Subastan un cuadro de Picasso dedicado a su musa: ‘Femme au beret mauve’
La casa de subastas británica Bonhams, fundada en 1793, ha sacado a subasta una de las obras de Picasso menos conocidas que ha permanecido prácticamente oculta durante casi 40 años. ‘Femme au beret mauve’ (Mujer con boina malva) es el título del retrato que representa a la amante y musa principal de Picasso durante 10 años.
De este modo, y gracias a una relación que a día de hoy se consideraría como un tabú social, el artista creó una de sus mejores obras de arte. Se espera que ‘Femme au beret mauve’ alcance hasta los 15 millones de dólares en la licitación del próximo 13 de mayo en Nueva York.
La casa de subastas que la presenta, es conocida internacionalmente por ser una de las empresas especializadas en este sector económico. Y, en esta ocasión, oferta la posibilidad de redescubrimiento de este óleo sobre lienzo de Picasso que data de 1973 y cuya protagonista es Marie-Thérèse Walter. En él, y considerando su trayectoria artística profesional, podemos apreciar cómo el creador es un claro ejemplo de fuente inagotable de imaginación. De ahí, que con cierta regularidad podamos ver alguna de sus pinturas en subastas como pronto ocurrirá con ‘Femme au beret mauve’. Pablo Picasso es el artista con mayor número de obras vendidas, ya se han presentado a subasta unos 3.400 lotes según Artprice.
El cuadro, que simboliza una de las creaciones a las que Picasso tuvo más apego, fue vendido a la galería Karsten Greve en 1982 y revendida dos años después por la galería Hirschl & Adler a su actual propietario. El artista conservó la obra en su poder hasta su fallecimiento en 1973. Por tanto, evoca a la intimidad del autor en el instante de su vida en que lo realiza.
Marie-Thérèse Walter: el refugio de Picasso
«Ella siempre ha hecho lo que quería: se extravió, vagó, cambió su forma de vida … Su largo cuello llevaba su cabeza como la luna corriendo entre las nubes … como una pelota, un satélite», decía Picasso al hablar de su musa.
Además, sabemos que el pintor desarrolló varios estilos para lograr la expresión visual del retrato en la época en la que más atención prestó a este aspecto. Coincide con la década de 1930 en su caso. Así, reflejó y dejó constancia, probablemente para siempre, de la que fue su historia de amor basada en el encantamiento con Marie-Thérèse. La obra se pintó diez años después del inicio de la relación en París, así demostró, una vez más, el sempiterno numen que causó en él.
Aunque no podemos olvidarnos de mencionar la especial relevancia que el artista otorgó a las mujeres que con las que compartió vivencias significativas en su obra completa. Desde Fernande, su primera modelo, hasta Jacqueline, su última compañera.
‘Femme au beret mauve’
Como es sabido, Picasso juega con su estilo de pintura y su sello artístico personal en el que se permite la liberad de deconstruir o reconstruir los retratos. Así genera el resultados de cada una de sus obras que llevan impregnados exploraciones de forma y color. Tonalidades claras, asociadas a la blanca tez de Marie-Thérèse y su cabello rubio, con los que emplea formas curvilíneas y suaves para representar una feminidad voluptuosa y serena que emana de las pinturas de las que ella es la inspiración.
En 1937, como precedente a los primeros bocetos del Guernica, realiza ‘Femme au beret mauve’. Expresando, como apunta la vicepresidenta de Bonhams, una obra que irradia estabilidad y calma. Se trata de un retrato totalmente sereno y muy luminoso en homenaje a su modelo, que fue durante un largo período de tiempo un refugio de serenidad y sensualidad para Picasso. Representando la seguridad que aportaba su existencia a la del creativo en un momento en que Europa vivía en la sombra de una inminente guerra y el pintor en una de sus crisis.