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Cómo cuidar el pelo según tu edad: «A los 30 hidrata, a los 40 nutre y a los 60 repara»

(Foto: Adobe Stock)

A medida que pasan las décadas en el calendario, nuestro pelo va demandando unas y otras necesidades. Más allá de las huellas evidentes del paso del tiempo, como pueden ser las canas, a nivel interno el cabello también va experimentando el envejecimiento y su cuidado pide unos u otros productos para poder mantenerse sano. La clave de un envejecimiento saludable en un cabello reside en saber detectar a tiempo esas respuestas y suplir la demanda. Por eso, hemos hablado con una experta sobre cómo debemos adaptar el cuidado capilar de los 20 a los 60 años.

Ver la primera cana suele ser el primer síntoma evidente de que envejecemos. Hablando en plata, y nunca mejor dicho, las canas asustan. Es normal, pero hay dos formas de enfrentarlo: o con una crisis existencial frente a la evidencia de que cumplimos años (que no es la opción más aconsejable) o como un aviso de que nuestro pelo cambia, y hay que responder a ello. Por lo que sea, nos vamos a quedar con esta segunda opción y también con el consejo de que no hay que esperar a las canas.

(Foto: Pexels)

Este es el ejemplo más evidente, porque es el que podemos ver a simple vista y el que nuestro cabello evidencia, pero cuando preguntamos a los expertos, nos advierten de que una cana no es la alarma que activa nuestro cuidado capilar. Miriam Bermejo, fundadora y directora del Salón Dotti, nos avisa de que el cuidado de cada cabello debe responder al cuidado capilar que demanda nuestra melena con la edad.

Por ser más prácticos y aterrizarlo con otro ejemplo que aplicamos en nuestro día a día: el cuidado capilar es como el skincare. ¿A que los activos que incluyes en la rutina para el cuidado de tu piel varían con la edad? Pues bien, esto es igual pero aplicado a la rutina capilar. Así que empezamos con la guía:

20-30 años

«La mayoría de los ‘pecados capilares’ a esta edad vienen de la estética: planchas, secadores sin protección, mechas y recogidos muy tirantes»

Si hablamos de calidad del pelo, las décadas de los 20 y los 30 años son los años dorados. «En esta etapa el cabello suele estar en su mejor momento: fuerte, con buena densidad, brillo natural y crecimiento rápido», apunta Miriam Bermejo. Y, contradictoriamente, en su mejor momento es cuando más lo maltratamos. 

Foto: Pinterest

Hasta el punto en el que la mayor amenaza de nuestro cabello en esta edad viene de nuestra propia mano. «La mayoría de los «pecados capilares» vienen de la estética: planchas, secadores sin protección, decoloraciones, mechas, tintes fantasía y recogidos muy tirantes», explica Bermejo.

  • Recomendación de experta:

Entre la guía básica de cuidado capilar en esta edad se encuentra, principalmente, el protector térmico, dado que las planchas y el secador son su mayor amenaza. Este producto debe aplicarse «siempre antes del calor», subraya Miriam Bermejo. También debe incorporarse a la rutina la exfoliación capilar «una vez al mes para un cuero cabelludo sano». 

No podemos librarnos de las mechas, pero sí podemos saber cómo elegir el color de la forma más saludable para el cabello. En este caso, «si se quieren teñir o cambiar el color, siempre ir a baños de color que son coloraciones semipermanentes que se van yendo con los lavados y no castiga tanto el pelo, o unas finas mechas babylights si queremos aclarar y aportar luz y movimiento al cabello», matiza. 

40-50 años

«Los tintes frecuentes para cubrir las canas se convierten en una de las mayores amenazas en la salud capilar»

Entre los 40 y los 50 años, el cuerpo (especialmente el femenino) experimenta cambios hormonales que se reflejan en el cabello, entre ellos, la caída capilar. «Comienza a perder grosor, aparece el encanecimiento, el cuero cabelludo se vuelve más sensible y la fibra puede sentirse más seca», explica Miriam Bermejo.

La Reina Letizia. (Foto: Getty)

Y las famosas canas, donde encontramos que los tintes frecuentes para cubrirlas se convierte en una de las mayores amenazas en la salud capilar. Acompañada del estrés «que acelera la caída», explica la directora de Salón Dotti.

  • Recomendación de experta:

Para combatir la pérdida de nutrientes del cabello, Miriam Bermejo recomienda el uso de champús y lociones con biotina, niacina, cafeína o ginseng «para estimular el folículo». Esta rutina puede completarse con mascarillas ricas en ácido hialurónico y ceramidas para hidratar en profundidad.

Foto: Pinterest

«Y dentro de nuestros servicios, incluir de manera periódica tratamientos intensivos». En este caso, encontramos en Salon Dotti tratamientos como Total Reset, Su fórmula de cuidado capilar contiene una proteína vegetal hidrolizada que se inyecta en la fibra capilar aportando resistencia, glicerina. Actúa en el cabello devolviéndole su flexibilidad y ph ácido y ácido cítrico y sellando la cutícula blindando el tratamiento y el color del cabello, además de protegerlo frente a futuros daños.

Otros que también pueden ayudar son los baños de colágeno para la caída, ya que proporciona los nutrientes y vitaminas necesarias para el crecimiento del cabello, fortaleciendo los folículos pilosos y promoviendo el crecimiento de cabello nuevo. 

A partir de los 60 años

«Un buen corte estructural aporta volumen visual, sin peso que tire del pelo y lo debilite»

En esta edad nos adentramos en la época más crítica para la melena. En el momento en el que el cabello «es más fino, frágil y pierde densidad. Las canas ya predominan, y con ellas, la sensación de mayor sequedad y menor brillo». Entrando en uno de los momentos más decisivos para el pelo, ya que el daño proviene del propio afinamiento natural de la fibra.

También afectan a la salud capilar «la pérdida de melanina que cambia textura y hace el pelo más poroso», así como la aplicación de «tintes agresivos o rutinas de lavado demasiado fuertes», apunta Bermejo.

Andie MacDowell. (Foto: Getty)
  • Recomendación de experta:

El cuidado capilar debe centrarse en «tratamientos intensivos sobre todo Botox Capilar o baño de colágeno» para rellenar la fibra. Además, en caso de querer cubrir las canas, Miriam Bermejo recomienda optar por «tratamientos de color suaves que ayuden a cubrir canas sin resecar. También recomendamos mucho las mechas estilo «luz frontal», para que se les camufle la cana y les aporte luz al rostro». Y, fundamental, «un buen corte estructural que les aporte volumen visual, sin peso que tire del pelo y lo debilite».