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Cayetano Rivera se despide de Sevilla con un traje de valor incalculable (y no es el de Eva González)

Cayetano Rivera en la Maestranza. (Foto: GTRES)

Cayetano Rivera ha vivido una de las corridas más especiales (y emotivas) de su carrera. En la Real Maestranza de Sevilla, el torero se despidió del ruedo sevillano con un gesto lleno de simbolismo que no ha pasado desapercibido: se vistió con un traje de luces púrpura y plata que perteneció a su bisabuelo, el torero Cayetano Ordóñez, Niño de la Palma. Un homenaje íntimo y familiar con el que quiso rendir tributo a un siglo de dinastía y pasión por la tauromaquia. Recordamos este traje de luces y el que diseñó la que fuera su mujer, Eva González, en 2016.

«Hoy me despido de Sevilla como Torero», escribió en Instagram, acompañando la publicación de un emotivo vídeo en el que compartía estas palabras: «Bisabuelo Cayetano… 100 años de Dinastía nos separan. Cada uno fiel a su sentimiento, a su sello y Tauromaquia. Pero mi traje, he decidido que sea el mismo que tú llevaste en tu día. Por respeto, por cariño y por nostalgia».

La elección del traje no fue casual. Este tipo de prendas, que normalmente descansan en armarios, vitrinas o museos, rara vez vuelven a pisar el albero. En este caso, Cayetano convirtió la reliquia en símbolo, reviviendo a través de su propia figura la historia que lleva escrita en la sangre. No era sólo su última corrida en la Maestranza, era una declaración de identidad, una manera de cerrar el círculo.

Cayetano Rivera ante la atenta mirada de su hermano, Kiko Rivera, en la Maestranza. (Foto: GTRES)

Aunque el traje jamás se subastará (al menos por voluntad del torero), su valor es incalculable. No sólo por su antigüedad o confección artesanal, sino por el peso histórico y emocional que contiene. Para entender su dimensión, basta con recordar que hace unos meses se subastó en Madrid una chaquetilla del legendario Manolete por 28.000 €. Y eso, sin contar con el vínculo directo y familiar que en el caso de Cayetano eleva el significado muy por encima de cualquier tasación.

El traje goyesco de Cayetano Rivera que diseñó Eva González

El púrpura y plata elegido para la despedida se une así a la lista de trajes simbólicos que han marcado la carrera del torero. No es el único con valor sentimental. En 2016, su entonces mujer, Eva González, diseñó para él un traje inspirado en el Tajo de Ronda con motivo del décimo aniversario de su alternativa. «Esta maravillosa ciudad a la que he aprendido a amar y sentir mía gracias al amor que él siente por ella”, escribió la presentadora en redes. Ese gesto, también cargado de emoción, es otro de los hitos íntimos en su vida pública.

Pero esta vez, Cayetano eligió mirar más atrás. No al amor romántico, sino al amor de linaje, de vocación heredada. En una plaza tan ligada a su historia como la Maestranza, eligió fundirse con su pasado para escribir su propio epílogo como torero. Porque a veces, el mejor homenaje no está en las palabras, sino en el silencio de un paseíllo con historia, vestido con el alma de quienes abrieron camino.