Un yate de expedición con dos piscinas en cubierta para grandes travesías
El astillero italiano Terranova Yachts ofrece a los amantes de la navegación, y la buena vida, mil y un motivos para poseer un yate con el que surcar los mares, en el que desconectar y reconectar con uno mismo. Su último proyecto que está en producción y se entregará en la primavera de 2015 es el más grande hasta el momento del fabricante. Se llama Terranova 41 en honor a los metros de la embarcación y destaca sobre todo por contar con dos piscinas, una en la proa y otra en la terraza. Nos adentramos en su interior para descubrir sus bellas instalaciones.
- Un ascensor de edificio instalado en este yate
- El estudio de Barcelona que ha revolucionado el diseño de yates
El fabricante Terranova Italian Yachts es relativamente joven. Nació en 2015 cuando el fundador, Massimigliano Zilioli, se hizo cargo de un antiguo astillero y lo amoldó a su filosofía: «Vivir el mar amándolo y en contacto con la naturaleza y los viajes».
Dispone de una capacidad para 12 invitados en seis camarotes, además de la suite del propietario en la cubierta superior con acceso privado a la terraza.
El barco cuenta con mucho espacio al aire libre, donde se encuentran dos piscinas, una en la terraza y otra adicional en la proa. A popa se ubica el club de playa con una escalera que baja a una plataforma de spa.
De expedición
El yate está propulsado por motores gemelos capaces de alcanzar una velocidad máxima de 19 nudos y tiene un rango de crucero de 3.000 millas náuticas a 13 nudos.
Dentro de la categoría de los yates de exploración, Terranova 41 es autosuficiente y está diseñado especialmente para expediciones oceánicas de largo alcance, en máximo lujo y confort. «Se trata de un barco capaz de ir prácticamente a cualquier parte del mundo», señala Massimigliano Zilioli.
Diseñado por Studio D’Aloia, Terranova 41 cuenta con un poderoso exterior de líneas redondeadas que fluyen sutilmente de proa a popa, acentuando su perfil.
Cuentan que para el diseño exterior se inspiraron en la belleza una ballena blanca. «Se trata de un majestuoso mamífero raro en la naturaleza, lo que hace que cualquier encuentro con esta criatura sea una experiencia especial», señalan responsables del estudio para explicar que esa misma sensación es la que querían trasladar a Terranova 41.