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La casa de ‘El verano en que me enamoré’: cuánto cuesta y dónde está

(Collage: COOLthelifestyle)

Imagina abrir los ojos con el murmullo de las olas, caminar descalza por una terraza frente al mar y ver cómo los primeros rayos del sol doran los cabos del muelle. Esa es la atmósfera que rodea la casa de playa de los Fisher en El verano en que me enamoré. La serie nos transporta al ficticio Cousins Beach, un rincón costero donde Belly, Isabel Conklin, pasa sus veranos y vive intensamente el amor, la amistad, los secretos y los cambios que trae la juventud.

Pero, ¿y si te digo que esa casa no es sólo una ilusión cinematográfica? Que parte de ella existe, aunque como residencia privada, y que ha cautivado a fans, curiosos y a quienes sueñan con vivir un pedacito de ese romanticismo costero.

(Foto: Amazon Studios)

La casa de ‘El verano en que me enamoré’

Aunque Cousins Beach es un escenario ficticio, la casa de los Fisher fue en buena parte materializada en el mundo real. Las tomas exteriores, fachada, muelle, piscina, jardín, se rodaron en Wilmington, Carolina del Norte, dentro de la comunidad privada Porters Neck Plantation, una urbanización cerrada con campos de golf y zonas costeras.

El equipo buscó un equilibrio muy preciso: debía parecer una casa veraniega, cálida, que invitara a caminar con los pies arenosos sin esfuerzo, pero sin caer en el exceso de lo ostentoso. La arquitectura se ve como un Cape Cod costero, con revestimientos tipo shingle, columnas blancas, amplias ventanas que abren al paisaje, un muelle hacia la costa, jardines cuidados y una piscina infinita.

Los interiores, en cambio, fueron en gran parte recreados en estudios de rodaje. Solo la pintura exterior y los exteriores sirvieron como contrapunto real.

(Foto: Amazon Studios)

La casa de ‘El verano en que me enamoré’ en cifras y estimaciones

Acercarse al valor real de la casa de El verano en que me enamoré no es sencillo, porque se trata de una vivienda privada que no está actualmente en venta, pero existen algunas pistas que permiten hacerse una idea. Situada en Porters Neck, una exclusiva comunidad cerrada en Wilmington, fue construida en 2005 y cuenta con unos cinco dormitorios, seis baños y más de seiscientos metros cuadrados habitables.

A eso se suman una piscina infinita que se funde con el horizonte, un muelle privado desde el que se puede ver caer el sol sobre el canal, un jardín cuidado al detalle y unas vistas que parecen pintadas para una historia de verano.

(Foto: Amazon Studios)

En 2011 cambió de manos por alrededor de un millón y medio euros, una cifra que hoy resultaría impensable si tenemos en cuenta el crecimiento del mercado inmobiliario en las zonas costeras de Carolina del Norte, el valor de las propiedades frente al mar y, por supuesto, el atractivo añadido que le da ser escenario de una serie de éxito mundial. Distintas estimaciones apuntan a que su precio actual podría rondar los dos millones, aunque algunos cálculos lo elevan aún más, sobre todo si se considera el contexto de 2025, el impacto de la inflación y el prestigio que arrastra su fama televisiva.

En foros de fans y comunidades online hay quien se atreve incluso a compararla con las mansiones de Cape Cod, la localización original en los libros, donde una casa similar podría alcanzar los cuatro millones y medio o más, aunque eso ya entra en el terreno de la especulación. Lo cierto es que, con todos estos factores sobre la mesa, una valoración razonable hoy situaría esta joya costera entre 1,5 y 2,5 millones de dólares.

(Foto: Amazon Studios)

Lo que no se ve: intimidad, riesgos y mística

Más allá del valor monetario, esta casa despierta fascinación por lo que representa. En la serie, es un personaje más: es el escenario donde Belly crece, donde los conflictos estallan, donde las flores descansan junto a sus recuerdos de infancia, donde los secretos familiares viven bajo las vigas del techo. En los guiones se menciona incluso que la casa está a la venta, un momento de tensión emocional,  lo que refuerza su significado simbólico.

También es importante reconocer que, como residencia privada, la casa no está abierta al público. Visitarla implica respeto hacia sus ocupantes. Muchos fans solo logran capturar tomas exteriores vistas desde la distancia.

(Foto: Amazon Studios)