Cultura

Blas Cantó: «Ir a Eurovisión supuso cumplir el sueño de cuando era niño»

En un mundo copado por miles de sonidos y una inmensidad de cantantes, todavía existen artistas que siguen siendo fieles a sí mismos. Hemos de admitir que es una industria complicada en la que el éxito no sólo depende de un trabajo duro, sino también de factores externos que influyen sobre una fórmula que es inconclusa, por no decir imposible de descifrar. En muchas ocasiones los cantantes no son personas, sino personajes, pero todavía quedan aquellos que nos muestran que se puede alcanzar un sueño sin necesidad de ser algo que no son. Hoy nos sentamos a hablar con un artista que lleva desde pequeño en los escenarios y nos representó en 2021 en el Festival de Eurovisión y ese es Blas Cantó.

Blas Cantó. (Foto: Gtres)

Nacido en Murcia en octubre de 1991, para Blas la música siempre ha estado presente y le corre por la sangre. Lo suyo es un talento natural, que se une a una voz inconfundible y un sonido propio que le representa. Desde sus comienzos en la televisión en los años 90 hasta la actualidad, lo del artista con la música se puede resumir en una relación estrecha, con un arduo trabajo que le ha llevado a conseguir muchos sueños, además de ser un nombre reconocido en un panorama copado con intentos de crear una vida a través de la música. Spoiler: él lo ha conseguido.

Nos citamos con él en el Hotel Hilton Canopy, ubicado en la zona de Nuevos Ministerios de Madrid, y con una vida dedicada a la música, lo primero que le preguntamos es ¿Quién es Blas Cantó?. Él nos responde: «Soy una persona muy familiar y me encanta compartir todo lo que tengo, desde mi hogar, la comida que hago… Las camas siempre están llenas de gente y creo que por eso compré una casa amplia; no es muy grande, pero sí tiene estancias. «Básicamente, me gusta disfrutar de la vida», nos confiesa el artista. También nos cuenta que es muy musical, «hasta tal punto que me paso todo el día cantando».

Blas Cantó. (Foto: Gtres)

Lleva desde los ocho años pisando escenarios e incluso fue candidato al formato para niños de Eurovisión (Eurojunior), año en el que María Isabel se alzó con el oro y nos dio el primer puesto en el festival. Antes de comenzar la entrevista, hablábamos sobre las edades como bien nos cuenta delante de la cámara: «Todavía no me creo que tenga 33 años. Aún me siento un niño, sigo escuchando la misma música, teniendo la misma ilusión… Se me hace increíble que hayan pasado 25 años desde que estuve por primera vez en televisión».

Blas Cantó. (Foto: Getty)

Cuando comienzas una carrera tan joven, adquieres una responsabilidad mayor. «Para mí era un juego y no, a la vez, porque sabía que era como un trabajo, algo que tenía que hacer. Me lo pasaba muy bien, disfrutaba y sentía cosas bonitas. Incluso creo que lo debo trabajar para volver a sentirlas. Por eso me sorprende cuando me vuelvo a sorprender, valga la redundancia», nos cuenta. Mientras hacemos un repaso por las reminiscencias de su infancia, vemos a un Blas que sigue lleno de ilusión y sonriendo por una pasión natural.

Blas Cantó. (Foto: Getty)

Después de dos años de parón, ha vuelto para dar un golpe en la mesa con su nuevo tema, No me conoces, una canción muy personal que se viene desmarcando, quizás, de lo que hemos escuchado hasta el momento. Tiene una letra propia y un sonido que cobra fuerza cuando su voz lo representa. «No me conoces, habla del ghosting. Todas las historias que suceden a mi alrededor y al de otros las he puesto en el papel y eso me ayuda a digerir ciertas decepciones o, quizás, desencuentros. Es una canción que me devuelve al sonido pop-folk que necesitaba en mi vida y que se ha ido desdibujando. Volver a eso me ha llevado al centro, otra vez», nos confiesa.

