El narciso, flor universal de marzo y exaltación de la belleza
Llega marzo, rápido y confiado, el primer mes del calendario romano y también el mes del narciso. Flor del amor y de la belleza, flor del engaño y flor de la poesía… Como Federico García Lorca recitaba: «Narciso. Tu olor. Y el fondo del río. Quiero quedarme a tu vera. Flor del amor. (…) Las ranas, ¡qué listas son! Pero no dejan tranquilo el espejo en que se miran tu delirio y mi delirio. Narciso. Mi dolor. Y mi dolor mismo». Hoy hablamos del narciso, flor universal del mes de marzo y flor mitológica. Te contamos su significado y su origen y, entre otras cosas, algunas curiosidades que harán de esta colorida flor, una de tus favoritas.
El narciso siempre ha estado ligado a la mitología griega, concretamente al dios del río Cephissus y a la ninfa Leiriope. Narciso fue la flor de aquella unión divina… Según cuenta la mitología, Narciso era un hombre extremadamente hermoso, tanto, que su belleza cautivaba a hombres, mujeres y ninfas por igual. Eco, una joven ninfa, estaba perdidamente enamorada de Narciso, sin embargo, era incapaz de transmitir sus sentimientos… Pero no por timidez ni por vergüenza, sino debido al castigo por enfadar a la diosa Era, cuya condena fue repetir y resonar en el vacío de aquello que otros decían… De ahí su nombre, Eco, su único medio de expresión.
Un día, Eco consiguió transmitir sus sentimientos, pero Narciso, orgulloso y rebosante de amor propio, rechazó a la ninfa, escondiéndose de ella hasta extinguir su voz. Némesis, Diosa de la venganza, ante tal egoísta y cruel acto, condenó a Narciso a enamorarse de su propia imagen. Cuando el joven se vio reflejado en un estanque, fue incapaz de separarse de su imagen y acabo ahogado al intentar coger su propio reflejo. Junto al estanque, donde murió la belleza de Narciso, nació una flor amarilla en honor a su nombre.
Como la propia historia cuenta, esta flor es una exaltación de la belleza, del orgullo y del egoísmo. Contemplar esta flor es revivir la sensación de Narciso, enamorado de sí mismo. Simboliza un nuevo comienzo, el resurgir de uno mismo, pero también el amor no correspondido y al mismo tiempo la felicidad.
La palabra narciso proviene del griego ‘narkào’, cuyo significado en español es ‘narcótico’, debido al olor embriagador de sus pétalos. El amarillo es su color por excelencia, pero también podemos encontrarlos en tonos rosados o blancos. La mejor época para su plantación es el otoño, por lo que la floración se producirá a principios de la primavera.
Existe una gran diferencia en regalar un único narciso o regalar un ramo de ellos. Si se regala una sola flor, lo que se está haciendo es predecir una desgracia a esa persona. En cambio, si se regala un ramo significa alegría y felicidad.
Esta flor mitológica ha sido protagonista de numerosas obras, entre ellas el poema de Federico García Lorca mencionado anteriormente, o la obra del pintor Dalí, ‘La metamorfosis de Narciso’.
