Beatriz Claro: «La colección nace de los años 20 y 90, el exceso y rebeldía definen su estética»
En la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, el corazón del evento late con fuerza en su rincón más vibrante: el backstage. Allí, donde el arte y la adrenalina se funden entre costuras finales y miradas expectantes, nos recibe Beatriz Claro, la mente creativa detrás de Claro Couture. En un ambiente cargado de emoción (más cercano al entusiasmo que a los nervios, según nos indica ella misma), la diseñadora se muestra serena y confiada. «Los nervios ya pasaron, la colección está lista, las modelos están espléndidas… ahora solo quedan las ganas de que todo el mundo lo vea», comparte con una sonrisa que revela el orgullo por lo que está por suceder.
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La colección Primavera-Verano 2026 de CLARO Couture
«‘Rosé Noir’ no sólo viste el cuerpo: lo celebra»
La nueva propuesta de Claro Couture para la temporada Primavera-Verano 2026 lleva por título Rosñe Noir, y se alza como una declaración de intenciones: una oda al exceso depurado, a la elegancia provocadora y a la feminidad poderosa. Con una narrativa que fusiona sensibilidad y audacia, esta colección redibuja los contornos del glamour con una mirada contemporánea que navega entre el lujo clásico y la libertad del cuerpo.
Inspirada en dos décadas aparentemente opuestas pero sorprendentemente conectadas, los años 20 y los 90, Rosñe Noir encuentra su alma en la tensión creativa entre el esplendor estructurado del Art Déco y la energía cruda de las raves noventeras. Beatriz Claro lo resume con precisión: «Ambas épocas comparten un espíritu de exceso y rebeldía, y desde ahí nace la estética». Así, la colección se convierte en un viaje estilístico entre la sofisticación del cabaret y el desenfado de la contracultura.
«La sensualidad y la elegancia pueden ir de la mano, no tienen por qué estar enfrentadas»
Esta dualidad se expresa en 42 looks que celebran el contraste: mini vestidos escultóricos, blazers con cinturas marcadas, pantalones de corte impecable, y una diversidad de vestidos que oscilan entre el minimalismo satinado y los bordados escénicos. La silueta se vuelve protagonista, exaltando curvas y reivindicando el poder de una sensualidad elegante y atemporal. «La sensualidad y la elegancia pueden ir de la mano, no tienen por qué estar enfrentadas», afirma la diseñadora, reafirmando así el mensaje central de esta colección.
La paleta de colores refuerza esta visión: tonos suaves como el rosa pálido, verde menta y amarillo vintage se entrelazan con la sobriedad eterna del blanco nupcial y el negro absoluto. Los tejidos elegidos (muselinas etéreas, croché bordado con cristales, crepés satinados y sedas envolventes) acarician la piel con delicadeza, mientras los acabados artesanales elevan cada pieza a un nivel sublime de detalle. Galones bordados a mano, texturas ricas y brillos contenidos hacen de cada prenda un testimonio de la dedicación y la maestría artesanal de la firma.
«Una nueva forma de entender la moda: como un espacio donde lo clásico puede dialogar con lo transgresor»
ROSÉ NOIR no sólo viste el cuerpo: lo celebra. Entre romanticismo empolvado y rebeldía sofisticada, esta colección plantea una nueva forma de entender la moda: como un espacio donde lo clásico puede dialogar con lo transgresor, donde el exceso se estiliza y donde cada mujer encuentra una forma de expresión íntima, potente y radicalmente bella.
Así, bajo las luces de la pasarela madrileña, Claro Couture no sólo presentó una colección, sino una declaración estética. Las noches de ahora en adelante se vestirán de rosa, y en ellas resplandecerá una feminidad que no teme ser delicada ni feroz. Rosé Noir es, en definitiva, el lujo de atreverse.