Relojes

El reloj de sobremesa que se inspira en los clásicos ‘roadster’ de mediados de 1960

Foto: L'Epee

La década de 1960 fue la época dorada para el rendimiento de los deportivos, el momento en el que las carreras de coches empezaron a despuntar. Para celebrar esta era dorada de las carreras, L’Epée 1839 presenta Time Fast II, un reloj de carreras V8 de pura sangre que replica fielmente gran parte de la tecnología y el diseño que hicieron que los coches de carreras de la década de 1960 fueran tan atractivos. De hecho, estas carreras de deportivos fueron las responsables de la reputación de pistas como Le Mans, Sebring y Daytona. Y no sólo eso, sino que consolidó la reputación de muchas marcas de automóviles conocidas y prestigiosas.

Foto: L’Epee
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Time Fast II está construido sobre un chasis H en aluminio, como los coches de carreras de entonces. El volante de tres radios (que marca la hora), está hecho como los de los deportivos reales. Del mismo modo, las ruedas de acero inoxidable con radios están meticulosamente diseñadas como las originales, y sus neumáticos de caucho están rellenos con una espuma especial para replicar la misma presión.

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El reloj se inspira en los clásicos roadster de mediados de la década de 1960 y, de acuerdo con la idea que hay detrás, el movimiento del reloj se encuentra (más o menos), donde estaría el motor.

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Es una edición limitada a 99 piezas por color y cada reloj tiene un precio de unos 42.000€

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La carrocería del Time Fast II es de aluminio, ya que en la década de 1960 el aluminio era el material de alta tecnología para los coches de carreras, como lo es hoy la fibra de carbono. Una carrocería de aluminio en un coche de este tipo ofrece una mayor relación potencia-peso, distancias de frenado más cortas y curvas más rápidas.

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Time Fast II presenta dos movimientos independientes, ambos con su propia fuente de energía. El primer movimiento está en la cabina y se encarga de mantener el tiempo. Las horas y los minutos se muestran mediante discos giratorios de acero inoxidable en los filtros de aire. El movimiento de 8 días está regulado por un escape visible de 2,5 Hertz en el ‘casco del conductor’ y accionado por un resorte principal visible en el asiento del pasajero.

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El segundo movimiento acciona el motor automático. Al girar la llave del tablero se enciende el motor, lo que hace que los pistones del V8 suban y bajen. Esta animación es completamente independiente del movimiento del tiempo.

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El reloj se da cuerda utilizando las ruedas traseras. Al dar marcha
atrás al coche (y al girar las ruedas traseras), se enrollan los cilindros del resorte real.

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