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Julio Iglesias compra la finca del ex alcalde de Orense: «Galicia es lo que soy cuando nadie me ve»

(Foto: GTRES/Julio Iglesias)

Por fin ha llegado el momento. A los 81 años, Julio Iglesias, el cantante español más universal, vuelve a sus raíces para cumplir una promesa silenciosa que le ha acompañado toda la vida: regresar a Galicia, la tierra de su padre, y hacer de ella su hogar eterno. Julio Iglesias siempre ha sido un hombre de mundos, de océanos cruzados, de estadios llenos y aviones privados. Ha cantado en 14 idiomas, vendido más de 300 millones de discos y recorrido todos los rincones del planeta. Pero detrás del mito, del artista que llenó el Madison Square Garden o sedujo a Sinatra, había un hijo gallego que nunca olvidó de dónde venía.

Ahora, el intérprete de Un canto a Galicia (una de las canciones más emblemáticas de su carrera y un homenaje directo a su progenitor, Julio Iglesias Puga, conocido popularmente como Papuchi) ha decidido hacer realidad aquel sueño familiar.

Julio Iglesias regresa a Galicia

Julio Iglesias ha adquirido una impresionante propiedad en Piñor, una zona residencial exclusiva a las afueras de Orense. La finca, que pertenecía al ex alcalde Manuel Cabezas, cuenta con más de 900 metros cuadrados construidos, un lago artificial, amplios jardines y está siendo objeto de una profunda remodelación para convertirse en su refugio definitivo.

La vivienda, según fuentes locales, está siendo adaptada con todo tipo de comodidades: desde accesos privados hasta la posible habilitación de un helipuerto, además de la compra de terrenos colindantes para garantizar la máxima privacidad. Aunque el entorno mantiene la estética tradicional gallega de piedra y vegetación frondosa, las obras se centran en acondicionar el interior con estándares internacionales: domótica, aislamiento acústico, y un estudio personal donde el artista podría, incluso, grabar algunas piezas inéditas que aún guarda en el cajón.

El cantante en la piscina de su casa de Miami. (Foto: Julio Iglesias)

Su entorno más cercano no descarta que Julio Iglesias aproveche su retiro para escribir unas memorias definitivas, o al menos, revisar el guion de la serie biográfica que está en desarrollo y con la que pretende contar, según sus propias palabras, «toda mi verdad».

Más que un capricho: una deuda emocional

Este regreso no es un simple capricho inmobiliario ni una estrategia de inversión. Es, más bien, una deuda emocional que el cantante salda con sus orígenes. Julio Iglesias siempre ha manifestado una conexión especial con Galicia, a pesar de haber nacido en Madrid. Su padre, natural de Orense, le hablaba con frecuencia de la tierra, de sus paisajes, de la gente. Aquella herencia emocional se convirtió en una suerte de brújula espiritual a lo largo de su carrera.

«Galicia es mi raíz. Es lo que soy cuando nadie me ve», declaró en una entrevista antigua, donde confesaba que, a pesar de tener residencias en Miami, Punta Cana o Marbella, nunca había sentido la paz interior que le provocaba caminar entre los bosques gallegos, al olor de la lluvia y la tierra mojada.

Aunque lleva años alejado del foco mediático, el cantante mantiene una vida familiar sólida. Su esposa, Miranda Rijnsburger, y sus cinco hijos menores han sido fundamentales en esta nueva etapa. También ha recuperado el vínculo con sus hijos mayores, como Enrique Iglesias, quien ha declarado en más de una ocasión que «su padre es un referente, aunque prefiera vivir en un mundo más privado».

Captura de la finca tomada de Google Maps. (Foto: Google Maps)

El pasado mes de septiembre, con motivo de su 81 cumpleaños, sus hijas gemelas, Cristina y Victoria, le dedicaron emotivos mensajes en redes sociales, reivindicando la figura de un hombre «sensato, cariñoso y sabio», que ha sido «mucho más que un artista».

Un regreso con impacto

El regreso de Julio Iglesias no pasa desapercibido en Galicia. Para muchos vecinos de la zona, la presencia del cantante puede suponer un pequeño terremoto mediático y económico. Desde la revalorización de la zona hasta el aumento del turismo emocional, que buscará acercarse al entorno donde el ídolo ha decidido cerrar el círculo.

El cantante en su casa de Miami. (Foto: Julio Iglesias)

«Esto no es Miami, pero para Julio sí es el paraíso», afirma un vecino de Piñor. Y razón no le falta. Iglesias no ha elegido el lujo ostentoso, sino la conexión con la tierra, la nostalgia y la calma.