El edificio ‘invisible’ en el desierto donde Cristiano Ronaldo ha pasado sus vacaciones
En un mundo donde la arquitectura brilla por su majestuosidad, hay un enfoque más sutil y natural: casas que se camuflan en el paisaje. En el corazón del árido desierto saudí y cercano a las ruinas de Mada’in Saleh surge una maravilla arquitectónica que desafía la percepción tradicional de los edificios: el Maraya Concert Hall. Una de las obras arquitectónicas más impresionantes para contemplar que existen. Y es que los paneles espejados que recubren la superficie exterior de esta enorme estructura cúbica de 9740 metros cuadrados, ubicada en las proximidades de la ciudad de Al-Ula, en Arabia Saudita, reflejan el desierto en toda su fachada, logrando que el edificio se camufle casi por completo si se mira desde lejos.
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El Maraya Concert Hall
El Maraya, que quiere decir espejo o reflejo en árabe, ostenta el récord Guinness al edificio espejado más grande del mundo. Pero, además de su disruptivo diseño y su inusual marca, es una pieza central en la cultura de la ciudad de Al-Ula. No solo por el valor arquitectónico e histórico de la zona que lo rodea, sino porque además cuenta en su interior con un monumental hall de entrada para albergar exposiciones y un teatro con capacidad para más de 500 personas donde se llevan adelante óperas, ballets, conciertos y toda clase de espectáculos.
A su oferta cultural se suma la culinaria, con un restaurante de lujo en su azotea, el Maraya Social, propiedad de Jason Atherton, un chef británico reconocido mundialmente y ganador de múltiples premios de cocina.
Su historia
La construcción del impresionante edificio fue un encargo de la Comisión Real de Al-Ula (RCU, por sus siglas en inglés), un ente gubernamental con el objetivo de convertir a la región ubicada al noroeste de Arabia Saudita en un destino turístico excepcional. El Estado saudí llegó a un acuerdo de conservación con Francia hace cuatro años, con el objetivo de aprovechar los recursos naturales e históricos del lugar para explotar el turismo y reducir la dependencia de la economía de la producción de petróleo.
Finalizado en 2019 en apenas dos meses y medio, el Maraya Concert Hall fue diseñado por el estudio arquitectónico italiano Giò Forma, en colaboración con Guardian Glass, una de las empresas fabricantes de vidrio más grande del mundo. El clima extremo de la región requirió del uso de 3000 paneles templados de UltraMirror, uno de los mejores productos de la fábrica de vidrio norteamericana, capaces de soportar los intensos vientos, las tormentas de arena y los cambios bruscos de temperatura característicos del desierto.
Arquitectura sostenible
El Maraya Concert Hall no es solo un espectáculo visual y acústico, sino también un ejemplo de sostenibilidad. En un entorno tan hostil como el que plantea el desierto, la eficiencia energética es crucial. Para mantenerse fresco en el calor abrasador del día y conservar el calor durante las frías noches del desierto, el edificio utiliza tecnología de vanguardia.
Los paneles solares fotovoltaicos se encuentran estratégicamente ubicados en la azotea para generar energía. También cuenta con sistemas de aislamiento de alta calidad y sistemas de refrigeración eficientes. Además, se recoge y almacena agua de lluvia para su uso en el riego de paisajes circundantes, lo que contribuye a la conservación del agua en una región donde este recurso es escaso.