¿Es malo consumir comida quemada?

¿Es malo consumir comida quemada?
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En más de una ocasión habrás coincidido con gente que siente pasión por la carne muy hecha, por aquella que está muy tostada por fuera hasta adquirir casi un aspecto quemado. Algo similar pasa con los amantes del pan muy crujiente. Sin embargo, la preparación muy excesiva de estos alimentos, puede ser perjudicial para la salud. Por eso hoy nos planteamos si es malo consumir comida quemada. En alguna ocasión se ha dicho que resultaba perjudicial para el organismo, llegando incluso a aumentar las posibilidades de sufrir cáncer.

Hay muchos alimentos que entran en escena en este apartado, ya que también se encuentran las patatas fritas o las pizzas. Las propiedades de ciertos productos quedarán alteradas debido al proceso de cocción, ya que cuando más tiempo se cocinen menos nutrientes nos llegarán a nosotros. De ahí que en el caso de ciertos vegetales aconsejen tomarlos en crudo después de lavarlos bien, a poder ser al vapor en lugar de al horno, fritos o a la plancha.

En cuanto a la carne, siempre se asimilará mejor aquella que esté al punto o poco hecha y no la que esté prácticamente quemada. Cuando un alimento se cocina demasiado se acaben modificando sus propiedades nutricionales y cualquier grasa cocinada por encima de los 250ºC acaba perdiendo su estado natural para convertirse en algo peligroso para el organismo. Esto es así debido a que al tostar demasiado los alimentos se aumenta la cantidad de dióxido de carbono, consumiendo además esas toxinas que acabarán siendo procesadas por el cuerpo para eliminarlas más tarde.

Si el organismo se acostumbra a los productos quemados llegará un instante en el que ya no será capaz de procesar las toxinas con garantías, provocando que éstas se acumulen en nuestro interior y pueda dar lugar a la degeneración de las células y a la aparición de enfermedades.

La comida que está demasiado hecha, que alcanza el nivel de quemada, resulta más complicada de asimilar por parte del estómago, que necesitará de más recursos y tiempo para digerirla. En principio provocará acidez, pesadez estomacal y molestias digestivas que con el tiempo se pueden transformar en enfermedades gástricas.

No ocurrirá nada malo por comer un día algo quemado, pero el problema es cuando se convierte en un hábito. En ese momento la salud se resentirá. En más de una ocasión se ha comentado la relación existente entre la comida quemada y el riesgo de padecer cáncer. Esto viene motivado a que la cocción a altas temperaturas de ciertos alimentos pueden dar lugar a distintas sustancias, que una vez consumidas son digeridas por el organismo. Entre estas sustancias se encuentran la acrilamida y la aminas heterocíclicas.

Hay que decir que no se conoce ninguna investigación que haya demostrado que la ingesta de productos quemados puede desencadenar un cáncer. No obstante, según lo detallado con anterioridad, el consumo de este tipo de sustancias que se forman en los ingredientes al prepararlos a elevadas temperaturas podrían aumentar el riesgo de sufrirlo, sobre todo el cáncer de páncreas, de estómago o de colon.

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