La casa en Islandia que nos hace querer vivir cerca del hielo
Dicen los que han viajado a Islandia que es uno de los rincones más enigmáticos de planeta. Su belleza salvaje, sus paisajes… Hacen que sea un lugar mágico al que viajar. ¿Y por qué no vivir? Hemos descubierto una fantástica casa de vanguardia, en mitad de Islandia, que hace que queramos hacer las maletas y mudarnos allí. Se llama Iceland House y aunque de momento sólo es un proyecto de ordenador, esperamos poder pronto mudarnos allí.
Estamos hablando de Iceland House, uno de los proyectos de la interiorista Charlotte Taylor, fundadora del estudio de imagen Maison de Sable. Una casa que le da importancia al exterior, porque como te decíamos, en Islandia el paisaje es completamente mágico. Iceland House tiene como protagonistas grandes ventanales para que entre la luz y la naturaleza. Su diseñadora, se inspira en el Postmodernismo y el Brutalismo… Y en arquitectos como Ricardo Bofill o Carlo Scarpa.
Y es que Iceland House se encuentra en una de las zonas más bellas de Islandia: Fjaðrárgljúfur. Un paraje increíble donde encontramos el cañón que da nombre a la zona. Un lugar verde que quita la respiración en fotografías… Y mucho más en persona. Es una de las zonas más visitadas del país no solo por su belleza, también por los rodajes que se han realizado en la zona. No nos extraña, no puede ser una zona más fotogénica. Lo que hace aun más especial vivir aquí.
Una casa muy especial porque está construida sobre pilares elevados, que se sitúan encima de un río. Un rincón enigmático que hace aun más mágica la propia casa. En su interior, espacios que le dan importancia a los materiales nobles como la madera. Además de los tonos tierra, que los encontramos en cada rincón: habitación, salón, cocina… Todo se mimetiza pasando, de alguna manera, desapercibida.
Iceland House es una casa minimalista y sencilla que le da protagonismo al exterior. Por eso encontramos tan pocos muebles dentro. Apenas lo justo y necesario, de diseño eso sí, para que seamos conscientes siempre del paisaje. Una casa para cocinar viendo las montañas. Para dormir con el ruido del río. Para disfrutar de los atardeceres desde el sofá. ¿Quién no quiere mudarse a Iceland House?