El ex DAO avisó a Zarzuela de que Villarejo tenía las cintas de Corinna pero el CNI le ninguneó

Ni la Seguridad de La Zarzuela ni el jefe de los servicios secretos, Félix Sanz Roldán, reaccionaron con inteligencia para afrontar la crisis

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El ex director adjunto Operativo (DAO) de la Policía, Eugenio Pino, declaró ante el juez Manuel García-Castellón que en 2016 –cuando ejercía de número dos del estamento policial- avisó a la seguridad de la Casa del Rey y al entonces director del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Félix Sanz Roldán, de que el comisario José Manuel Villarejo guardaba grabaciones de un encuentro que había mantenido con Corinna Sayn Wittgenstein en Londres en la primavera de 2015.

Ni la Seguridad de La Zarzuela ni el jefe de los servicios secretos reaccionaron con inteligencia para afrontar la crisis que se avecinaba por las tensas relaciones que atravesaban Juan Carlos I y su ex compañera sentimental, con quien había mantenido una íntima relación de más de seis años. Al contrario, la prepotencia del ex director del CNI, Félix Sanz Roldán, fue la que hizo estallar el caso Corinna que, finalmente, desembocó en el «exilio» del Rey Emérito en Abu Dhabi.

Tras alertar al segundo jefe de la Seguridad de la Casa del Rey, el comisario Pablo Peira, el entonces DAO de la Policía facilitó la información al jefe del CNI. Eugenio Pino fue claro en su declaración ante el juez y los fiscales anticorrupción el pasado 17 de diciembre, dentro de la pieza Kitchen: «Me fui a ver al general Félix Sanz Roldán para transmitirle que el comisario jubilado -Villarejo-, ahora en prisión provisional, poseía información que afectaba a la Monarquía». La intención de Pino era parar el tsunami que se avecinaba por el enfrentamiento ya público entre Villarejo y el general de cuatro estrellas.

Pero Sanz Roldán se mostró tajante: «No, porque yo soy muy amigo de Corinna», dando a entender que esa relación hacía imposible que Villarejo manejara una información perniciosa para Casa Real sin que él lo supiera.

Pino le respondió: «Ya, pero resulta que has hecho…». Y le dio una serie de datos. También, le advirtió de que sospechaba que el comisario jubilado tenía las cintas preparadas. Sanz Roldán se obsesionó con encontrarlas, según el entonces DAO.

Por ello, el comisario Pino le desveló que Villarejo tenía varias copias por todo el mundo y que la mejor opción no era atacar a Villarejo porque éste haría saltar todo por los aires. «Yo le dije que no entrara ahí porque éste tenía varias copias y las iba a soltar por todo el mundo», subrayó en el interrogatorio.

En el interrogatorio, que ahora reproduce OKDIARIO, el fiscal Miguel Serrano preguntó sobre unos chats intercambiados con el ex secretario de Estado de Seguridad, Francisco Martínez, en 2019 a través de la aplicación de mensajería WhatsApp. Estos mensajes han sido incorporados a la causa por el ex número 2 del ex ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, y recogidos posteriormente en un informe elaborado por la Unidad de Asuntos Internos.

El representante del Ministerio Fiscal manifestó: «En la cadena de chat del 6 de diciembre de 2019, ustedes están hablando del inicio del procedimiento y sobre cómo se habría iniciado. Usted dice: ‘Vamos a ver, yo informe a CR (Casa Real) y a Sanz R (Sanz Roldán) de la existencia de las cintas de Corinna. Todo el procedimiento es una excusa para desviar. Les dije dónde estaban las cintas’».

El ex DAO, que declaró en calidad de imputado, narró cómo informó al general de que Villarejo poseía las cintas grabadas de manera subrepticia, sin que Corinna se percatara, en varios encuentros secretos mantenidos en Londres, que son el germen de las investigaciones abiertas al Rey Juan Carlos I.

«Cuando el señor Villarejo me contó que había llegado a su despacho de abogados una serie de informaciones sobre una princesa que era muy mediática, así la llamó sin decir el nombre, yo le dije que no se metiese. Le ordené en un escrito, firmado por mí, que le prohibía cualquier tipo de investigaciones por una serie de razones: los hechos se han cometido fuera del territorio español; allí (en Londres) había una Policía y una Justicia democrática; la persona a la que se investigaba era aforada, etc.» afirmó.

El DAO continuó con su relato: «Villarejo pretendía realizar una investigación con el apoyo de la Dirección General de la Policía (DGP), similar a lo ocurrido en Guinea», cuando investigó para el CNI a sus espaldas.

Entonces, Pino desveló una serie de confidencias sobre sus contactos con La Zarzuela: «Llamé al segundo jefe de Seguridad de Casa Real, que es un comisario principal, y le transmití que comunicara eso (la existencia de las grabaciones)». Se trataba del responsable de vigilancia policial del Palacio de la Zarzuela: Pablo Antonio Peira Ramírez, que llegó a la Casa del Rey en 2013. Antes había estado al frente de la comisaría de Parla (Madrid) y también trabajó como asesor de Seguridad para el entonces presidente del Banco Santander, Emilio Botín, fallecido en 2014.

El despotismo de Sanz Roldán

A partir de su visita a la Casa del Rey se desencadenaron una serie de acontecimientos, propiciados por la soberbia y la prepotencia de Sanz Roldán, que «colocó a Juan Carlos I al borde del precipicio», según manifestó a OKDIARIO un ex colaborador del Rey Emérito. Pino advirtió al general de cuatro estrellas que un registro en el domicilio de Villarejo pondría en riesgo a la Monarquía.

Eugenio Pino reveló al juez Manuel García-Castellón, durante el interrogatorio, que el CNI controlado por Sanz Roldán ya en aquellas fechas, en 2016, montó el caso Villarejo para provocar un registro en su domicilio y recuperar las cintas con Corinna. Un plan que fracasó.

Más tarde, los agentes de la Unidad de Asuntos Internos recuperaron las cintas de Corinna, el 3 de noviembre de 2017, fecha en la que Villarejo fue detenido e ingresado en prisión. Pero las grabaciones no fueron entregadas en el Juzgado Central de Instrucción número 6 de la Audiencia Nacional hasta unos días después de que OKDIARIO emitiera las grabaciones, en julio de 2018.

«El CNI investigó a Villarejo; pasó los datos a Asuntos Internos, que previamente le había analizado, pero no había encontrado nada; y fabricaron una denuncia supuestamente anónima que fue interpuesta ante la Fiscalía Anticorrupción», afirmó el que fuera número dos de la Policía de Mariano Rajoy.

La obsesión de Sanz Roldán no sólo desestabilizó a Juan Carlos I, la persona que lo había colocado al frente del CNI, sino que además desencadenó una megacausa judicial, la Tándem. Después de tres años de investigaciones, con más de una treintena de piezas separadas y cientos de imputados, las pesquisas afectan a empresas de primer nivel, entre ellas cuatro que forman parte del Ibex 35 como BBVA, Caixabank, Repsol e Iberdrola.

Lo más sorprendente es que el responsable del inicio del macroproceso -el general Sanz Roldán-, según las manifestaciones del ex DAO Eugenio Pino, ha sido contratado como asesor por Iberdrola, que es una de las sociedades investigadas en la causa.

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