24 horas en San Sebastián: un hotel boutique y los mejores restaurantes
San Sebastián es una ciudad que enamora al instante. Su elegancia atemporal, su gastronomía sin rival y su entorno natural la convierten en un destino capaz de hacer que el tiempo se detenga. Aunque 24 horas parecen pocas para disfrutar de todo lo que ofrece, si se eligen bien los lugares y los momentos, pueden convertirse en un viaje inolvidable.
En esta escapada exprés, te propongo un recorrido perfecto: un hotel boutique con encanto, un desayuno gourmet, un paseo por la ciudad, un almuerzo en alguno de los templos gastronómicos de la zona, una tarde de relax junto al mar y, por supuesto, una ruta de pinchos por la mítica Parte Vieja, con una parada final en la mejor tarta de queso del mundo. ¿Listo para descubrir el San Sebastián más auténtico en solo un día? ¡No te pierdas nuestras recomendaciones!
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24 horas en San Sebastián
Hotel Arbaso: el refugio perfecto en San Sebastián
La experiencia en San Sebastián merece empezar con el alojamiento ideal, y el Hotel Arbaso es una elección insuperable.
Este hotel boutique de cuatro estrellas, ubicado en un elegante edificio histórico, combina a la perfección la esencia clásica de la ciudad con un diseño contemporáneo y un servicio excepcional.
Situado en el centro neurálgico de San Sebastián, en la Calle Hondarribia, el Arbaso permite explorar la ciudad a pie sin renunciar a la tranquilidad y al confort.
La Catedral del Buen Pastor está a solo unos pasos, al igual que las exclusivas tiendas de la Avenida de la Libertad y el paseo de La Concha, lo que lo convierte en el punto de partida perfecto para descubrir la ciudad.
Pero más allá de su ubicación privilegiada, lo que hace especial al Arbaso es su atención al detalle y su capacidad de hacer que cada huésped se sienta en casa.
Desde que cruzas la puerta, el aroma a madera y lino impregna el ambiente, creando una sensación de calidez y exclusividad.
Las habitaciones: espacios de paz y sofisticación
Cada habitación del Arbaso es un refugio diseñado para el descanso. Decoradas con materiales nobles como madera de roble, piedra natural y tejidos en tonos neutros, transmiten una sensación de armonía y elegancia.
La ropa de cama es de lino y algodón orgánico, y las almohadas han sido cuidadosamente seleccionadas para garantizar el mejor descanso.
El baño es otro de los puntos fuertes: duchas de efecto lluvia, toallas de algodón grueso y amenities prémium convierten este espacio en un pequeño spa privado.
Algunas habitaciones, además, cuentan con vistas a la catedral, creando un marco incomparable.
Un hotel con historia y huéspedes ilustres
Gracias a su discreción y su encanto, el Hotel Arbaso ha sido elegido por personalidades del mundo del cine, la moda y la gastronomía, especialmente durante el Festival de San Sebastián, cuando las estrellas buscan un lugar exclusivo pero acogedor.
Aunque la lista de huéspedes ilustres se mantiene en la confidencialidad, su nombre ya resuena como uno de los favoritos para quienes buscan lujo sin ostentación.
Sin duda, este hotel no es solo un lugar donde dormir: es una experiencia en sí misma, una estancia donde cada detalle está pensado para hacer que el viajero se sienta especial.
Desayuno en Narru: sabor y producto de mercado
Dentro del Arbaso se encuentra Narru, el restaurante del chef Iñigo Peña, un nombre que resuena con fuerza en la escena gastronómica donostiarra. Su cocina se basa en el respeto absoluto al producto de mercado, con platos que ensalzan la materia prima sin artificios.
El desayuno en Narru es un homenaje a los sabores locales. Desde opciones clásicas como croissants recién horneados y tostadas de pan artesano con tomate y AOVE, hasta propuestas más elaboradas como los huevos camperos con txistorra o jamón ibérico.
Para los amantes del dulce, su yogur casero con miel y frutos secos es un imprescindible. Con un café de especialidad en la mano y el aroma a pan tostado en el aire, es el mejor comienzo posible para un día en San Sebastián.
Paseo por el centro o Monte Igueldo
Después del desayuno, toca elegir entre dos planes igualmente recomendables.
- Opción 1: nada mejor que un paseo por La Concha, el emblema de San Sebastián y una de las playas urbanas más bellas del mundo. Desde el Peine del Viento hasta el Ayuntamiento, el paseo marítimo ofrece una de las vistas más icónicas de la ciudad: la bahía con la Isla de Santa Clara en el centro y el Monte Igueldo al fondo. Las famosas barandillas blancas, el sonido de las olas y la brisa marina hacen de este recorrido una experiencia única.
- Opción 2: subir al Monte Igueldo, un clásico que nunca decepciona. El histórico funicular, en funcionamiento desde 1912, nos lleva hasta la cima, donde nos esperan las mejores vistas de la Bahía de La Concha. Desde allí, la panorámica es sencillamente espectacular.
Comer en Portuetxe o Saltxipi: tradición y producto
Para comer, toca decidir entre dos templos gastronómicos:
- Portuetxe, el arte de la brasa: ubicado en un caserío con más de 300 años de historia, Portuetxe es sinónimo de asado vasco en su máxima expresión. El chuletón madurado y el rodaballo a la parrilla son sus grandes estrellas, cocinados con maestría en sus brasas de carbón.
- Saltxipi, el paraíso del marisco: si prefieres mariscos y pescados, Saltxipi es la elección perfecta. Su centollo fresco, su bogavante a la plancha y su rape al horno han convertido este restaurante en un referente en la ciudad.
Ambas opciones garantizan un almuerzo de categoría, con productos de primera calidad tratados con el respeto que merecen.
Relax en La Perla Talasoterapia
Para continuar el día, nada mejor que un momento de relajación en La Perla, el icónico centro de talasoterapia frente a la playa de La Concha. Su circuito de piscinas de agua de mar, con chorros de hidromasaje y saunas con vistas al océano, es una experiencia única.
Un masaje relajante con aceites esenciales pone el broche de oro a esta pausa de bienestar.
Ruta de pinchos en la Parte Vieja de San Sebastián
La tarde-noche nos lleva a la Parte Vieja, donde nos espera una ruta de pintxos legendaria:
- Atari: carrillera con puré de patata.
- La Cuchara de San Telmo: cochinillo confitado o foie a la plancha.
- La Cepa: bocata de jabugo o ravioli de pato.
- Gandarias: pintxo de solomillo.
- Bar Sport: hamburguesa de entrecot o pintxo de foie.
- Borda Berri: costillas al vino tinto y kebab de cordero.
- Txepetxa: cualquier pintxo de anchoa, elijas el que elijas, acertarás.
Acompañados de un buen txakoli en cada parada, esta es la forma más auténtica de vivir San Sebastián.
El último bocado: tarta de queso en La Viña
Y para terminar, el postre más icónico: la tarta de queso de La Viña, cremosa, suave y con el equilibrio perfecto entre dulzura y acidez.
Con este último bocado, nos despedimos de San Sebastián, una ciudad que, incluso en solo 24 horas, logra dejar una huella imborrable.