Gastro

Blanca Herrero, chef Le Cordon Bleu, nos da ideas para la cena de Navidad: «Un pollo relleno luce mucho»

(Foto: COOLthelifestyle)

La Navidad tiene algo de ritual doméstico: una mesa que se alarga, el horno encendido desde primera hora, una copa que nunca se queda vacía del todo y ese deseo silencioso de que todo salga bien. Para descifrar cómo disfrutar de las fiestas sin convertirnos en esclavos del menú ni de la perfección, hemos hablado con Blanca Herrero, fundadora y chef (Le Cordon Bleu) de My Basket, un obrador y servicio de catering en Madrid, que nos abre las puertas de su cocina para compartir recetas pensadas para una cena de Navidad en casa, trucos que alivian el estrés de última hora y consejos sencillos, pero infalibles, para ejercer de buen anfitrión sin perder la magia. Porque celebrar también es saber organizar, improvisar y, sobre todo, disfrutar.

Hay una forma de vivir la Navidad lejos del exceso y del estrés, una manera de celebrar alrededor de la mesa que pone el foco en el disfrute, en el cuidado de los detalles y en una cocina real, posible. Blanca Herrero, fundadora de My Basket, lleva años defendiendo precisamente eso: una gastronomía práctica y bien pensada, que permite disfrutar sin estar esclavizada a la cocina. Y en Navidad, más que nunca, esa filosofía cobra sentido.

Para Blanca, estas fechas tienen mucho que ver con el tiempo compartido. «Para mí la Navidad es cocinar, sobremesa y tiempo compartido con mi familia. Me gusta apostar por buen producto, platos fáciles que se pueden disfrutar sin estar esclavizada a la cocina», explica. Su manera de recibir busca esa sensación de cuidado y calma: que la gente esté a gusto, sin prisas ni agobios, y que la comida acompañe ese momento.

«Para mí la Navidad es cocinar, sobremesa y tiempo compartido con mi familia. Me gusta apostar por buen producto, platos fáciles que se pueden disfrutar sin estar esclavizada a la cocina».

(Foto: My Basket)

La conexión con la cocina viene de lejos. Entre sus recuerdos familiares, la organización y la mesa ocupan un lugar central. «En mi casa siempre se celebraba alrededor de la cocina y comiendo rico. Recuerdo a mi abuela apuntado todo en sus cuadernos: qué platos se iban a preparar, las cantidades, quién venía». Esa idea de organizarse bien para poder disfrutar es algo que hoy sigue aplicando, tanto en casa como en My Basket.

Cena de Navidad en casa: cocina real, pero especial

Defensora de una cocina pensada para el día a día, Blanca no cree que la Navidad tenga que convertirse en un ejercicio de complicación extrema. «El toque especial no está en hacer cosas excesivamente sofisticadas, sino en elevar lo cotidiano». Para ella, la clave está en elegir bien: una buena crema, una carne bien seleccionada, una pularda con un relleno tradicional, un buen pescado o marisco. «Platos reconocibles, bien elaborados, que apetecen y te permiten tener tiempo para disfrutar con los tuyos».

«El toque especial no está en hacer cosas excesivamente sofisticadas, sino en elevar lo cotidiano».

 

A la hora de empezar una comida navideña sin complicarse, lo tiene claro: «Aperitivos que se puedan dejar hechos y que no te obliguen a estar pendiente del fuego cuando llegan los invitados». Entre sus favoritos, opciones que funcionan y tienen un punto festivo, como una ensaladilla de bogavante, taquitos mexicanos de pollo o unos rollitos de pato con salsa hoisin.

«Aperitivos que se puedan dejar hechos y que no te obliguen a estar pendiente del fuego cuando llegan los invitados».

En su mesa no faltan los platos pensados para compartir. «Me gustan los platos para compartir: un buen roastbeef o nuestra pularda, guarniciones vegetales, ensaladas navideñas con granada, un arroz salteado con setas». Incluso apuesta por formatos tipo buffet, con diferentes guarniciones, porque «funcionan muy bien, dan libertad a los invitados y hacen que la comida sea más relajada».

