¿Primera escapada de 2025? Estos hoteles de lujo en Galicia son perfectos
Con el comienzo de 2025 ya estamos pensando en todas esas escapadas que podemos hacer. Todavía nos quedan unos días para disfrutar y es una manera atractiva de volver a la rutina de forma más liviana. El norte siempre es buena opción para hacer este tipo de viajes, ya que sus parajes y sus vistas te encandilan, haciéndote ver la vuelta a la rutina con otros ojos. La primera escapada la vamos a hacer a Galicia y estos son los hoteles de lujo donde te puedes alojar.
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Hotel A Quinta da Auga
Rodeado por una finca de 10.000 m², sin duda es uno de los espacios con más encanto de la capital gallega. El edificio es una antigua fábrica de papel del S. XVIII que parece fusionarse con la naturaleza al ritmo del agua del río Sar, que serpentea por los viejos canales que rodean toda la propiedad. Este hotel ecológico se encuentra a las afueras de Santiago de Compostela y es uno de los lugares perfectos para los amantes de la naturaleza que busquen adentrarse en un cuento de hadas.
Sus habitaciones huyen del minimalismo. Abrazan un clasicismo elegante con papeles de pared, que se mimetizan con los tonos del espacio, creando una armonía perfecta. Su restaurante presume de una gastronomía tradicional gallega. Su spa natural, con sus verdes jardines y sus piscinas interiores, hacen que la escapada sea perfecta.
Hotel Faro de Silleiro
El circuito de hoteles de lujo en Galicia es bastante reducido y esta es la nueva incorporación. Esta en Baiona y es un espacio poco visto, ya que se encuentra en el interior de uno de los emplazamientos más míticos de las tierras gallegas. Muchos se lo preguntarán y la respuesta es sí, el faro sigue funcionando. Cada día se enciende y los huéspedes lo pueden vivir in situ, lo cual hace que su experiencia represente la palabra exclusividad en su pura esencia. El art déco se une a la historia del lugar, creando una atmósfera propia, bañada por los entornos verdes y el mar.
Mientras descansas en plena naturaleza, desde las habitaciones puedes parar a tomar un café por la mañana observando el amanecer y acompañado del sonido del agua chocando contra las rocas. La madera juega en combinación con los colores pastel y unos suelos auténticos, respetando la esencia del lugar, pero a su vez dándole ese punto de lujo que se busca. También cuenta con un restaurante, Faro Pequeno, el cual está abierto y su carta viene representa por una cocina de mercado. Un refugio que ilumina tu estancia con una luz de lo más especial y en febrero ya se podrá visitar.
Hotel Palacio del Carmen
Ubicado en el centro de Santiago de Compostela, ocupa un antiguo convento cuidadosamente restaurado. La esencia antigua del edificio se entremezcla con una arquitectura basada en líneas rectas y minimalismo, creando una esfera que otorga importancia al descanso. Aunque esté en el corazón de la ciudad, es un edén perfecto para descansar después de un día de turismo y dejarse abrazar por la tranquilidad.
El lugar está rodeado de amplios jardines verdes, los cuales se pueden disfrutar desde las ventanas de sus habitaciones. A pesar de estar a escasos metros de la plaza del Obradoiro, sientes como si estuvieras sumergido en plena naturaleza. Sus habitaciones no se complican. Se puede disfrutar de una zona de estar, la cual es colindante al espacio de descanso y está acompañada de un concepto minimalista. Su restaurante, El Camelio, propone una gastronomía local con un producto de proximidad, que te hace saborear la esencia de la tierra.
Hotel Pazo Los Escudos
Es uno de los hoteles de Galicia que respira gran historia, puesto que es un edén construido en el interior de una casa típica. En este se ha conseguido plasmar el lujo sobre la historia, creando un concepto propio. En su exterior, grandes jardines abrazan el espacio y desde ellos, e incluso desde muchas de sus habitaciones, se puede observar el mar.
Cuentan con dos templos culinarios. Uno, el restaurante Alcabre, el cual plantea recetas tradicionales, basadas en mar y tierra, y, por otro lado, está el restaurante Piacere, que deleita con una gastronomía italiana auténtica. La decoración de las habitaciones no se complica y vemos cómo el clasicismo no ha abandonado esa modernidad de la que presume, que se viste de cuero y madera.