Desierto, expresionismo y fauvismo en Casa de Vacas están en el espacio expositivo ubicado en el Parque de El Retiro de Madrid hasta el 23 de junio. La obra de Jordi Díaz Alamà (Granollers, 1986) es una especie de explosión colorida que produce alegría, al plasmar muchos tonos en siluetas que nada tienen que ver con la realidad; es decir, una planta que –por ejemplo– a menudo es verde, puede ser representada en púrpura. Sin embargo, esta eclosión alegre se torna en algo extraña cuando vemos que los paisajes están vacíos de figuración, con algunas excepciones. Se percibe algo surrealista en sus lienzos.
La muestra se llama Vida y sueño, comisariada por Albert Font, y está formada por más de 60 obras inéditas que reflejan la forma en la que Alamà aborda el paisaje a modo de diálogo entre el sueño y la vigilia. Es realista, pero es abstracto. Es desierto: es bello, es seco.
Barcelona Academy of Art
Además de exponer, Alamà es una figura también comprometida con la educación y la formación de nuevos artistas. Por ello, es el fundador de la Barcelona Academy of Art; así como el actual director del MEAM – Museo Europeo de Arte Moderno, el primer museo de arte figurativo contemporáneo de España, con sede en Barcelona.
Se formó en Chinchón (Madrid) con el pintor Guillermo Muñoz Vera, considerado uno de los grandes maestros del realismo español contemporáneo. Y su obra ha dado la vuelta al mundo. En los últimos años, exposiciones como Clásicos Desollados, Inferno -Divina Comedia- o Red Studio le han situado en la vanguardia del arte figurativo. Mientras que su labor como docente, le ha convertido en un referente en la enseñanza de las artes tradicionales. En esta escuela no sólo da clases Alamà, sino otros artistas de reconocido prestigio en su disciplina, y otros que son invitados a seminarios y cursos esporádicos.
En Vida y sueño el paisaje es el protagonista, como ya lo fue para los artistas del Romanticismo a finales del S. XIX, que salían por primera vez al exterior, gracias, entre otros aspectos, a los nuevos tubos de óleos. Aquí el paisaje no está cerca de la realidad, no se acerca a una naturaleza fiel, sino a una fisionomía propia de los fauvistas, y donde el desierto toma protagonismo, al ser un espacio de reflexión espiritual.
El artista acompaña al espectador a través de sus cuadros a visitar lugares en los que perderse y quizás encontrarse, áridos parajes poblados de plantas y corales imaginarios e hipertrofiados que crecen sin freno, enterrando las raíces en el subconsciente. Al contemplar las composiciones más grandes, casi se puede entrar en ese mundo fantástico, sentir el viento del desierto, el sol infatigable sobre la piel, o escuchar los timbales del ritual iniciático retumbando en la cabeza.
En una época de enajenación pasiva, de automatización y de sequía espiritual, Alamà pone el foco en la paz del tiempo sin tiempo de los paisajes interiores, los sueños, que son el reino íntimo del alma. Es un desierto en el que crece una vegetación alucinada que desafía a la aridez y al viento. Múltiples cactus de ensueño de dulces espinas organizan las composiciones como chimeneas delirantes, abrazados por flores que rezuman poder, néctar con propiedades mágicas, alucinógenas.
Rituales de México y Centroamérica
Alamà alude a los ritos de las culturas del desierto de México y Centroamérica, a los viajes alucinados de los chamanes y los cazadores de sentido. En sus oasis convergen el descubrimiento del páramo psíquico y la celebración de su belleza.
Para atravesar estos desiertos oníricos, lugares del espíritu, Alamà se mueve esta vez entre la técnica clásica más refinada y un fresco desasimiento, entre el trazo calculado y el trazo vital no premeditado. Sobre el lienzo, conviven el óleo, la pintura acrílica, las ceras y los esmaltes. Vida y Sueño es un experimento conceptual y técnico que establece una dialéctica entre la vida interior espiritual y la vida exterior, material y plástica.
Desiertos oníricos
La colección de obras que presenta el artista bebe de distintas tradiciones. Desde la paleta de reminiscencias fauvistas y expresionistas o la pintura de Georgia O’Keefe y De Chirico hasta el surrealismo de Dalí o la iconografía de Miró.
Desde 2020 trabaja en una ambiciosa serie inspirada en el Infierno de la Divina Comedia de Dante, abordando temas contemporáneos a través de una estética clásica. Sus obras se encuentran en colecciones permanentes del MEAM y del Museo Can Framis, así como en colecciones privadas en Europa, EE. UU. y Australia.
La trayectoria de Alamà, como decíamos, está marcada por un compromiso con el arte como herramienta de transformación social y personal. Además de su práctica artística, Alamà es fundador y director de la Barcelona Academy of Art, una institución educativa creada en 2013 dedicada a la enseñanza del dibujo, la pintura y la escultura figurativa.
A través de este proyecto, Alamà ha contribuido a formar una nueva generación de artistas, consolidándose como una figura clave en la transmisión y renovación de las técnicas clásicas en el arte contemporáneo.