Los peligros de buscar unos dientes cada vez más blancos

Los peligros de buscar unos dientes cada vez más blancos
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Cada vez estamos más preocupados por nuestra imagen, y lucir una sonrisa bonita no resulta tan sencillo como parece. Sin embargo, en los últimos tiempos se ha desatado la moda por la blancorexia, que es la obsesión por contar con unos dientes blancos. Sin embargo, esto puede acarrear importantes daños sobre ellos, como pueden ser la pérdida de piezas. En este artículo te detallamos los peligros de buscar unos dientes cada vez más blancos.

El empleo excesivo de sustancias blanqueantes puede llegar a causar irritaciones importantes en garganta, paladar y encías, sin olvidarnos de la perdida de esmalte. Otras consecuencias que puede llegar a tener son los cambios en la lengua y en la percepción del sabor.

Esta patología afecta tanto a hombres como a mujeres y hay un síntoma que ayuda a detectarlo de manera sencilla, que son las continuas sesiones de blanqueamiento a los especialistas con peróxidos. En el caso de que el profesional se niegue a continuar con ese tratamiento, por ser demasiado continuado, lo más probable es que el paciente opte por adquirir blanqueadores por su cuenta, sin valorar los daños que eso puede tener sobre la dentadura.

El proceso de blanqueamiento cuenta con sustancias químicas que acaban convirtiendo a los dientes en piezas más sensibles, de ahí que sea preciso aguardar un tiempo entre las distintas sesiones.

En algunas ocasiones, es posible que el cliente se llegue a obsesionar en su intento por alcanzar la blancura absoluta, pero eso resulta complicado, ya que el blanco absoluto no existe y en cierta medida el tono alcanzado dependerá del diente y no de los tratamientos. Por muchas sesiones de blanqueamiento a las que se exponga, será imposible que una vez alcanzado el tope pueda clarearlo más.

Entre las distintas opciones que existen está la aplicación de perióxidos de hidrógeno o con geles de peróxido de carbamida que se aplican con férulas. En cualquier caso, se hace necesario ponerse en manos de un experto para conseguir los mejores resultados posibles y no sufrir ningún tipo de daño.

El color que se consigue después de seguir un tratamiento suele revertir, por lo que al cabo de un año sería necesario repetirlo. Si un cliente no queda del todo satisfecho con su color blanco, tiene la posibilidad de colocar las carillas, que permitirán conseguir un blanco más duradero.

Admiten que en ocasiones la gente se deja arrastrar por las modas de los famosos y la publicidad engañosa, cuando en realidad resulta complicado alcanzar la perfección en este sentido.

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