Sonrojarte fácilmente puede darte una ventaja social y sexual

Si echas la vista atrás seguro que recuerdas alguna situación incómoda en tu vida, en donde sintieses cierta vergüenza en público. Suele ocurrir con mucha frecuencia también cuando te acusan de algo que no cometiste o simplemente te intentan ridiculizar. Te acabas poniendo rojo como un tomate y lo único en lo que piensas es en desaparecer lo más rápido posible. Sin embargo, sonrojarte fácilmente puede darte una ventaja social y sexual.

El investigador Marcos Leary, de la Universidad de Duke, asegura que el enrojecimiento de la cara es un acto de comunicación no verbal. Suele ocurrir con mucha frecuencia que nos sonrojemos cuando mucha gente está pendiente de nosotros o incluso cuando recibimos alabanzas. De esta manera intentamos demostrar que deseamos huir de esa atención.

Leary explica que las personas que se sonrojan resultan menos egoístas y menos desafiantes ante la autoridad de los demás, pero también más honestas, ya que no hace falta que se expresen con palabras cuando se sientan culpables por un error. La cara les delatará y mostrará que se sienten mal por ello.

La periodista de la BBC, Claudia Hammond, especialista también en comunicación y psicología, reconoce que no se puede falsificar el rubor. “Es una de las pocas señales de honestidad en la que se puede confiar sin sospechar”, señala. Pueden llegar a convertirse, por lo tanto, en estupendas personas con las que compartir un negocio o una vida. Por su parte, el investigador de la Universidad de California, Matthew Feinberg, realizó un experimento con varias personas que recordaban alguna situación embarazosa en el pasado. Mediante un panel se mostraba cómo de ruborizados se mostraban y los que más abochornados estaban de aquellas situaciones también manifestaban visiones más altruistas en otra encuesta posterior. En pruebas a las que se les sometió más adelante mostraban una mayor predisposición a jugar de manera honesta en un concurso con premio en metálico.

Otra investigación realizada por Feinberg mostró a los participantes en el experimento imágenes de personas sonrojadas y otras con gesto más relajado. Se les consultaba a cuál de ellos prefería para unirse a un posible grupo de estudio. La conclusión es que los que presentaban un aspecto sonrojante tenían más posibilidades.

Ponerse rojo no sólo te convertirá en un estupendo compañero de estudios, también puede ayudarte a encontrar pareja. Ruborizarse cuando alguien que te gusta mucho te mira resulta bastante común. Sin embargo puede llegar a seducirle esta situación, por lo que no lo tienes todo perdido. Hammond explica que ese enrojecimiento facial se acaba convirtiendo en un atractivo sexual para aquellos que desean una pareja estable a largo plazo. A la hora de tener una aventura lo que realmente atrae es la gente que actúa con seguridad, pero en las relaciones más largas nos preocupamos por aquellos que se muestran sinceros.

Por lo tanto, si te pones tímido y acabas colorado no te lo tomes como algo negativo. Es un rasgo más de las personas. No dudes en sacarle rentabilidad a los sonrojos en vez de intentar disimularlos.