Vuelve el brazalete: grande, vistoso y combinado en varios
Si hay una pieza de joyería que se resiste a pasar desapercibida, ese es el brazalete en clave maxi. Este accesorio, que durante años quedó relegado a ocasiones muy concretas, vuelve con fuerza a las pasarelas, las calles y los looks de celebrities, consolidándose como un must have del armario de temporada. Y no lo hace de cualquier manera: viene cargado de historia, personalidad y un aire dramático pero elegante que lo convierte en el centro de cualquier outfit.
- Susana Cruz, autora del brazalete de la Reina Letizia
- Confirmamos que los brazaletes que se llevan son estilo maxi
- Los bolsos brazalete son la última tendencia en accesorios
El retorno del brazalete en clave maxi
El brazalete ancho tiene una historia más rica de lo que podría parecer. Sus orígenes se remontan a culturas antiguas: en Egipto y Mesopotamia, los brazaletes de gran tamaño eran símbolos de poder y estatus; en África, se utilizaban tanto con fines decorativos como rituales. Lo que hoy conocemos como brazalete retoma esa idea: no es sólo un adorno, sino una declaración de estilo.
Durante los años 80 y 90, las grandes casas de moda como Versace, Chanel y Yves Saint Laurent jugaron con esta pieza, asociándola a looks poderosos y femeninos. Tras unos años de discreción, el brazalete vuelve en todo su esplendor, actualizado y adaptado a los códigos contemporáneos.
Materiales que marcan tendencia
Una de las claves de esta temporada es la diversidad de materiales. Ya no se trata únicamente de oro o plata; los brazaletes en clave maxi se reinventan en resinas, metales martillados, madera lacada y hasta acrílicos coloridos. En pasarelas como las de Balmain, Paco Rabanne o Dior, se han visto piezas imponentes que combinan metal y cuero, o incluso cristales incrustados que juegan con la luz. La idea es atreverse a mezclar texturas y volúmenes, logrando un efecto visual impactante sin perder la sofisticación.
Con un brazalete XXL, menos es más. La pieza es tan llamativa que debe ser el punto focal del look. Para un outfit de día, puede acompañar un blazer oversize y jeans o un vestido minimalista, mientras que para la noche, un vestido de líneas limpias o un mono elegante permitirá que la joya brille sin competir con otros elementos. La tendencia actual invita también a mezclar metales y estilos, por ejemplo combinando un brazalete dorado ancho con anillos delicados en plata o incluso con otros brazaletes más finos, generando capas que den dinamismo sin saturar.
La pasarela como inspiración
En la última temporada, los desfiles han confirmado que el brazalete ancho no es una moda pasajera. Chanel, por ejemplo, presentó piezas inspiradas en sus icónicos códigos de joyería, combinando esmalte y perlas en volúmenes XL. Balmain apostó por el metal y la geometría, recordando la esencia guerrera y audaz del brazalete. Incluso las marcas más jóvenes, como Paco Rabanne, lo reinterpretan con cadenas y apliques futuristas, acercando la joya a un público que busca arriesgar y experimentar con su estilo.
El brazalete ancho no es sólo un accesorio; es una declaración de intenciones. Su regreso marca un guiño a la feminidad poderosa y a la libertad de expresión a través de la joyería. Esta temporada invita a arriesgar, mezclar y jugar con materiales, tamaños y combinaciones, dejando claro que en 2025, el detalle que más habla es el que abraza tu muñeca.
En definitiva, si estás pensando en invertir en una pieza de impacto, el brazalete en clave maxi es la elección perfecta. Porque más que acompañar un look, lo transforma, lo eleva y, sobre todo, lo hace inolvidable.