Bambú: el material arquitectónico del futuro
Que nuestra Tierra necesita un pequeño respiro es uno de los mensajes que debería calar en la sociedad en la que vivimos. De ahí que cada uno de los sectores, incluido el de la construcción, apuesten por modelos mucho más sostenibles. Y es que el bambú parece ser el material que da la respuesta ante el problema de la ecología, la contaminación visual y ante la creación de estructuras llamativas y originales para el ojo humano.
Aunque siempre ha formado parte de la arquitectura como instrumental de construcción, son los nuevos diseñadores y arquitectos los que apuestan con fuerza por el bambú como elemento estructural grandioso.
Capaz de combinar interiorismo y estructura en un mismo habitáculo, es el material más respetuoso con el medio ambiente y, además, ayuda a las personas a conectar con la naturaleza. Efecto que repercute directamente en la calidad de vida. Existen unas 1.400 especies documentadas de bambú repartidas por todo el mundo, de las que 900 crecen en el sudeste asiático.
Así, arquitectos, ingenieros y diseñadores han apostado a lo largo de la historia por el bambú en sus estructuras en Asia. En los próximos años, parece ser la tendencia del futuro que ya se está implantando en nuestros alrededores.
Un material con ventajas
Estas cañas cuentan con un rápido crecimiento; de ahí que triplique al rendimiento de la madera, y mejor que esta en cuanto a la desertificación del suelo y la deforestación. Siendo así biodegradable.
Ayuda a reducir las emisiones de CO2 si lo comparamos, por ejemplo, con el hormigón y dada su composición fibrosa, permite cortes longitudinales y transversales. Además de ser un material liviano que facilita su transporte sin perder la resistencia con la que cuenta.
El bambú supone uno de los materiales idóneos para la construcción de mobiliario, de estructuras y de decoración. Aportando una belleza única y natural propia de las tonalidades con las que nace cada caña.