Libros

Libros para la última semana de agosto: promesas románticas, secretos familiares y mucho más

(Foto: Aranza)

Agosto es el mes de los pies descalzos, de los dedos manchados de sal y crema solar, del tiempo que parece diluirse entre olas, siestas largas y atardeceres que se alargan como las conversaciones sin prisa. Es, también, el mes perfecto para entregarse a la lectura. No cualquier lectura, claro: la de los libros que huelen a brisa marina, que saben a arena y cócteles fríos, que suenan a gaviotas y promesas de amores de verano. Historias que no necesitan más escenario que una toalla y el rumor del mar. Estos son los libros que, este verano, te invitan a sumergirte en páginas tan refrescantes como un baño al atardecer.

‘Nuestro último verano en la isla’, de Abril Camino

Pura nostalgia veraniega con sabor a despedida y promesa. Una novela que huele a protector solar, a besos salados, a noches sin dormir y a decisiones que marcan una vida entera. Abril Camino escribe con honestidad y dulzura, perfecta para cerrar agosto con el corazón lleno y la mirada puesta en el horizonte. Uno de los libros que más nos recuerdan al verano.

Nuestro último verano en la isla, de Abril Camino. (Foto: Planeta)

‘Un océano para llegar a ti’, de Sandra Barneda

Galardonada con el Premio Planeta 2020, esta novela es una travesía emocional tan profunda como el mar Cantábrico. Una historia de pérdidas, reconciliaciones y secretos familiares en un pequeño pueblo del norte, donde la protagonista regresa tras la muerte de su madre. Barneda escribe con una sensibilidad que envuelve y reconcilia, ideal para leerse con una manta de lino sobre los hombros al caer la tarde.

Un océano para llegar a ti, de Sandra Barneda. (Foto: Planeta)

‘El verano que empieza’, de Sílvia Soler

Una oda a los veranos que marcan nuestras vidas. Ambientada en una casa familiar de la Costa Brava, esta novela nos sumerge en una historia de amistad, generaciones entrelazadas y ese sentimiento tan catalán de estar bien: de encontrar refugio entre paellas, risas y baños al amanecer. Su tono cálido y nostálgico la convierte en una lectura ideal para quienes desean saborear el verano con calma y emoción.

El verano que empieza, de Sílvia Soler. (Foto: Planeta)

‘A fuego lento’, de Paula Hawkins

Si buscas una historia con suspense para compensar la dulzura del entorno vacacional, este thriller psicológico ambientado en los canales de Londres, con olor a agua estancada y tensión creciente, puede ser un buen contrapunto. Porque a veces el verano también es el momento ideal para explorar nuestros miedos, bajo el sol más brillante. Perfecto para una lectura nocturna junto a una piscina iluminada.

A fuego lento, de Paula Hawkins. (Foto: Planeta)

‘La isla de las últimas voces’, de Mikel Santiago

Nada como una buena historia de misterio en una isla azotada por el viento para que la lectura se convierta en una experiencia inmersiva. Con tintes sobrenaturales y una atmósfera entre Hitchcock y Stephen King, esta novela es ideal para quienes buscan emoción bajo la sombrilla. La isla ficticia de St. Kilda podría ser cualquier paraíso perdido del Atlántico.

La isla de las últimas voces, de Mikel Santiago. (Foto: Editorial B)

‘Criadas y señoras’, de Kathryn Stockett

Ambientada en los años 60 en Misisipi, esta historia de mujeres valientes y voces silenciadas es mucho más que una novela de denuncia. Es también un canto a la amistad, la dignidad y la esperanza. Ideal para devorar en una tumbona bajo el sol, con una limonada en la mano y la sensación de que, incluso en los veranos tranquilos, cabe la revolución.

Criadas y señoras, de Kathryn Stockett. (Foto: Maeva)

‘Todo lo que nunca fuimos’, de Alice Kellen

Con esta primera entrega de la serie Deja que ocurra, nos arrastra a un viaje emocional entre California y los silencios del alma. Ideal para quienes buscan lecturas ágiles, románticas y con un toque de intensidad emocional. Un page turner perfecto para leer entre chapuzón y chapuzón. Uno de esos libros que no sólo nos recuerdan al verano, si no que lo respiran.

Todo lo que nunca fuimos, de Alice Kellen. (Foto: Planeta)

‘Un cuento perfecto’, de Elísabet Benavent

Una comedia romántica con tintes de cuento de hadas moderno, donde no todo es tan bonito como parece, ni tan feo como lo pintan. Benavent construye una historia en la que los personajes se buscan (y se encuentran) en medio del caos, ideal para las tardes largas en las que el cuerpo pide una historia de amor con chispa, ironía y corazón.

Un cuento perfecto, de Elísabet Benavent. (Foto: SUMA)

‘El jardín olvidado’, de Kate Morton

Con su estilo envolvente y detallista, Morton nos transporta entre Australia y Cornualles, entre secretos familiares y jardines que ocultan más de lo que muestran. Es una lectura que exige calma, pero que recompensa con un mundo lleno de misterio y belleza. Perfecta para los días nublados del verano, cuando apetece perderse en una historia que lo tiene todo.

El jardín olvidado, de Kate Morton. (Foto: SUMA)

‘La verdad sobre el caso Harry Quebert’, de Joël Dicker

Este thriller literario es una montaña rusa narrativa: un asesinato sin resolver, un escritor en crisis, una joven desaparecida y una historia que se despliega como las olas: impredecible y adictiva. Ideal para quienes quieren un buen libro que les tenga atrapados incluso con el sonido del mar de fondo.

La verdad sobre el caso Harry Quebert, de Joël Dicker. (Foto: DeBolsillo)

‘Yo antes de ti’, de Jojo Moyes

Un clásico contemporáneo del romanticismo con lágrima incluida. Es la historia de Lou y Will, y de todo lo que una persona puede transformar en la vida de otra. Aunque su fondo es duro, tiene luz, ternura y ese aire de historia que te cambia. Perfecto para quienes quieren sentir a flor de piel, incluso en pleno agosto.

Yo antes de ti, de Jojo Moyes. (Foto: SUMA)

‘Circe’, de Madeline Miller

Una reinvención de la mitología griega contada desde la mirada de una mujer poderosa, marginada y hechicera. El Mediterráneo se hace presente en cada página: el olor de las hierbas, el tacto del mármol caliente, el eco de los dioses. Es un viaje místico y sensorial que encaja a la perfección con las tardes doradas frente al mar. Uno de esos libros para leer y releer en verano.

Circe, de Madeline Miller. (Foto: Alianza Editorial)

‘Mi isla’, de Elísabet Benavent

Un refugio emocional en forma de novela. Un lugar (y una historia) donde el amor, las heridas y la necesidad de empezar de nuevo se encuentran en una isla tan real como simbólica. Benavent firma aquí una de sus obras más íntimas, ideal para los que creen que el verano también puede ser sinónimo de redención.

Mi isla, de Elísabet Benavent. (Foto: SUMA)