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Parece una nave espacial pero es el nuevo Rolls-Royce de más de medio millón

(Foto: Rolls-Royce)

Imagina un SUV que no sólo transporta personas, sino también sueños. Un vehículo que no es simplemente un objeto de lujo, sino una obra de arte rodante que refleja la admiración de una familia por el universo. Eso es el Rolls-Royce Cullinan Cosmos, una creación única que eleva el encargo a un nivel casi mitológico.

El Rolls-Royce inspirado en la Vía Láctea

Detrás de este modelo hay una historia con alma. El Cullinan Cosmos fue encargado por una familia, y sí, esto importa, que comparte con su hijo de cuatro años la fascinación por el cosmos. El proyecto nació de ese deseo de plasmar algo eterno: un automóvil que no sólo deslumbre hoy, sino que cuente una historia que trascienda generaciones.

Esa articulación entre la visión del cliente y el arte de Rolls-Royce se materializa en cada detalle. No es sólo un Cullinan más: es un one of one en el sentido más puro; una pieza única e irrepetible, en la que la marca no sólo personaliza, sino se permite explorar nuevas fronteras creativas.

(Foto: Rolls-Royce)

El Rolls-Royce Cullinan tiene un precio base que ronda los 280.000 €, aunque esta cifra puede aumentar considerablemente con el equipamiento opcional, superando con facilidad los 350.000 o incluso los 400.000 €. Sin embargo, esta edición especial, denominada Cosmos, va mucho más allá de esas cifras.

Exterior: luna, pintura y brillo sutil

A primera vista, el exterior del Cosmos ya advierte que estamos frente a algo especial. Se viste en Arabescato Pearl, un acabado perlado cuidadosamente elegido para evocar la luz lunar reflejada sobre un cielo oscuro.

Pero no queda ahí. Una línea gemela (twin coachline) pintada a mano en tono Charles Blue recorre los laterales, sumando elegancia artesanal y continuidad a la historia visual del coche.

(Foto: Rolls-Royce)

Y como detalle dramático, el clásico emblema Spirit of Ecstasy adquiere un plus: es iluminado, convirtiéndose en una suerte de estrella propia frente al capó.

Cuando la noche cae, el Cosmos ofrece una experiencia tridimensional: la iluminación exterior y los detalles pintados confluyen para intensificar la sensación de vehículo que pertenece al espacio.

(Foto: Rolls-Royce)

Interior: un cielo dentro del habitáculo

Si el exterior impresiona, el interior del Cullinan Cosmos deslumbra. Aquí reinan dos colores: Charles Blue y Grace White, aplicados a la piel de los asientos, costuras y piping contrastantes que delimitan y suavizan al mismo tiempo. El uso del contraste acentúa la sensación de escala, como si el interior flotara en un espacio contemplativo.

Las molduras Piano White aportan un matiz técnico, casi satelital, evocando superficies pulidas de sondas espaciales o paneles reflectantes. Pero el corazón emocional del Cosmos está arriba: el Starlight Headliner pintado a mano.

(Foto: Rolls-Royce)

Este es un logro sin precedentes en la historia de Rolls-Royce: antes, los techos estrellados se lograban con fibra óptica incrustada, pero aquí se ha pintado la constelación. Un artista interno de la marca se embarcó en un trabajo de más de 160 horas para recrear una interpretación poética de la Vía Láctea.

Para añadir misterio y profundidad, aplicó más de 20 capas de pintura acrílica, empleando pinceles finos (e incluso uno de maquillaje) para lograr nubes cósmicas y brumas que envuelven las estrellas. Después, cada perforación de fibra óptica se colocó a mano, sopesando su posición en función del arte subyacente, para que las luces no rompan la ilusión, sino la potencien.

(Foto: Rolls-Royce)

Motorización y esencia de Rolls-Royce

Detrás de esta construcción etérea late un alma completamente terrestre: el Cullinan Cosmos sigue siendo un Cullinan. Pertenece a la generación renovada del modelo (Series II), con cambios sutiles en diseño, equipamiento y tecnología, mantendo su motor V12 como núcleo indiscutible.

La versión base conserva su potencia habitual, mientras que la variante Black Badge entrega aún más energía (592 caballos, por ejemplo). Su plataforma sigue siendo la Architecture of Luxury, compartida con otros modelos de la casa y pensada para ofrecer un equilibrio entre robustez, refinamiento y modularidad.

(Foto: Rolls-Royce)