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Decoración ‘boho’: la tendencia que arrasa en las casas más elegantes

(Foto: Armadillo)

Hubo un tiempo en que hablar de estilo boho evocaba sólo vestidos largos, chalecos de flecos y collares de conchas. Pero ese espíritu libre, cosmopolita y artístico ha traspasado la moda para instalarse (con paso firme y elegante) en la decoración de interiores. Ya no hablamos de boho como sinónimo de hippie desenfadado, sino como un lenguaje estético que mezcla autenticidad, artesanía y sofisticación. El nuevo boho, elevado al universo del lujo, es uno de los estilos más deseados en las casas con alma y carácter, la decoración soñada para 2025.

El estilo ‘boho’ llega a la decoración

El boho contemporáneo ya no es sólo acumulación de estampados y color. Es una manera refinada de combinar culturas, texturas y materiales nobles. El resultado es un interiorismo que habla de viajes, sensibilidad artística y aprecio por lo artesanal.

(Foto: Armadillo)

Eso sí, con un giro más sofisticado: fibras naturales sí, pero tejidas a mano en talleres de Marrakech o Oaxaca; cerámica, sí, pero firmada por un artista local; color, sí, pero equilibrado con una paleta cálida y orgánica.

No se trata de saturar, sino de componer: el lujo boho juega con el equilibrio perfecto entre exceso y contención.

(Foto: Baxter)

Las claves del ‘boho’ de alta gama

Materiales nobles y artesanía auténtica: en el universo boho high-end, la calidad lo es todo. Maderas macizas, lino lavado francés, cerámica de autor, mármol travertino, hierro forjado, piel curtida vegetalmente…

El valor no está sólo en el diseño, sino en el proceso de creación. Marcas como Loro Piana Interiors, con sus tejidos de cachemir y lino, o Baxter y Meridiani, que combinan diseño contemporáneo con alma artesanal, son referencia absoluta en este sentido.

(Foto: Erico Navazo)

Colores tierra con acentos sofisticados: la paleta boho en clave de lujo se construye sobre tonos terracota, arena, curry, verde oliva o azul petróleo. A ellos se suman pinceladas de dorado envejecido o cobre para aportar un toque de sofisticación sin perder calidez. Todo debe parecer natural, aunque detrás haya una cuidada curaduría cromática.

Muebles escultóricos y piezas únicas: en lugar de llenar el espacio, el boho de lujo lo trabaja desde lo esencial. Cada mueble cuenta. Un sofá de líneas suaves con tapizado de lino natural, una mesa de centro de madera tallada a mano, una silla con estructura de bambú japonés…

(Foto: Loro Piana Interiors)

Firmas como Gubi, Ethnicraft, Pierre Augustin Rose o Carl Hansen & Søn se convierten en aliadas naturales de este estilo. Sus diseños parecen sacados de una casa en Ibiza, Tulum o Jaipur, pero con el sello inconfundible de la exclusividad.

Objetos que cuentan historias: un espejo con marco vintage rescatado de un anticuario de Essaouira, una alfombra bereber auténtica tejida por mujeres del Atlas, una lámpara de cerámica hecha en Formentera… En el boho sofisticado no hay sitio para la decoración en serie.

(Foto: Rue Vintage 74)

Aquí reinan los objetos con alma. Tiendas como Cecilie Copenhagen Home, Casa González & González, Rue Vintage 74, The Apartment (Copenhague) o Loewe Home ofrecen verdaderas joyas decorativas.

Plantas como piezas escultóricas: la vegetación es clave, pero elegida con mimo. Una strelitzia, una fiddle-leaf fig o un olivo en maceta de barro sin esmaltar pueden transformar un rincón en una escena de revista.

(Foto: Serax)

El truco está en usarlas como parte del diseño, no como mero adorno. Complementarlas con maceteros de autor —como los de Henry Dean o Serax— puede marcar la diferencia.

Estancias con alma viajera

En un salón boho deluxe, los sofás se visten de lino, las paredes se decoran con cuadros abstractos o tapices textiles, y el suelo se cubre con alfombras traídas de India o Marruecos.

(Foto: Kelly Wearstler)

Los dormitorios apuestan por cabeceros tapizados, sábanas de lino belga, mesillas de inspiración colonial y lámparas colgantes de diseño.

Incluso en el baño se cuela esta estética: lavabos de piedra natural, espejos vintage, azulejos pintados a mano o textiles en tonos crudos.

(Foto: Rue Vintage 74)

Las terrazas y jardines, por su parte, se convierten en oasis bohemios con tumbonas de teca, faroles de latón, alfombras de exterior de firmas como Armadillo o GAN Rugs, y cojines bordados que parecen comprados en un zoco.

El toque de los interioristas

Muchos interioristas de renombre han abrazado este estilo sofisticado y orgánico. Estilistas como Kelly Wearstler, Martyn Lawrence Bullard o Beata Heuman reinterpretan el boho desde una mirada elegante, casi onírica. En España, el trabajo de Patricia Bustos o Erico Navazo explora esa mezcla entre artesanía, diseño contemporáneo y sensibilidad étnica.

(Foto: Loewe)