Comisario Villarejo: «Un coronel me dijo que Ignacio González colaboraba mucho con el CNI»

Comisario José Villarejo

Cerdán.- Los lectores de OKDIARIO se preguntarán: ¿por qué esa animadversión? ¿Quién desenfundó antes de los dos: usted o el general?

Villarejo.- El enfrentamiento, probablemente enfermizo, es un tema que los psiquiatras lo tratan, de este general de no sé cuantas estrellas. Este señor empieza el tema porque hay una operación para desprestigiar a la Policía, que se llama ‘Operación Emperador’. Una pieza separada de esa operación, al margen del juez, en la que un fiscal al que este señor tiene totalmente atemorizado contando con Marcelino Martín Blas, siguiendo todos instrucciones de este señor del CNI. Se dedican a desprestigiar a una serie de policías que todos han terminado absueltos, especialmente del comisario de Barajas.

El comisario Salamanca, cumpliendo con su obligación, cada vez que había una irregularidad grave de algún agente del CNI decía «esto ¿por qué?». Maletines que no se podían abrir, personas que no tienen documentación y pasan a escondidas. Decían: esto es seguridad del Estado. Pero, oiga, que yo soy el comisario jefe de Barajas. Alguien dice este tipo es muy molesto y hay que quitarlo ¿Cómo se le quita? Montándole el show de que va a comer con los chinos, que un día le dan una botella de vino. Lo presentan como una mafia policial que ayuda a los chinos. Yo protesto a Cosidó y al DAO y llaman a Marcelino, quien delante mía dice que es el juez instructor el que lo ha ordenado. Llamo delante de ellos al juez Andreu y lo niega. A partir de ahí empiezan mis problemas y quieren implicar a mi hijo. Entonces me llaman y me dicen: «O te apartas de Emperador o te cortamos la cabeza». Lo mismo que me dijeron con lo del señor Ignacio González, porque ese señor «colabora con nosotros».

C.- ¿Ha dicho usted que el señor González «colabora con nosotros»? ¿Con el CNI?

V.- Si, sí, que colabora con el CNI. Cuando empieza la campaña furibunda en el 2015 contra mí es después de que se filtra una grabación que yo le hice al señor Ignacio González que queda muy claro que no reacciona como un señor inocente cuando un policía le dice en plan coloquial: «Bueno, a ver cómo lo arreglamos». Cuando le hablé en un tono cómplice para ver cómo reaccionaba, lo normal habría sido que dijera: «Oiga, comisario, váyase a tomar viento». Esa grabación fue en el 2011 pero se filtra en el 2015. Sale en una rueda de prensa y dice que yo soy un chantajista. Me llama un coronel del CNI y me dice: «Deja de tocar las narices con la princesa Corinna y con Ignacio González porque ese señor colabora mucho con nosotros. Si no, todo lo que tenemos sobre ti va a salir a la luz. Dentro de un par de horas van a ir a verte y te van a enseñar lo que tenemos”. A las dos horas aparece un periodista de El País, que se llama Javier Ayuso y me enseña una lista de empresas familiares. Le digo: «Hace un rato que me ha llamado alguien del CNI, ¿tú qué vienes como periodista o como agente del CNI?». Es cuando empieza mi calvario mediático. El coronel me dijo: «En España nadie aguanta una portada de El País. Así que vete preparando». Debo de llevar 30 o 40.

C.- Usted dice que no hay guerra entre comisarios pero sí una sucesión de chapuzas policiales que ponen los pelos de punta. ¿En manos de quiénes hemos estado?

V.- La Policía está formada por muchos hombres que todos los días pelean y se juegan la vida. Que hayan dos o tres garbanzos negros, yo puedo ser uno de ellos, y por supuesto el chapuza del comisario Marcelino, eso no quiere decir, afortunadamente, que los ciudadanos no puedan estar tranquilos. A pesar del comisario Marcelino, a pesar del director Cosidó, la policía trabaja magníficamente.

C.- ¿He entendido bien? ¿Se califica de garbanzo negro?

