Zuckerberg invierte 180.000 millones en su IA y ficha cerebros de Apple con cheques de 91 millones
Mark Zuckerberg ya no quiere sólo dominar el presente digital. El CEO de Meta tiene la mirada puesta en el futuro más ambicioso: la superinteligencia. Y para lograrlo, está dispuesto a invertir cantidades que no se ven ni en Silicon Valley todos los días. Hablamos de «cientos de miles de millones de dólares», o lo que es lo mismo: más de 180.000 millones de euros, una cifra que multiplica los presupuestos anuales de muchos países europeos y supera con creces la capitalización de empresas del Ibex 35 como Inditex.
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La superinteligencia (una inteligencia artificial con capacidades cognitivas superiores a las humanas) es, por ahora, una aspiración de ciencia ficción. Pero si hay alguien decidido a convertirla en realidad es Zuckerberg, que ha anunciado la creación de un supercúmulo (una red de computación masiva destinada a entrenar modelos avanzados de IA) que entrará en funcionamiento en 2026. Su nombre: Prometheus. Como el titán que robó el fuego a los dioses, este centro de datos promete encender una nueva era tecnológica.
Y Prometheus no estará solo. Meta construirá varias instalaciones similares (la siguiente se llamará Hyperion) y algunas de ellas, como la de Luisiana, alcanzarán los 5 GW de potencia, con una extensión comparable a la isla de Manhattan. Este despliegue no sólo es descomunal en escala física: lo es también en ambición.
Fichajes galácticos y cheques XXL
Para construir este ecosistema de superinteligencia, Zuckerberg ha activado una ofensiva sin precedentes en el mundo del talento tecnológico. Según fuentes del sector, Meta está ofreciendo bonificaciones de hasta 100 millones de dólares (unos 91 millones de euros) para fichar a los mejores ingenieros de inteligencia artificial. Y está logrando resultados: recientemente ha incorporado a Ruoming Pang, antiguo jefe del área de modelos de IA de Apple, y ha captado a tres investigadores clave de OpenAI.
Pero el golpe maestro es la adquisición del 49% de Scale AI, la startup de Alexandr Wang, por la que Meta ha pagado 14.300 millones de dólares (unos 13.000 millones de euros). Wang, que se convirtió en multimillonario a los 21 años, dirigirá ahora uno de los nuevos laboratorios de IA de Meta. Su misión: liderar el desarrollo de una Inteligencia Artificial General (IAG) y sentar las bases del sistema que podría superar la inteligencia humana.
Zuckerberg no se anda con rodeos: «Estoy formando el equipo más selecto y con mayor talento de la industria». Meta ya no compite solo en redes sociales, sino en la carrera por el cerebro artificial más poderoso del planeta.
¿Inversión o locura de Zuckerberg?
Con una inversión que podría superar el presupuesto anual de países como Grecia o Portugal, la apuesta de Meta abre el debate: ¿es una visión estratégica o una maniobra arriesgada? Lo cierto es que otras grandes tecnológicas como Microsoft, Google o Amazon también están invirtiendo en inteligencia artificial, pero ninguna ha anunciado cifras ni estructuras tan descomunales como las de Meta.
Mientras algunos expertos advierten sobre los peligros éticos y sociales de desarrollar una IA superior al ser humano, otros ven en esta iniciativa la clave para desbloquear avances científicos, médicos y económicos sin precedentes.
Lo que está claro es que Meta quiere liderar no sólo el metaverso, sino también el futuro de la inteligencia. Y si para ello hay que levantar centros de datos del tamaño de ciudades, fichar a los genios de la competencia y quemar decenas de miles de millones de euros, Zuckerberg está más que preparado para hacerlo.