Claves y consejos para evitar el ‘jet lag’ en tus vuelos transoceánicos
Viajar, viajar, viajar y viajar más. ¿A quién no le gusta viajar? Conocer nuevas culturas, probar nuevos sabores, vivir experiencias… Salir de la rutina volando, literalmente. Coger un avión y decir adiós, dormirnos y despertar en un mar de nuevos colores y sensaciones… En resumen, no hay nada como viajar. Tulum, Tokio, Egipto, Cancún, San Francisco… Hoy en día podemos viajar a cualquier esquina recóndita del planeta en cuestión de horas y un billete. Sin embargo, en muchas ocasiones, sobre todo cuando se trata de cruzar el océano, nuestros husos horarios se descuadran, nuestro reloj interno se altera, lo que provoca el conocido jet lag. Acostumbrarse a la zona horaria requiere mucho más que paciencia y buena disposición, puede resultar tedioso e incluso durar días… Y es que no solo afecta a nuestras horas de sueño, sino que también puede suponer cambios en el ámbito intestinal y fatiga durante los días posteriores al viaje, entre otros síntomas. Sin embargo, tenemos buenas noticias: el jet lag puede combatirse. Hoy en COOLthelifestyle te damos las claves que necesitas para disfrutar de tus viajes transoceánicos sin padecer el tedioso jet lag… ¿Embarcamos?
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La disritmia circadiana, más conocida como jet lag, es la consecuencia de cruzar varios husos horarios. Se trata de un trastorno temporal del sueño en el que el reloj interno no está sincronizado con las señales horarias de tu destino: la luz, la oscuridad de la noche, la hora de las comidas.
Una de las principales consecuencias del jet lag es la imposibilidad de conciliar el sueño durante la noche: el ritmo circadiano, o biológico, del viajero, tarda en hacerse al nuevo huso horario. Y es que también supone cambios en el ámbito intestinal y fatiga durante los días posteriores al viaje, entre otros síntomas.
No existe una diferencia horaria exacta a partir de la cual un viajero pueda sufrir jet lag, sin embargo, muchos expertos afirman que se produce a partir de las cuatro horas de diferencia horaria. Todo esto dependerá del viajero, habrá quién lo sufra, habrá quién no.
Quedarnos dormidos durante nuestro primer día en Acapulco, ser incapaces de conciliar el sueño las dos primeras noches de unas vacaciones en Nueva York… ¡Qué tedioso es el jet lag! Sin embargo, con el equipo adecuado y la planificación, puedes adaptarte en poco tiempo e incluso olvidarte de él durante tus esperadas vacaciones.
Tips para adaptarte y/o evitar el jet lag
Oscuridad
Bloquear la luz es fundamental para conciliar el sueño. Si tu destino está a varias horas de distancia, usa gafas de sol y luego ponte un antifaz para dormir. Cuando el cerebro percibe la oscuridad, empieza a producir melatonina, la sustancia química que inicia el sueño.
Ponte cómodo
Utiliza todas las herramientas que puedas para hacer tu viaje más agradable y silencioso; una almohada, una hamaca para los pies para aliviar la presión en las piernas y la espalda durante un vuelo largo, auriculares con cancelación de ruido o tapones para los oídos…
Duerme con ella
Tomar melatonina, que también produce el cuerpo de forma natural, puede ayudarte a dormir durante el vuelo o en una nueva zona horaria.
Cafeína
Si el avión aterriza por la mañana o a primera hora de la tarde, una dosis de cafeína puede ayudar a aclimatarte. Lo mismo puede ocurrir con una comida a la hora habitual en tu destino.
Planifica con antelación
Puedes minimizar el jet lag ajustando la hora de acostarte, la exposición a la luz y la ingesta de cafeína unos días antes del viaje.
Cambia la hora del reloj y bebe mucha agua
Mentalmente, irás haciéndote a tu próximo destino y evitarás la deshidratación con las consecuencias que esta produce.
Siesta, ¡no!
Sea la hora que sea, es importante no dormir antes de la noche.