(Foto: My Basket)

En cuanto a la eterna duda entre repetir o reinventar, Blanca lo tiene claro: «Soy más de tradiciones. Me gusta tener una base que sé que funciona e introducir pequeños cambios. En una comida importante no me gusta jugármela con todo nuevo».

«Me gusta tener una base que sé que funciona e introducir pequeños cambios. En una comida importante no me gusta jugármela con todo nuevo».

Si tuviera que elegir un plato principal que represente su forma de cocinar, lo tiene claro: «Una lubina a la sal con pimientos caramelizados, patatas baby y una ensalada divertida. Es un plato sencillo que apetece en invierno, suele gustar a casi todo el mundo y, bien trabajado, no necesita nada más».

Recetas, trucos y aciertos seguros

Cuando se trata de recomendar una receta comodín para Navidad, apuesta por platos agradecidos. «Un roastbeef de solomillo, por ejemplo. Se puede preparar con antelación y puedes centrarte en tus invitados y crear un buen ambiente, que al final es lo importante».

«Un roastbeef de solomillo, por ejemplo. Se puede preparar con antelación y puedes centrarte en tus invitados y crear un buen ambiente, que al final es lo importante».

Desde su experiencia, uno de los errores más comunes cuando alguien se estrena como anfitrión es claro: «Querer hacer demasiado: menús larguísimos, recetas nuevas y poca planificación. Al final el estrés se nota y se pierde el disfrute, tanto para quien cocina como para los invitados».

(Foto: My Basket)

Si tuviera que diseñar un menú completo pensado para disfrutar sin pasar horas en la cocina, lo imagina así: «Un entrante preparado el día antes; una crema caliente, un consomé o algo de marisco cocido de buena calidad; una carne o pescado al horno y, de postre, algo sencillo, como un panettone con helado o una tarta de chocolate cremoso My Basket».

Organización y cocina sin estrés

La planificación es una de sus grandes aliadas. «Pensarlo todo antes: cantidades, tiempos y qué se puede dejar hecho. Si improvisas en Navidad, te arriesgas a que no salga como esperabas». Para ella, adelantar trabajo es clave: «Cremas, salsas, guarniciones y entrantes, siempre antes. Para el último momento, sólo lo imprescindible: terminar un asado o dar el toque final a un pescado».

«Pensarlo todo antes: cantidades, tiempos y qué se puede dejar hecho. Si improvisas en Navidad, te arriesgas a que no salga como esperabas».

(Foto: My Basket)

En este sentido, sus cajitas y menús encajan especialmente bien en estas fechas. «En Navidad se agradece tener soluciones que te permitan recibir bien, comer bien y no complicarte, sin renunciar a la calidad».

Ser buen anfitrión: más allá de la cena de Navidad

Para Blanca, ser buen anfitrión va mucho más allá del menú. «Es cuidar los detalles, crear un ambiente cálido y cercano y que la gente se sienta cómoda». La mesa juega un papel fundamental: «Menos es más; una buena vajilla, un mantel bonito, con toques clásicos y velas que ayuden a crear un ambiente cálido y acogedor».

«Menos es más; una buena vajilla, un mantel bonito, con toques clásicos y velas que ayuden a crear un ambiente cálido y acogedor».

Una mesa bien pensada, asegura, puede cambiarlo todo. «A veces eleva incluso los platos más sencillos y hace que la comida se disfrute de otra manera».

(Foto: My Basket)

Tendencias y nuevas formas de celebrar

De cara a esta Navidad, Blanca percibe un cambio claro. «Menús sencillos, con buen producto como protagonista. Menos complicación en la cocina y más atención a la calidad de los ingredientes». Y también un mayor interés por celebraciones más íntimas: «Cada vez hay más ganas de celebrar en petit comité y de una cocina honesta, que respete la calidad del producto y permita disfrutar del encuentro».

«Cada vez hay más ganas de celebrar en petit comité y de una cocina honesta, que respete la calidad del producto y permita disfrutar del encuentro».

Una manera de entender la Navidad que conecta con lo esencial: cocinar, recibir y compartir. Sin complicarse, pero con cuidado. Sin renunciar al placer.