Ni Jeff Bezos, ni Nadal: el megayate de 150 millones del magnate del lujo que impone en el GP de Mónaco
El Gran Premio de Mónaco va cobrando forma y sus calles toman color este fin de semana con la celebración de una de las competiciones de Fórmula 1 más destacadas de la temporada. Para los amantes del motor, esto es todo un hito y la carrera promete, ya que la representación española viene en el top 10 con Fernando Alonso y Carlos Sainz en sus respectivos equipos. Al margen de esto, Puerto Príncipe también cobra vida, puesto que algunos de los yates más lujosos del mundo se han dado cita para ver las carreras desde su cubierta, mientras descorchan una botella de champagne. Muy inesperado, ha llegado uno de los yates más imponentes, que pertenece a Bernard Arnault.
El propietario del conglomerado de lujo más grande del mundo cuenta en su propiedad con un yate que no tiene nada que envidiar al de Jeff Bezos o Giorgio Armani. Aunque no se ha confirmado que el magnate vaya a bordo del navío que ha atracado en Puerto Hércules, para el que también es copropietario de la Fórmula 1, es una de las fechas más señaladas en su calendario.
- El yate de 105 millones de euros diseñado por Giorgio Armani zarpará a finales de año
- El McLaren de casi 4 millones aparcado en un megayate para el GP de Mónaco
Lo primero que hemos de mencionar es que este diseño rompió récords, ya que es el primer barco de Feadship de más de 100 metros. Fue creado en 2015 por el astillero holandés y es una obra maestra que cuenta con un diseño exterior ejecutado por el renombrado Tim Heywood. Su magnitud nos muestra seis cubiertas, desde las que se puede ver el Gran Premio de Mónaco, pudiendo alojar hasta 20 huéspedes, divididos en sus ocho lujosos camarotes, además de 38 personas de equipo.
También se han encargado de cuidar el interior, que ha sido ejecutado por Zuretti Interior Design. Sus paredes se recubren con paneles de madera clara y se acompañan por muebles elegantes, en los que destaca el blanco y algunos toques con azul para emular el mar, con detalles en oro que visten la experiencia y así se respira el lujo que pretende. Las estancias comunes dan fe de ello y es que puedes encontrar paneles que reproducen imágenes adaptadas a la experiencia, rodeadas por una imponente escalera y vestidas por una increíble colección de arte.
Las comodidades de su exterior no se quedan atrás. Se puede encontrar una infinity pool creada en cristal, al aire libre, e incluso una cubierta privada de uso exclusivo por Bernard Arnault, con sauna, terraza con jacuzzi, un centro de bienestar, club de playa e incluso un tee de golf emergente con pelotas biodegradables.
El ocio en el exterior del navío también está servido y es que está equipado con inflables, un tobogán, motos de agua y seabobs, que son aparatos a motor que te permiten bucear e ir más rápido bajo el mar.
Impulsado por motores MTU, el Symphony puede navegar a una velocidad máxima de 21 nudos, haciendo una entrada grandiosa entre los demás yates que están listos para ver el Gran Premio de Mónaco. Se nota que el quinto hombre más rico del mundo sabe perfectamente ejecutar el concepto del lujo y lo ha conseguido en este imponente navío que cuesta 150 millones de euros.