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¿Sabes hacer deporte sin miedo a lesionarte? Te damos todas las claves

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Cuando somos niños y comenzamos a tener nuestras primeras prácticas deportivas, las afrontamos con gran ilusión, intentando divertirnos y aprender por igual pero, bajo ninguna circunstancia, el temor de sufrir una dolencia se apodera de nosotros y nos paraliza, y abandonamos. ¿Sabes hacer deporte sin miedo a lesionarte?

Ahora bien, lo cierto es que, con el paso de los años y la aparición de los primeros inconvenientes, para muchas personas han llegado al punto en el que les resulta casi imposible hacer deporte sin miedo a lesionarse, una conducta que, para colmo de males, sólo aumenta las probabilidades definitivas de sufrir un traspié, tanto de tipo muscular como óseo.

De este modo, se abandona un ejercicio absolutamente saludable como lo es el deporte, en pro de una supuesta preservación del organismo, cuando en realidad ocurre todo lo contrario, ya que al dejar de lado los entrenamientos, el cuerpo humano comienza a desgastarse mucho más rápido.

Consejos para hacer deporte sin miedo a lesionarte

Si lo que pretendes entonces es hacer deporte sin lesiones, antes que nada tienes que intentar descubrir cuál es el origen de esas lesiones, dado que si consigues prevenirlas, irás lentamente entrando en confianza de nuevo hasta practicar tranquilo, igual que un niño.

Por lo general, las lesiones tienden a aparecer cuando se realiza constantemente una actividad física de manera inadecuada, sin respetar la postura del cuerpo, exigiéndole más de lo que puede dar, o cuando no se respetan los plazos de recuperación que los profesionales nos recomiendan.

Si a eso le sumamos una entrada en calor o calentamiento previo insuficiente, es posible que surjan lesiones clásicas, como las contracturas, los esguinces, las contusiones o, peor aún, las que involucran ligamentos, como las roturas de los ligamentos de las rodillas.

Es decir, si logramos controlar estos factores, y trabajamos duro pero a conciencia, estaremos evitando un buen porcentaje de las lesiones más frecuentes, aunque luego entran en juego otros parámetros, como por ejemplo la conformación de nuestro organismo, lo que sólo conoceremos toda vez que pasemos por estudios.

En caso de que quien te asesora y tú mismo lleguen a la conclusión de que es mejor retirarse de la actividad física que genera esos padecimientos, todavía quedan muchas alternativas a las que puedes acogerte, como por ejemplo el entrenamiento funcional, de menor impacto.

Lo fundamental es detectar el problema tan pronto se observa, prevenirlo modificando los comportamientos que lo producen, y definiendo un cambio de rutina si esto fuera necesario.

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