Blas Cantó. (Foto: Gtres)

Los parones en la música son algo mucho más común de lo que parece, siempre bajo algún motivo de fuerza, y nos produce curiosidad el porqué de la decisión del murciano. «A veces, los parones son por voluntad propia y otras veces no. El último que he tenido no ha sido por decisión propia y es frustrante. Tienes el material para salir, a gente esperándote, pero no recibes respuesta. De esto también habla No me conoces y me ha servido para trabajar mi paciencia». En esta industria todo es complicado. Muchas veces los artistas no hacen lo que realmente quieren y eso los convierte en un producto. Hay algunos que optan por ello, con un objetivo de fama o reconocimiento, pero todo tiene su motivo.

Blas Cantó es fiel a sí mismo y a lo que quiere hacer, algo que no siempre está bien visto, y eso puede llevar al no entendimiento por parte de la galería. Nos confiesa que en este mundo, cuando los equipos son muy grandes, hay mucho dinero de por medio y las opiniones abundan, es complicado dar un golpe en la mesa para decir «esto es lo que yo quiero hacer».  Todo tiene un resultado y es que, al final, puede gustar a mucha gente, pero no es algo que te represente en absoluto. Como bien nos dice: «¿De qué sirve tener tantas canciones con grandes presupuestos si eso no eres tú? Creo que el público se da cuenta». Existe una fina línea entre un cantante auténtico y un producto. Hay gente que está bien construida con vestuario y una imagen estudiada, pero como hablamos con el cantante, la cuestión de todo esto es «¿De verdad son felices?». Él lo tiene claro: «A veces me pregunto cómo quiero que me recuerden y quiero que lo hagan de forma real, por eso hago lo que siento».

Blas Cantó. (Foto: Getty)

El videoclip es una parte esencial de este tema, una obra de arte visual digna de ver, a la que invitamos a todo el mundo a verla. «La historia ya está contada realmente. Este video se grabó en Gran Canaria y fue alucinante descubrir el palacete que sirvió de escenario. Tener la oportunidad de unir el ghosting y colarte en una boda en la que la gente te mira por encima del hombro es algo único. Fue una autoproducción, lo creamos nosotros y, de verdad, ha sido algo muy satisfactorio», nos confiesa emocionado.

Pocos cantantes hay que llevan la música en las venas como pasa en este caso, una carrera de más de dos décadas con un artista que pertenece al micro y a los escenarios, alguien con esencia real y auténtica como es Blas Cantó. Le preguntamos: «¿Qué le dirías al tú de pequeño?», y a ello nos contesta: «La que te espera, eh (se ríe). Lo que le diría es que vienen grandes cosas, que va a conocer gente increíble y otros que le decepcionarán. Pero eso los tiene que usar para aprender. Mi música la baso en la melancolía, la decepción y la pérdida. Realmente, bailo el dolor», confiesa.

Blas Cantó. (Foto: Getty)

A pocas horas de ver a Melody representarnos en el Festival de Eurovisión 2025 con la canción Esa diva, hablamos con el cantante sobre su experiencia en el concurso. «Para mí supuso cumplir el sueño de un niño. Puede sonar pretencioso, pero yo no soñaba con ir a Eurovisión. Yo me visualizaba haciéndolo. Cuando tienes tan claro lo que quieres y lo consigues, es wow. Recuerdo estar en el escenario, antes de comenzar. Yo empezaba a capella, y todos vieron cómo lo estaba pasando. Empecé a cantar y pensé en la gente que me estaba viendo a través de la cámara. Les daba las gracias por regalarme ese momento… Exactamente a 300 millones de personas, pero pensaba más en los que me vieron crecer».

Blas Cantó. (Foto: Getty)

A diferencia de muchas voces, la suya es fiel. Blas Cantó no sólo es cantante, es artista, compositor y un talento natural que ha sido capaz de regalarnos historias narradas a través de su voz que nos han traspasado el alma. Su trabajo es un ejemplo de constancia y su bondad es una virtud de la que muchos carecen y es un gran tesoro. En definitiva, a pesar de ser una de las voces más representativas de nuestro país, mantiene los pies en la tierra, a través de una humildad real y una personalidad única. Un cantante que hace honor a la definición de la palabra, sin ser un producto comercial.

Blas Cantó. (Foto: Getty)