Arquitectura

Los falsos iglús creados en el Ártico en homenaje a los inuit

Foto: Yongwook Seong

Durante más de un milenio, los inuit han habitado en las áreas árticas y subárticas, que incluyen las actuales regiones del norte de Canadá. Los inuit celebran historias enriquecidas que han sobrevivido durante mucho tiempo en el duro entorno. Hoy en día, las culturas y tradiciones inuit se han mantenido resistentes con un activismo político activo y movimientos de renovación cultural. A modo de homenaje, el diseñador Yongwook Seong intenta imaginar una arquitectura ártica y subártica inspirada en las tradiciones inuit. Es el lugar donde se crea todo ser animado e inanimado. Cada entidad está ligada a la tierra. Asimismo, un ser humano está profundamente apegado a la tierra y, por lo tanto, se le dice que la trate como parte de sí mismo. Hoy en COOLthelifestyle te mostramos los 10 iglús ficticios que conforman la serie de homenajes a los inuit del diseñador Yongwook Seong a los inuit. 

Iglús ficticios

Bóveda de Nunangat

La bóveda cubierta de nieve conduce a un archivo de narraciones y tradiciones del Ártico/Subártico. La entrada en forma de canal auditivo invita a los visitantes a las ricas historias orales de las culturas y tradiciones inuit.

Foto: Yongwook Seong

Casa Amauti

Amauti (parka) se convierte en una casa en su lugar de entierro.

Foto: Yongwook Seong

Nanuq Den

Nanuq u oso polar, es un espíritu muy apreciado entre los inuit. Cuando Nanuq entra en una casa (guarida), se quita la piel y se transforma en un ser humano dentro de la casa.

Foto: Yongwook Seong

Ijiraq

Ijiraq se convierte en un caribú gigante para atraer y cazar a otro caribú. Ijiraq es un ser mítico que puede transformarse en cualquier forma. Sería bastante difícil discernirlo, ya que pueden estar disfrazados de animales o humanos.

Foto: Yongwook Seong

Observatorio Issitoq

Issitoq (un ojo volador en el mito inuit) aterriza en el suelo en busca de rompedores de tabúes.

Foto: Yongwook Seong

Observatorio Issitoq

La ballena Arviq (de Groenlandia) ha sido durante mucho tiempo un ser invaluable para los inuit. Como uno de los seres favoritos del creador en la mitología inuit, proporcionó a los inuit valiosos recursos para sobrevivir. El pabellón celebra el regreso de Arviq y la abundancia de vida marina.

Foto: Yongwook Seong

Casa Aiviq

Aiviq (morsa) se convierte a sí mismo en una casa.

Foto: Yongwook Seong

Esta cabaña de nieve ofrece un espacio cálido e íntimo para observar las estrellas.

Foto: Yongwook Seong

Casa ceremonial

La música y la danza elevan a los inuit y su espíritu, y son un medio para trascender su mundo físico y comunicarse con reinos y seres sagrados.

Foto: Yongwook Seong

¿Qué te han parecido estos iglús?