V.- Al final de toda esta campaña podría considerarme un garbanzo negro tal como me han presentado, pero yo no soy un policía al uso. Nunca lo fui. Yo no represento en modo alguno lo que es la Policía de verdad, la diaria. Yo he trabajado como agente encubierto, como infiltrado. Una vez me he hecho pasar por traficante de armas, otras veces por traficante de drogas, otras veces he sido vendedor de caballos en Afganistán… Ese ha sido mi trabajo. Si me tienen, al final, que colocar como un mal tipo, no me importa ya que desde el primer momento acepté voluntariamente el trabajo. Me tiré una semana en Somalia en un agujero porque me equivoqué de pista de aterrizaje y aterricé donde estaban los enemigos. No sé cómo estoy aquí después de eso…

C.- Siguiendo con las filtraciones. ¿Quién filtra la foto de usted descendiendo de un avión en Melilla en una operación secreta antiterrorista?

V.- Es un acto de cobardía y de locura, de irresponsabilidad e insensatez del señor general del CNI. Yo he visto un dossier de esa operación que fue autorizada por el Secretario de Estado. Fue informado el CNI porque una fuente que se iba a ver era una antigua fuente de ellos. Se limitaron a vigilarnos a nosotros. Lo más grave del tema es que, por hacerme daño o porque su periodista/agente como es Ayuso ese día había sido convocado a una de las querellas que yo le pongo, saca una foto con el aspecto que yo llevaba ese día…. Cuando pasamos a Marruecos me presentan como un malo malísimo que tiene barcos para transportar personas, armas, lo que queramos… Esas fuentes ahora mismo están en peligro… simplemente para vengarse o hacer una gracieta. Ese día yo decido que ya está y que voy a defenderme. En los últimos años, gracias al ‘Generalísimo’, mi vida es un infierno. No voy a terminar en un agujero sin explicar antes por qué me han matado o por qué me han metido en la cárcel. Hay un loco que cree que, por encima del Rey, está él. Y eso es un cáncer que tiene la Democracia. ¿Quién controla a ese señor? Nadie.

C.- ¿Todas las sociedades que le adjudican son de usted?

V.- Algunas son sociedades operativas que se han utilizado para el tema del terrorismo. Por ejemplo, montamos unas sociedades que todas las coca-colas de todos los restaurantes de la colonia de ETA en Uruguay se la servía yo. Gracias a eso cayó toda aquella infraestructura de ETA. Todas las sociedades mías y familiares las he puesto siempre a disposición de la Policía. Lo que no he hecho jamás es utilizar ninguna de esas empresas para utilizar información policial. No he ido a ningún concurso del Ministerio del Interior. No he hecho nada. El CNI que tiene cuatro mil agentes, que tiene toda la electrónica a su disposición, que tiene infinidad de millones de fondos reservados, no ha encontrado ni una sola prueba de que yo he utilizado la Policía para beneficiarme. Dicen: «Seguro que le han pagado en el extranjero?”. Y yo contesto: “¿El CNI no tiene capacidad…?”.

C.- ¿Pero cobró usted dinero de los fondos reservados?

V.- Jamás. Bueno, disculpe. Quiero hacer un matiz, cuando he tenido algunos gastos y los he presentado, alguna vez sí me lo han pagado. El pago a un informador… Yo nunca los he manejado… He presentado recibos siempre y se me han pagado.

C.- ¿Pero es usted millonario?

V.- No lo soy. Ya quisiera. Durante los 10 años fuera de la Policía monté una serie de empresas, con otros socios, que tienen activos y muchas hipotecas y no me he podido quejar. Me he arruinado varias veces pero he sabido… ¿Qué es eso de ser millonario?

C.- Tener varios millones de euros. ¿Los tiene?

V.- Probablemente las empresas tengan capital social… he invertido cantidades importantes como hacer un parque temático medieval sobre la historia de Córdoba…, he creado cosas, empleo, y proyectos que se materialicen. Jamás las empresas familiares han hecho reparto de dividendos. Todo se ha reinvertido. Prueba de ello es que ahí están mis declaraciones de Hacienda.

C.- ¿Y se ha beneficiado del Ministerio del Interior para sus negocios?

V.- Jamás. Que me saquen algún concurso o alguna cosa que me hayan otorgado. Jamás. ¿Dónde está ese dinero?

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