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Carmen y Gerard hacen realidad los caprichos de millonarios en Ibiza: «Desde bebidas hasta ‘jets’ privados»

Gerard Martínez y Carmen Romero. (Foto: Drink Home Ibiza)

Drink Home Ibiza cuenta la historia de tres emprendedores que transformaron un simple servicio de delivery de bebidas en una exclusiva empresa de lujo que organiza las vacaciones de futbolistas y celebridades en la isla. Tanto como para terminar dando el chispazo a fiestas de Messi, Neymar, Bizarrap o Leonardo DiCaprio. En su primer año apenas llegaron a los 13 pedidos; hoy, ascienden a los casi 1.800 por año y se han consolidado como el alma mater de las fiestas de Ibiza. Hablamos con Gerard Martínez y Carmen Romero, los emprendedores que han conquistado Ibiza a base de brindis.

Gerard y Carmen son el tándem perfecto, en la vida y en los negocios. Él es esa mente inquieta guiado por la intuición, que tras haber dejado su trabajo en Barcelona se fue con su hermano a Ibiza para cumplir el sueño de emprender. Poco tiene que ver repartir bebidas en moto con una isla con su carrera profesional, que hasta entonces había desarrollado en el mundo de la consultoría y la gestión de hoteles. «Pero, ¿sabes eso de que uno mismo dice que no se siente lleno? Pues es lo que me pasaba».

Gerard Martínez y Carmen Romero. (Foto: Drink Home Ibiza)

Carmen, por el contrario, representaba el componente de seriedad que la empresa necesitaba: una mente organizada y ejecutora, dedicada a optimizar los engranajes internos de la organización para reestructurarla y llevarla a un nivel más profesional. Y ambos son la cara y el alma de Drink Home Ibiza. Aquella empresa de delivery de bebidas espirituosas que supo ver en la cultura del after el germen de una empresa terminó evolucionando de forma casi orgánica hasta convertirse es una de las empresas de gestión de eventos más exclusivas de la isla.

La cultura del ‘after’

Drink Home Ibiza comienza como tantas otras ideas de juventud que terminan consolidándose como empresas referentes. Cautivaron al público más VIP de la isla con un mensaje de marca claro y que han seguido a pie de la letra: estamos disponibles para llevarte cualquier bebida en 20 minutos las 24 horas del día. «Ahora que hemos crecido siempre siendo igual: nunca cerramos. Siempre tenemos a alguien en guardia o somos nosotros quienes estamos atentos», cuentan.

(Foto: Pexels)

La suya es la historia de una necesidad en una noche de verano y la voluntad de darle solución. Nos remontamos a un «copeo» entre amigos en Ibiza, allá por 2014 y una necesidad: no había más bebida. «Al día siguiente empecé a darle vueltas a la cabeza y pensé: si esto nos ha pasado a nosotros… ¿Cuánta más gente debería tener la misma necesidad?». Solo hizo falta una llamada telefónica fraternal y 15 días para hacer la mudanza para que Drink Home Ibiza comenzase a tomar forma.

«La imagen cuando entras en una villa de 6 millones es una pata fundamental»

Mirando esos primeros años en retrospectiva, Germán nos cuenta que sus inicios no fueron nada fáciles. «Sobre todo el primer año la gente nos decía que era una idea perfecta. Pero siempre digo que ese año hicimos sólo 13 pedidos. La idea era buena, pero el negocio no era rentable». Recuerdan cómo arrancar el inicio no fue fácil, «no nos conocía la gente. Intentábamos ir a empresas de real state, a barcos… y nos decían siempre que no les interesaba»

(Foto: Pexels)

¿Sabes cuándo llega ese momento que sabes que lo va a cambiar todo? En el caso de Drink Home Ibiza, Germán recuerda que durante el segundo año, un cliente fue ese punto de inflexión. «Nos pidió como 60 botellas de un vino rosado. No era una fiesta como tal, pero veíamos que no podíamos llevar 10 cajas en dos motos». Tocaba crecer.

«Empezamos con dos scooters y cuando empezó a subir la producción era inaccesible llevar toda la mercancía o subir a las villas» y así fue como llegaron los jeeps, ahora de gama media-alta «porque también son parte del negocio, y aquí la imagen cuando entras en una villa de 6 millones es una pata fundamental». Tiempo que se sumó al éxito de la efectividad de aquellos primeros años. Ya lo dice Germán «cuando haces bien las cosas en una isla tan pequeña, es fácil que te recomienden.»

Sólo les faltaba dar con la clave para fidelizar y llevar a más usuarios el boca a oreja (y no fueron los flyers que repartía durante el primer verano)Otro punto de inflexión fue su llegada a las redes sociales. «Este invierno nos hicimos una cuenta de Instagram y de golpe subimos 5.000 seguidores. Dedicamos 7 u 8 horas al día a estar virtualmente en todos lados

La expansión hacia las villas

«Un jugador de la Premier League nos dijo: vengo la primera semana de Julio, vamos a ser siete… Búscame una casa, barco, bebidas y luego un jet privado de Londres a Ibiza»

Siguieron subiendo los pedidos, pasando los veranos y el sexto año sucedió otro de esos encuentros fortuitos por los que Drink Home Ibiza subió de nivel. «El cambio más importante vino a partir de la pandemia. Pensábamos que iba a ir mal pero para nosotros fue una oportunidad porque la gente se quedaba en casa.» Y seguir con su mantra: no parar. «Ahí hubo un crecimiento tanto en data base como en facturación, que no bajó».

Fue la confianza de esos 10 años lo que les hizo crecer hacia otros servicios. «Cuando generas una confianza en el cliente, la gente ya delega. Habíamos estado durante años con el delivery hasta que vieron que podían confiarnos otras gestiones.»

