Gastro

El perfecto anfitrión según el gastrónomo Guille Dávila

En la imagen, el gastrónomo Guille Dávila / Foto: Guille Dávila

Guille Dávila es gastrónomo, consultor de restaurantes y co-fundador de la agencia Brandelicious. Y probablemente tenga algún récord por todas las horas que pasa frente a un buen plato de comida. Por esa razón se ha ganado el título de miembro más joven de la Academia Madrileña de Gastronomía . Su Instagram, cómo se pueden imaginar, es la envidia de todo aquel que disfrute del buen comer. Guille sería ese amigo al que llamar para preguntarle dónde reservar esa noche… O con el que irse a comer para que él elija todo. Hoy Guille Dávila ejerce de perfecto anfitrión.

En su descripción de Instagram dice que es un gran amante de las sobremesas. Si es así, estamos seguros de que por esta razón es un gran anfitrión. Nos imaginamos la despensa de Guille llena de placeres culinarios y el bar de su casa repleto de botellas interesantes. Dónde come y dónde cena no nos lo imaginamos, porque él ya nos lo cuenta. ¿Sus últimas comidas? En Castizo -el nuevo place to be de Velázquez-, La Manduca de Azagra, Saddle, Dani Brasserie, TreZe, Osteria Il Colombo, Casa Orellana, La Bientirada de Santa Engracia…  Al parecer visita más de 200 restaurantes al año, casi nada. Seguro que en Chez Dávila encontramos lo mejor de cada casa.

En el aperitivo, mantequilla y anchoas

En la despensa de un gastronómo es probable que encontremos mucho de todo. El aperitivo es el mejor ejemplo de la variedad. «En mis aperitivos nunca faltan embutidos. Un buen jamón es indispensable, como los de Carrasco, Maldonado, Arturo Sánchez… Por otro lado me fascina la cabeza de jabalí, además de la presa y el lomo. Pero sin duda, lo que más me gustan son las tostas de mantequilla y anchoas. ¡El favorito de mis invitados!», confirma Guille Dávila.

Para empezar, cóctel

«Si no se empieza con un cóctel -Negroni, Gimlet, Dry Martini…-, hay que empezar con un champán. Lallier es un fijo en casa por su relación calidad-precio», explica Guille. Aunque eso sí, el cóctel o la bebida cambia si la cena o la comida que organiza es en verano. «En la temporada estival me encanta hacer sangría de champán. Le añado frutas, según la temporada, champán, agua con gas, vino tinto -si es un Garnacha, muchísimo mejor-, azúcar y mucho hielo». Tomamos nota. El Guille Dávila perfecto anfitrión es un también un perfecto bartender.

Aretha Franklin como invitada

En la casa de Guille Dávila no solo se cena o se bebe bien, también se escucha buena música. «Me encanta que esté siempre de fondo Aretha Franklin», nos explica. What you want… Baby, I got what you need Do you know I got it? Esto suena en casa del gastrónomo.

El plato principal, a gusto del invitado

Si Guille se decanta por carne o pescado depende siempre de la persona que vaya a su casa. «Esto depende de los invitados. Como en un buen restaurante, nos adaptamos al gusto del cliente. El ‘no’ no existe y el disfrute del comensal está asegurado, ellos mandan». Se nota que Guille sabe y mucho de cómo debe ser un buen restaurante, por eso él mismo aplica esas normas al restaurante más importante de su vida: su casa.


A veces, delivery

No todo es cocinar en casa de Guille Dávila. Al consultor gastronómico le gusta mucho comer fuera de casa -también por gajes del oficio-, por lo que no nos extraña que a veces el delivery sea una opción en sus cenas. «Cuando recibo en casa el delivery me gusta y funciona para plato principal, del resto me gusta ocuparme. ¿Como opciones de platos para pedir en casa? El cochinillo de Coque, el arroz de Danielli, el strogonoff de Horcher…». No hay dudas: Guille Dávila es un perfecto anfitrión.