Los 6 trucos infalibles (y sencillos) para mantener tu casa fresca en verano
Por desgracia no todo el mundo puede afrontar las fuertes rachas de calor en casa de la misma manera. Entre sitios de costa, grandes ciudades, bajos, áticos… Por no hablar de quienes no soportan el aire acondicionado para rebajar el calor. Lo que sí que tienen todos los hogares en común es que pueden tomar una serie de medidas y de trucos con los que conseguir sobrellevar las altas temperaturas de la mejor manera posible. Desde el cambio de armario hasta el uso de plantas, consigue refrescar tu casa en verano siguiendo estos sencillos pasos.
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Opta por tejidos naturales
Acertar con la elección de las telas es un aspecto fundamental a la hora de determinar el éxito del descanso ante las altas temperaturas. Y en este sentido, no cualquier tejido es apto para enfrentar el calor ni cualquiera puede ayudarte a refrescar tu casa.
Lo primero es tener en cuenta que los tejidos vegetales proporcionan una solución fresca y transpirable. De modo que tejidos como el algodón o el lino se imponen como la mejor solución para sustituir nuestra ropa de cama.
Colores que huelan a verano
El juego con las telas no es algo que debamos limitar sólo al dormitorio, ya que en el salón también son un elemento de decoración abierto a las tendencias y el cambio de armario. Siguiendo en la línea de los tejidos naturales, incorpora estampados y colores más veraniegos recurriendo a las tendencias.
Este año, algunas de las opciones que más se están imponiendo son, a parte del mocha mousse, el amarillo mantequilla, el verde pistacho, el naranja melocotón, el tono arena cálida y el blanco puro. Junto a otros más potentes y vibrantes que entran dentro del espectro de los naranjas y los tonos rojos.
Ayúdate de las plantas
El hecho de que las plantas ayudan a crear oasis dentro de la vivienda abarca en cierta medida un sentido literal. Porque hay algunas especies de plantas que tienen la cualidad de, no sólo purificar el aire, también refrescar tu casa y las diferentes estancias ya que influyen en la climatización de los interiores. Entre ellas, el ficus es una de las más conocidas, que además solo precisa de riego dos veces por semana durante el verano.
Más sencillo aún es el cuidado y mantenimiento de la sanseviera: sólo precisa de un riego cada 20 días y debe ponerse en lugares en los que no esté expuesta al sol directamente. Un factor a tener en cuenta siempre es la ubicación de los hogares. Por ejemplo, en sitios de costa en los que la humedad es un problema que incrementa la sensación de calor, el espatifilo ayuda a mantener los niveles de humedad de los hogares, reduciendo la sensación de calor.
Elige las mejores horas para ventilar la casa
Entendemos que en verano hay que dejar que el sol inunde el interior de las viviendas. Pero cuando las altas temperaturas son un problema y quieres refrescar tu casa, conviene saber cuándo es mejor abrir las ventanas y cuándo cerrar las persianas. A la hora de ventilar la casa, lo mejor es hacerlo a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde, cuando las temperaturas son más bajas.
Algo diferente nos encontramos con las persianas. El momento del día para mantenerlas cerradas dependerá de las horas en las que el sol incide de forma directa en tu vivienda. Claro que lo mejor si vas a pasar todo el día fuera es anticiparse y dejar las persianas bajadas antes de salir de casa.
Las alfombras (aunque no lo parezcan) pueden ayudarte
Aunque en invierno nos encanta andar descalzos y disfrutar del tacto de las alfombras, en verano suele pasarse por nuestra mente el pensamiento intrusivo de deshacernos de ellas. Todo porque algo nos dice que solo influyen a crear un clima más cálido. Lo cierto es que eso es un error y es algo completamente contrario al efecto real.
Aparte de ser un recurso estético que nos permite dar una nueva vida a los diferentes espacios, las alfombras actúan como bloqueador térmico y ayudan a mantener la temperatura y, por tanto, refrescar tu casa. Tanto en invierno como en verano, especialmente aquellas elaboradas con lana o algodón, ya que son dos tejidos que absorben el calor del verano.
Cierra las puertas por el día
Las horas en las que el calor da a las diferentes estancias de la casa no son siempre las mismas. Pese a que haya algunas que no tengan solución a la incidencia del sol, podemos salvar de la ola térmica a las áreas más aisladas de la vivienda si cerramos las puertas por el día.
El mismo protocolo pero al contrario, lo haremos por la noche. Abre todas las puertas y aprovéchate de la ventilación cruzada para que el aire fresco llegue a todos los puntos de la casa. Esto es algo también importante a la hora de ventilar la casa y es que ninguna puerta puede estar cerrada si queremos que todas las áreas respiren por igual.