(Foto: Unsplash)

Hoy, ofrecen servicio de gestión en alquiler de villas, barcos, incluso este año han incorporado el servicio de jets privados. Como consecuencia de haber tenido que formar un equipo especializado con diferentes profesionales a servicio de las demandas de su cliente.

«Nos pasa ahora que viene un jugador de la Premier League y nos dice: vengo la primera semana de Julio, vamos a ser siete. Búscame una casa, quiero barco, bebidas y luego un jet privado de Londres a Ibiza», dice Gerard. «Al final, vale que sean personas multimillonarias, pero ninguna quiere que por tener dinero les tomen el pelo», añade Carmen.

Una clientela VIP

Dicen que el éxito de Drink Home siempre fue el boca oreja, así fue como poco a poco fueron consolidando una clientela más VIP. «Si lo haces bien con un jugador que veranea en Ibiza, cuando llega al vestuario se lo cuenta al resto. Si un barco está contento con tus servicios, se lo cuenta al resto». Hoy, entre conocidos y magnates en la sombra podemos conocer solo algunos de los nombres del gran listado de eventuales.

(Foto: Unsplash)

Esta clientela plantea  ciertos retos. El primero: el idioma. «Necesitamos un inglés perfecto para poder hablar con este perfil». Pero no basta con tener un lenguaje perfecto, sino en saber cómo hablar: adaptarse a los códigos culturales de cada cliente. «No es lo mismo lo que demanda en Ibiza un ruso que un jugador de fútbol o un business man inglés«.

Luego, todo se fue dando por el boca a boca. «Nos llamaban amigos de Barcelona diciéndonos que nos iban a llamar jugadores de fútbol a los que conocían». También clientes inesperados, como Bizarrap, «fue la inauguración de su sesión en Amnesia, estuvimos hablando con él y sin darnos cuenta llegó tarde por nuestra culpa». O situaciones que rozan el surrealismo en las que tras la puerta aparece Paris Hilton.

(Foto: Cala San Miguel Resort)

«Realmente, quien nos pase no importa a la hora de actuar, porque tenemos que comportarnos de forma natural». Incluso hay quienes se han hecho amigos. Arón Piper es el caso – y sus ya conocidas fiestas junto a famosos de la talla de Leonardo DiCaprio. «Yo al principio le decía de hacernos un selfie para mi madre y ahora siempre nos vacila con ello».

Más que un delivery

Hay quienes pueden caer, erróneamente, en pensar qué Drink Home Ibiza es un mero delivery de bebidas alcohólicas. Pero su modelo ha desarrollado cierta tónica de lifestyle, de servicio premium y de acompañamiento. Encontramos en ellos cierto grado de «conseguidores», esas personas a las que siempre recurres para hacer posible lo imposible.

(Foto: Pexels)

Desde organizar un evento, abastecer un afterparty en una villa o incluso —como recuerda Carmen— «nos han pedido hasta botellas de edición super limitada que no se encuentran en las tiendas». Gracias a los contactos forjados durante años, pueden conseguir etiquetas y piezas que otros ni siquiera sabrían dónde buscar.

Pero su papel va mucho más allá: son la mano invisible del anfitrión perfecto. Un equipo capaz de orquestar las vacaciones perfectas, hacer que todo esté en su sitio sin que nadie note el esfuerzo. Sus clientes los llaman porque saben que con ellos todo fluye, que cada detalle está pensado, y que tenerlos detrás es garantía de quedar como el anfitrión ideal. En cierto modo, son el engranaje discreto que convierte cualquier plan en una experiencia impecable.

Incluso cuando sus anfitriones oficiales no están. Para eso han desarrollado otra parte del negocio llamado Give a gift. «Es para cuando no estás pero están tus amigo o socios y quieres sorprenderlos. O, incluso, quienes planean algo con más antelación y quieren que a su llegada se encuentren X botellas de vino.»

Son emprendedores y, como tal, su necesidad de evolución les ha llevado a explorar diferentes formas de negocio. La última es una apasionante introducción en el mundo bodeguero con la fundación de Robiza en 2021, una marca de vinos ecológicos y artesanales. Cuentan con tres etiquetas que pretenden hacer reconectar al consumidor con la naturaleza, siendo un producto muy sensorial que busca volver a las raíces: Sun – Rosado, Sea – Blanco y Moon – Tinto

Ibiza, el escenario perfecto

«La temporada peor se ya no existe. Ahora hablamos de que en Ibiza sigue habiendo gente en noviembre»

El escenario tenía que ser Ibiza, «no había otro», subraya Carmen. Ella llegó hace seis años y Germán desde el tercer año de Drink Home Ibiza, hará casi una década. No se imaginaban haber elegido otro lugar mejor. «El único sitio similar a Ibiza fue Cancún, pero no hay nada como esta isla. Lo bueno que tiene es que te da el tamaño perfecto para poder cumplir con todo en 30 minutos y tiene ese alma hostess de la gente que lleva la gente a hacer fiestas en casa», apunta Gerard.

Ibiza Magna, Ibiza. (Foto: iStock)

Ahora la isla vive un momento pletórico. «La temporada peor se ya no existe. Ahora hablamos de que en Ibiza sigue habiendo gente en noviembre» y eso, tal y como señala Carmen, se nota. Primero en las ventas, que se mantienen activas durante todo el año. «Fin de año, por ejemplo, se ha vuelto una fecha clave. Alquilamos villas en estas fechas, distribuimos bebidas…» Aunque sufre un pequeño break hasta mitad de marzo.