Recorremos la más alta de las Rías Bajas gallegas: playas infinitas, gastronomía exquisita y gótico marinero
Es la más alta y la más desconocida de la Rías Bajas gallegas. Ruta histórica de los peregrinos que llegaban y llegan por mar rumbo a Santiago de Compostela. Es la ‘Ría da Estrela‘, una ría formada por cinco localidades con mucho encanto: Muros, Noia, Outes, Porto do Son y Lousame. Cinco pueblos que dan forma a una estrella de cinco puntas, que es un geodestino muy cotizado de Galicia, más conocido como la Ría de Muros-Noia. Su litoral es el menos construido de las Rías Gallegas, «el más virgen», dice Montse Paris de la asociación cultural ‘Auga e Sal’ a COOL.
Dos lugares: Muros al norte, escondido a los pies del Monte Louro y Porto do Son al sur con su Castro de Baroña dan la bienvenida a esta hermosa y tranquila ría gallega, la ‘Ría da Estrela‘. Montse Paris, de la asociación cultural ‘Vila de Auga y Sal’, coordina un proyecto para potenciar la «cultura marinera y religiosa que impregna toda la ría».
«Esta ría tiene un litoral con poco cemento y playas salvajes, es muy accesible. Este lugar, por ejemplo, el Castro marino de Baroña es de los más visitados, un tesoro arqueológico que abre la ría en la zona sur y está frente al Monte Louro, la otra punta».
Y en el interior, también hay belleza. Las aguas del río Tambre -que dividen dos concellos- en su salida al mar son el hábitat en el que se crían las sabrosas y típicas almejas y berberechos, motor económico de los pueblos cercanos. De los mejores de Galicia.
Muros y Noia, dos pueblos singulares cuyos orígenes se remontan a la Edad Media. Ambos conservan un casco histórico, que recuerda su pasado señorial ligado al mar y a la piedra, salpicado de casas blasonadas, calles porticadas, iglesias y plazas de belleza serena, como son sus habitantes, gente del mar, en su mayoría.
«Es una ría que está de moda. Hay ambiente, pero de momento tenemos bastante tranquilidad»
Muy cultural
Sus calles empedradas son perfectas para callejear y descubrir retazos de su historia. Como por ejemplo, la Colegiata de Santa María en Muros, -que ya no lo es-, y tiene una serpiente en una pila de bautismo tallada en piedra, que es única. Destaca su torre barroca del XVIII y el gótico marinero (el interior es como una quilla de barco invertida) del XV, típico sólo de Galicia y de Normandía.
«Yo trabajo para fomentar el rico turismo cultural de esta zona: el patrimonio civil y religioso entendido desde la lengua,la gastronomía o las costumbres hasta el paisaje y la cultura marinera que impregna todo en todas partes. La huella de los marineros está en todo», explica Montse Paris.
La inmensidad de la Ría se contempla en todo su esplendor desde A Enxa, el mirador de Porto do Son a mas de 500 metros de altura.
No importa que esté el cielo encapotado ni siquiera que caigan suaves gotas de lluvia, porque la belleza del lugar es tal, que encandila.
Las playas enormes como Area Mayor, Las Furnas, o Aguieira son grandes arenales blancos convertidos en objeto de deseo de los mejores surfistas. Playas grandes que conviven con pequeñas y recónditas calas.
En esta ruta por la ría, el ayuntamiento de Outes, con una belleza interior muy singular, hay que descubrir también las peculiares carpinterías de ribera, donde se construían en el siglo XIX los barcos de madera. Son típicas de esta zona y de hecho se conserva una de ellas como edificio convertido en museo, el astillero de Cibrán. Un astillero histórico intacto con todas las herramientas del siglo pasado.
Camino de Santiago
Desde el 15 de diciembre del año 2020, el Cabildo Catedralicio reconoció oficialmente el Camino de Santiago de la Ría de Muros-Noia como Ruta Jacobea por lo cual se establece el derecho a la obtención de la Compostela a los peregrinos que caminen por ahí los cien últimos kilómetros para ver al Apóstol .
Dicen que quienes fundaron esta ruta fueron los cruzados, verdaderos peregrinos y guerreros de fe que en el año 1147 iban de camino hacia Tierra Santa para reconquistarla. Que llegaron, con más de 200 barcos, al estuario del río Tambre y continuaron a pie hasta Compostela.
Este hecho histórico significó la primera gran peregrinación que se originó desde el mar. Unos años más tarde, en 1168, el rey Fernando II otorga a la villa de Noia el título de Portus Apostoli, es decir, un puerto a las órdenes de la Catedral de Santiago.
Muros y Noia, pueblos marineros
Muros fue fundado en la ladera del Monte Louro como un pueblo marinero protegido de de piratas y corsarios. Y sigue siendo un pueblo con todo su encanto marinero. Desde la cúpula de la torre barroca de su ex Colegiata se disfruta de una vista panorámica de vértigo de toda la ría. Hay visitas guiadas, de hecho para subir a la torre organizadas por Auga e Sal.
Y para dormir en Muros, el recién inaugurado Hotel Otantus es una magnifica opción: excelente interiorismo nórdico con fabulosas vistas a la ría.
La señorial y cercana Noia, medieval por excelencia, es un cogollo cargado de historia. Villa de veraneo de nobles, reyes y Papas. Sus piedras talladas dan fe de ello y su casco antiguo salpicado de pazos urbanos recuerdan su ilustre pasado .
Castro de Baroña
Otros pueblos con muchos encanto y buenas mesas son Puerto del Son y Portosín, típico por su pescado azul. Estos pueblos están localizados en la cara sur de la ría, rumbo al Castro de Baroña, uno de los más antiguos al borde del mar del mundo. Un tesoro muy visitado.
Gastronomía única
Visitar el Castro de Baroña es un buena ocasión para probar la sardina, el pescado estrella en Porto do Son. Un pescado que se está recuperando en esta ría, tras una larga época de escasez. El restaurante familiar Casa da Rella e Rosalía es muy recomendable.
Sus playas casi salvajes, su riqueza gastronómica y sus sus tesoros culturales únicos, como el arte gótico marinero, hacen de esta ría un desconocido paraíso que conviene visitar. Por no hablar de la magia de sus habitantes, siempre atentos, siempre disponibles.
«Esta ría es el mejor plan porque tienes todo: playa, montaña, paisajes, deportes, gastronomía y aún encima sin aglomeraciones», concluye Montse sonriente. Para merluza y marisco de la zona, el restaurante Pepe do Coxo en el puerto de Freixo en Outes es todo un acierto.
Playas turquesas
La playa de Ancoradoiro en Muros es un precioso arenal de mil metros que empieza en el Faro de Lariño y llega hasta otra playa única: Area Mayor, que junto con la laguna de Xelfas y el monte Louro forman un enclave único.
En Porto do Son, playas urbanas como la de Coira en Portosín o la del Cruceiro en Porto do Son; familiares como la de Broña en Outes o la de San Francisco en Muros y caribeñas como Aguieira.
Esta Ría nunca decepciona, ni en su costa ni en su interior. Una ruta única en España entre papeleras abandonadas o un puente colgante en sobre el Tambre. Sin excesivo hormigón y muy próxima al aeropuerto de Compostela, con surf, senderismo y sabrosos manjares que ayudan para disfrutar como nunca del tiempo libre.