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El tratamiento estético de María Pombo para acabar con el efecto ‘doble tripa’

(Foto: María Pombo)

En dos días, el 19 de junio, la pequeña Vega cumplirá su primer añito. La segunda hija de María Pombo llegó al mundo antes de tiempo y eso llevó a que tuviera que nacer por cesárea. La influencer desde el primer momento contó que su recuperación estaba siendo más lenta que con su primer hijo, Martín, y hace poco nos confesaba a través de sus redes sociales que se estaba sometiendo a un tratamiento estético: «Me he propuesto volver a cuidarme la cicatriz de la cesárea». Te contamos qué se está haciendo y hablamos con una doctora especializada en medicina estética para que nos explique en qué consiste y si hay otras alternativas incluso mejores.

A través de sus redes, María Pombo nos cuenta que se está sometiendo a un tratamiento estético para mejorar la cicatriz de la cesárea y señala que tiene adherencias en un extremo de esta.

«Aparte de ser incómodo, estéticamente me hace una doble tripa que no me gusta», confiesa la influencer.

(Foto: Freepik)

El tratamiento que se está haciendo María es radiofrecuencia, en concreto Indiba, y la Dra. Elena Moreno Luna, médico estético de Clínica FEMM, nos explica que ayuda a la reparación celular, oxigenando y mejorando el flujo sanguíneo en la zona.

La doctora detalla que son recomendables al menos unas diez diez sesiones, eso sí siempre y cuando se haya terminado la lactancia. Estas sesiones se pueden dar seguidas, una por día. «Además de la reparación celular, Indiba nos ayuda también a generar muchísimo colágeno, lo cual favorece que la piel se reafirme», explica Moreno Luna.

(Foto: María Pombo)

La alternativa a la Indiba de María Pombo

Además, de Indiba, la doctora destaca la carboxiterapia como otro tratamiento efectivo para tratar cicatrices, como la de cesárea. «Al infiltrar CO2 en la zona de la cicatriz, favorecemos la restauración del flujo sanguíneo y mejoramos la oxigenación de los tejidos», explica Elena y señala que «este tratamiento también debemos hacerlo una vez que termine la lactancia y en diez sesiones como mínimo».

(Foto: Freepik)

Después de una cesárea, el cuerpo inicia un proceso de cicatrización para reparar los tejidos cortados durante la cirugía. Este proceso puede llevar a la formación de tejido cicatricial no sólo en la superficie de la piel, sino también en los tejidos internos, ocasionando, como señala María Pombo el efecto de «doble tripa».

«Según el tipo de cicatriz, se debe aplicar un protocolo específico»

Según la Dra. Elena Moreno Luna otra gran opción es Morpheus 8. También se basa en la radiofrecuencia, aunque en este caso es bipolar fraccionada, «por eso penetra en capas más profundas de la piel, causando un efecto regenerativo», explica.

A medida que el tejido cicatricial se forma, puede conectar órganos o tejidos que normalmente no están unidos, creando adherencias. Estas adherencias pueden provocar tirantez y restricciones en los movimientos de los tejidos internos.

(Foto: María Pombo)

La doctora nos cuenta que, según el tipo de cicatriz y sus características, se debe aplicar un protocolo específico, «aunque lo habitual es realizar tres sesiones espaciadas en unos dos meses cada una, una vez ha finalizado la lactancia materna».