La mágica leyenda de Sant Jordi
España tiene unas fiestas y tradiciones que, como muchos países, surgen a lo largo de la historia para recordarnos o conmemorar algún acontecimiento histórico, anécdota, festividad o leyenda. Y como buenos narradores de historias que somos, este 23 de abril no se nos puede quedar corto. Feliz día del libro y feliz día de Sant Jordi, este viernes 23 de abril se celebra una de las fiestas más emblemáticas de nuestro país, un día para regalar un libro y una rosa.
Este viernes es una fecha muy señalada, sobre todo en Cataluña, donde Sant Jordi se considera como el Patrón de la provincia desde el siglo XV. Su fecha, como hemos mencionado, es recordada con rosas.
Historia y leyenda se dan la mano hoy, pero ¿sabes por qué se celebra este día tan especial? Hoy en COOL te contamos la leyenda que persigue su nombre.
La Leyenda de Sant Jordi
Todo tiene su comienzo en el siglo XIII. El Arzobispo de Génova recopilaba un libro de leyendas de nada más y nada menos que 180 santos. Entre todos aquellos santos se encontraba nuestro protagonista: San Jorge de Capadocia.
El libro, escrito en latín: «Legenda aurea», fue uno de los más copiados en aquel entonces, en pleno medievo. Cuando en el siglo XV se inventó la imprenta, miles y miles de ejemplares fueron repartidos por Europa y Asia. De esta forma, la leyenda de San Jorge y el Dragón se dio a conocer.
Cada país adoptó la leyenda a su manera y muchos países de occidente tomaron a San Jorge como su Santo Patrón y protector de las causas perdidas. Cataluña adoptó la figura de Sant Jordi con su leyenda basada en Montblanc.
Cuenta la leyenda, que hace mucho mucho tiempo en Montblanc, Tarragona, un feroz y temido dragón era capaz de envenenar el aire y matar con su aliento. Todos los habitantes de la ciudad vivían atemorizados por la perversa bestia.
Asustados y cansados con sus tremendos estragos, decidieron calmar al animal, dándole de comer a una persona al día, la cual era elegida por sorteo entre todos los habitantes de la ciudad.
Varios días y muertes después, tuvo la mala suerte la princesa de ser elegida. Cumpliendo con su cometido, la noble abandonó su hogar y mientras se dirigía hacia el dragón, un caballero de brillante armadura montado en un caballo blanco, llamado Sant Jordi, apareció en su rescate.
El valiente caballero alzó su espada y atravesó al dragón, liberando para siempre a los ciudadanos y a la princesa. De la sangre del dragón brotó un rosal, con las rosas más rojas que jamas nadie había visto. Sant Jordi, triunfante, arranco una rosa y se le ofreció a la princesa.
Y es esta la razón de que la reina de las flores represente el amor y que se regale en el día de Sant Jordi. Al coincidir con el Día del Libro, la tradición marca una rosa y un libro que la acompaña.