La representación de la Leyenda de Sant Jordi en Casa Batlló
Feliz Día del Libro y feliz Día de Sant Jordi. Hoy en COOL queremos celebrar este día de una forma especial. Por ello, cada una de nuestra secciones están dedicadas a recomendaciones de lecturas: desde lifestyle, pasando por coolman, hasta wellness.
Hoy en arquitectura hemos hecho una selección de algunos de los mejores libros de esta categoría que no deben faltar en tu biblioteca. Pero lo cierto es que no queríamos terminar aquí…
Antes de que empieces a leer este artículo me gustaría recomendarte que echases un vistazo a la Leyenda de Sant Jordi, ya que te inspirará mucho más esta construcción si conoces su procedencia.
¿Te la has leído?
Historia y leyenda se dan la mano en una de las fiestas más románticas e icónicas de España: el Día del Libro y la leyenda de Sant Jordi. Fue concretamente esta última la que llamó la atención del maestro y arquitecto Antoni Gaudí, quien quiso dejarla plasmada en una de sus casas más emblemáticas: Casa Batlló. La construcción está situada exactamente en el número 43 del paseo de Gracia de Barcelona.
La espada, el dragón, la princesa… Si te gustan las construcciones mágicas, sigue leyendo y no te lo pierdas.
Casa Batlló
Construida entre 1904 y 1906, es la única obra modernista de las que hiciera Gaudí al 100%, es decir, pertenece a su etapa naturista. Se ha convertido en Patrimonio Mundial de la UNESCO y en la actualidad pertenece a la familia Bernat, quienes la restauraron y permitieron su visita en 1995.
La mítica leyenda de Sant Jordi se encuentra representada e inspirada sobre todo a través de la fachada y en dos espacios concretos de su interior.
En la azotea, el lomo del dragón cobra vida con las tejas de cerámica en forma de escamas y es atravesado por la Cruz de cuatro brazos que evoca la espada triunfante de Sant Jordi.
El último piso está dotado con un balcón en forma de flor inspirado en el balcón de la princesa.
En los pisos inferiores, se sitúan los restos de las víctimas del dragón a través de los balcones en forma de calaveras y las columnas de la tribuna que se asemejan a los huesos.
En el vestíbulo privado de acceso a la vivienda de la familia Batlló, se ubica una escalera cuyos remates recuerdan a las vértebras de un animal y que, según la cultura popular, podría referirse al espinazo de la cola del dragón.
Por último, en el desván, la sala principal de arcos catenarios evoca a la caja torácica de un animal de grandes dimensiones.
Los cristales son policromados, al igual que la cerámica de las tejas y la fachada trencadís, y aquí quizá otro enlace con San Jorge, su madre se llamaba Policromía.