Cómo deben afrontar los ciclistas las subidas a los puertos

Cómo deben afrontar los ciclistas las subidas a los puertos
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Nos encontramos inmersos en plena Vuelta Ciclista a España. Desde el sillón de casa todo resulta muy cómodo, pero ver sufrir a los profesionales escalando algunos puertos hace que nos echemos a temblar. Parece que sólo de verlo ya cansa. Para afrontar esas subidas se necesita algo más que rodaje y kilómetros en las piernas. No todo el mundo que ha rodado alguna vez en bicicleta se encuentra en condiciones de afrontar un reto de estas características. En este artículo te explicamos cómo deben afrontar los ciclistas las subidas a los puertos.

Con estas ascensiones estaremos probando nuestra resistencia y fuerza. Se verá ahí realmente el esfuerzo de tantos meses de preparación. Son zonas de larga duración y con inclinación. Algunas de las más conocidas por los aficionados al ciclismo son el Tourmalet, L’Angliru, Mortirolo, Alpe D’Huez o el Galibier. Al igual que hay corredores a los que se les da mucho mejor los sprints o la contrarreloj, otros encuentran en las montañas su habitat.

Consejos para subir un puerto

  • Antes de ponernos a ascender un puerto es preciso que nuestras piernas hayan calentado previamente. Con hacer unos treinta kilómetros sobre una superficie llana será suficiente.
  • Si realizas por primera vez la subida a un puerto determinado, lo más normal es que previamente te hayas informado sobre el recorrido, kilómetros, los mayores desniveles, etc. Es lo más adecuado para planificar el gasto de energías.
  • Siempre ir de menos a más. Empezaremos muy suave para que las piernas se vayan adaptando y poco a poco nos soltaremos incrementando el ritmo en aquellas zonas que nos resulten más cómodas.
  • Conseguiremos ahorrar energía si pedaleamos sentados en lugar de ponernos de pie. Sólo habrá que levantarse de la bicicleta cuando nos toque afrontar situaciones de gran intensidad.
  • Hay que mantener un ritmo constante sobre la bicicleta. De poco nos servirán los cambios de ritmo. Lo único que puedes conseguir es cansarte antes de tiempo. Alcanza un ritmo en el que te encuentres cómodo e intenta aguantarlo el mayor tiempo posible.
  • Cuando estés en plena ascensión no suele ser muy frecuente que se coma o se beba. Sólo se haría en caso de notar mucho debilitamiento. Lo dejaremos para aquellas zonas más cómodas.
  • La bajada forma parte también de los puertos de montaña. Será el momento adecuado para recuperarse de los esfuerzos de la ascensión. Hay que mantener la cabeza fría y ahorrar fuerzas para el futuro. Para no sufrir ningún caída es preciso que descendamos muy concentrados.
  • En las zonas de alta montaña hay que protegerse para afrontar las bajadas. Hay que utilizar alguna prenda que corte el viento. Los ciclistas suelen colocarse debajo del maillot periódicos para que no les entré el aire frío.
  • Para que el descenso sea lo más eficiente posible hay que variar la posición sobre el sillín. Cuando la cuesta sea más pronunciada nos pondremos algo más atrás y viceversa.

Lo importante a la hora de realizar la subida a un puerto es que no sufras en exceso. Por esto te aconsejamos que te tomes las cosas con calma desde el principio.

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