentación de un libro y comer divinamente.

Nave María, además, tiene un corazón enorme, y de ahí, justo de ese corazón espacioso ha nacido ‘La Cantina Divina’, un proyecto gastronómico precioso donde se combina la buena mesa –fresca y comprometida– con una labor socio-laboral ayudando a jóvenes en riesgo de exclusión a tener una formación, un oficio y un futuro.

“Es un proyecto de cocina solidaria, un Restaurante – Escuela de Cocina donde los chicos –de entre 16 y 23 años– que atienden en las mesas y están ayudando en cocina están en riesgo de inclusión. Así que nuestro objetivo principal es darles un futuro, una integración real, y para eso nos hemos encontrado en el camino con Cesal, una ONG que desde 2007 se ha hecho cargo de la gestión del CEIP de Tetuán y lleva trabajando en temas sociales desde los años 80”, explica Borja Zausen, uno de los creadores de Nave María.

‘La Cantina Divina’, tal y como cuenta orgullosa y risueña Marta Torán, otra de las fundadoras de Nave María, se llama así porque “todos los chicos que trabajan aquí son divinos”. Con respecto a la carta, asegura que “se puede comer de todo porque abrimos desde las 9,30 horas. Así que puedes tomar unas tostadas buenísimas con aguacate y productos frescos de agricultores de cercanía, una merluza con verduras, unos sándwiches buenísimos si quieres algo más rápido, hasta unas carrilleras con puré de patata o una hamburguesa vegana”, detalla.

Eso sí, uno de los platos de súper éxito de la carta es ‘El Felipe’: “Una hamburguesa en pan de brioche con carne mechada macerada durante horas. ¡Y todo bien caserito y pensando en la sostenibilidad! Nuestra carne viene de vacas de pastos felices, nuestras lechugas del huerto de Nave María y el pescado de Galicia. Cuidamos del planeta y de nuestro barrio, de Tetuán”.

Zausen, que confiesa que pasa el día allí, tiene claro que la reunión alrededor de la mesa es fundamental para las personas: “Ahora que nos podemos reunir de nuevo, que mejor que hacerlo en un sitio con esta luz, que da energía, con estos platos riquísimos y en un espacio con tan buen rollo y con tantísima historia”. “¡De verdad! Todo el mundo que viene aquí sale encantado, no sólo por el proyecto, sino porque la comida, con perdón, es cojonuda”, concluye Torán contentísima.

‘Manero’: un taberneo muy castizo con música estupenda

‘Manero’ es una taberna, o como lo llaman ellos, una “neotaberna” –decorada por el conocido interiorista Lázaro Rosa-Violán– donde poder tomar una tapa buenísima en la barra y en las mesas altas de la entrada. Se atisban un sinfín de vinos, vitrinas con ostras y caviar, y un vermú que hacen especialmente para los clientes de ‘Manero’.

Carlos Bosch, propietario y director de ‘Manero’, explica con orgullo que se trata de “un bar, y digo un bar y no otra cosa porque este sitio tiene la esencia de lo que nosotros, de toda la vida, hemos conocido como bares porque tiene una alta carga social. Ésta, sin duda, para mí es importante para la cultura de España en sí misma. Estamos hechos de reuniones en bares”.

Al entrar por la puerta de ‘Manero’, a apenas unos metros de la imponente Puerta de Alcalá, podríamos echarnos a bailar sin miramientos. Se van los pies sobre un suelo absolutamente enteselado venido de Milán, al modo más clásico de las domus romanas, porque desde que abres la puerta sólo suenan temazos. Quieres pedir un cóctel, un vino o lo sea menester para refrescarse del paseo del verano en el parque de El Retiro, que también pilla cerca, y acompañar el refrigerio con una tapa divertida.

En este sentido, Bosch detalla que en ‘Manero’ hay un concepto de tapa informal. “Un picoteo de bocados, no las tapas tradicionales (que también), sino tapas gourmet con las que disfrutar al máximo porque, más que tener hambre, lo que quieres es degustar”.

Un concepto agradable que, además, no se olvida de los platos tradicionales como los callos, las albóndigas, cordero, tortilla o su famoso bocadillo de calamares. También disfrutarán aquellos amantes de los quesos y los embutidos de calidad porque tienen una pequeña zona, montada como una chacinería antigua con un pequeño mostrador de madera y cristal, donde elegir un jamón de bellota y un buen aceite para tomar con el vino o el vermú.

Al final del establecimiento, además, hay un espacio dedicado a la coctelería donde poder tomar un preparado por un barman y sentarse a departir con amigos en mesas bajas.

En definitiva, explica este empresario, “venimos a recuperar ese orgullo de los bares de tapas para que tengan posicionamiento internacional y especial. Eso sí, también diré que no hemos hecho nada nuevo, sencillamente hemos recuperado lo que teníamos, pero lo hemos puesto en valor. Lo que buscamos es que la gente se lo pase bien, la gente ya no sólo va a comer, también va a socializar”.

Más información: www.turismomadrid.es