Cómo dejar el alcohol

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El alcohol está considerado como una de las grandes drogas de este siglo. Existen casos en que las personas son incapaces de controlar sus ganas de beber y alcanzan el grado de adicción, llegando a representar esto una enfermedad. Hay que saber identificar en primer lugar que tenemos un problema y que en realidad deseamos huir de ella. En muchos casos cuando nos damos cuenta de la situación ya resulta demasiado tarde. A continuación te damos más detalles sobre cómo dejar el alcohol.

Lo primero es reconocer que tenemos un problema. Por desgracia las bebidas alcohólicas se han convertido en algo muy común entre nosotros, siendo el epicentro sobre el que giran muchas de nuestras reuniones sociales. Al contrario de otras drogas, ésta cuenta con una buena aceptación.

Hay que valorar la influencia que tiene sobre nosotros y cómo afecta a nuestros comportamientos, tanto en el apartado psicológico como en el físico. Una buena manera de detectar su poder sobre nosotros pasaría por analizar la cantidad de alcohol que ingerimos al día y el grado de dependencia. Procura estar siete días sin probar ni una gota y analiza si te provoca ansiedad o nerviosismo. Si la respuesta resulta afirmativa es preciso que te pongas manos a la obra para solucionarlo.

Una vez que tengas clara tu dependencia a estas bebidas lo siguiente será modificar tus rutinas. Retira todas las botellas que tengas en tu casa y si quieres puedes optar por un sustitutivo como son las bebidas sin alcohol, como las cervezas. Para huir de esta adicción hay que ser muy drástico.

El síndrome de abstinencia lo tendrás que intentar superar con otras bebidas que carecen de alcohol. Puedes buscar en el supermercado cuál puede encajar mejor en tus planes. Encontrarás cervezas, cavas o licores con muy poca graduación o sin nada de alcohol. Aunque el sabor sea distinto, sí que puede suponer una buena alternativa. Al final se trata de engañar a la mente sin perjudicar a nuestra salud.

Dejar de beber alcohol también implica un cambio en nuestros hábitos diarios. No estaría mal que empezásemos con otras actividades nuevas. Nunca está de más inscribirse en aquella afición que tanto nos apasiona y que siempre hemos dejado de lado. Ahora puede ser una buena oportunidad. No dudes en apuntarte a una actividad deportiva, pintar, idiomas, etc. De esta manera mantendrás entretenida la mente y tendrás menos tentación de probar el alcohol.

Suele ocurrir que muchas personas por falta de aficiones acaban refugiándose en la barra del bar una vez que sale del trabajo. Lo ven como una actividad más de socialización, de relacionarse con los amigos.

Cuidado con los eventos sociales

De vez en cuando nos gusta quedar con los amigos para salir a cenar o los invitamos a nuestra casa a una comida. Es posible que te cueste no darle un sorbo a la copa de vino o a la cerveza, sobre todo si los demás disfruten de estas bebidas. Prueba con las sin alcohol que te recomendamos anteriormente. Nunca está de más poner en alerta a las personas de tu entorno sobre tus adicciones. Una vez que sean conscientes del problema podrán aportar su granito de arena mostrándote su ayuda en los momentos más complicados. Siempre resultará más sencillo con la colaboración del entorno.

Al igual que ocurre con la gente que cuida su alimentación, tampoco estaría mal que llevases un control exhaustivo de la evolución. Apunta en un calendario los días de abstinencia y cuando cumplas un tiempo sin probar el alcohol podrás premiarte de alguna manera con un viaje, un helado o yéndote de compras.

Incluso el dinero que antes destinabas a beber lo puedes ahorrar y cuando compruebes al cabo de unos meses todo lo que te gastabas posiblemente te llevarás las manos a la cabeza. No dudes en buscar motivaciones y recompensarte de vez en cuando.

Llegado a un punto, en donde la enfermedad se ha vuelto crítica, deberías ponerte en manos de un médico y acudir a las terapias de alcohólicos anónimos, en donde recibirás el apoyo de personas en tu misma situación. En un entorno adecuado conseguirás mostrar sus experiencias y en cierta medida no te sentirás tan solo.

Son algunos de los consejos que debes llevar a cabo en el caso de que quieras dejar de beber alcohol.

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