Carcassonne, el refugio de la Edad Media en Europa

Carcassonne
Castillo en Carcassonne

Imagínate en una época medieval en la que los castillos y fortalezas inexpugnables se enmarcaban como los edificios más comunes de la ciudad. Una etapa de la historia en la que la comida abundante y la vida sencilla podían definirse como dos de los aspectos más importantes de la sociedad. Ahora deja de imaginarlo y coge el primer avión a Francia para visitar una de las perlas de Europa. Hoy hablamos de Carcassonne.

Un pasado oscuro y Medieval

La cultura medieval parece haberse congelado en Carcassonne, una comuna situada situada en el sur de Francia que se encuentra a unos 95 kilómetros de Toulouse. Definida como la capital del departamento del Aude, esta ciudad amurallada irradia belleza por cada uno de sus poros. Una fortaleza que ni el mismísimo Carlomagno consiguió conquistar en constantes intentonas durante el siglo VIII. Sin embargo, no son sus tintes de fortaleza o sus altos muros los que hicieron famosa a Carcassonne. La brujería y la herejía de los conocidos cátaros, tildaron de esta ciudad con una fama muy poco recomendable para los visitantes.

Carcassonne
La noche hace aún más impresionante el paisaje

Para entrar en contexto, los cátaros entendían de una forma muy especial las creencias de Cristo. Una rama de la religión que se extendía mucho más allá de la propia Iglesia que rompía con los moldes de la época y a la que cada vez se afiliaban más personas. Pero en pleno proceso de expansión, el Papa Inocencio XIII convocó una cruzada contra toda esta comunidad pidiendo ayuda a cada uno de los príncipes europeos. Una contienda en la que Simón de Montfort tuvo mucho que ver para borrar de la historia a una secta de la que quedarían pocos vestigios en los libros de historia.

Cabe destacar que por Carcassonne todavía quedan muchos rastros de una cultura que tenía como héroe principal a Raimond Roger Trencavel, un importante guerrero cátaro que consiguió aguantar en la lucha hasta el final. Los cátaros fueron odiados por todos en la Edad Media, pero una vez pasados los años han podido comprobarse las altas dosis de belleza que dejó esta cultura en el sur del país vecino.

Una mezcla entre arquitectura y gastronomía

Si hablamos de turismo arquitectónico, Carcassonne se enmarca como uno de los destinos preferidos para los visitantes. Nada más llegar a la ciudad francesa podrás encontrarte con la impresionante puerta de Narbonne, una verdadera obra de arte presidida por tres enormes torreones desde los que poder observar una de las mejores vistas de nuestro país vecino. Sin olvidarnos de que esta localidad presume de contar con dos bienes declarados Patrimonio Mundial por la Unesco: la propia Ciudad Medieval y el Canal du Midi.

Carcassonne
El castillo se funde con un paisaje espectacular

Carcassonne presume de ser uno de los enclaves más bellos de toda Francia pero que sería de nuestro país vecino sin su rica gastronomía. En la capital cátara podrás disfrutar de un enorme surtido de restaurantes en los que el buen vino acompaña a los platos más tradicionales. Un destino en el que se enmarcan como puntos claves para el paladar el restaurante Le Table de Frank Putelat, el Bistró Le Trencavel y el conocido restaurant Comte Roger. Eso sí, para poder disfrutar de los manjares que ofrecen estos reconocidos establecimiento lo mejor es que reserves con una o dos semanas de antelación para no quedarte con la miel en los labios.

Cómo moverte por Carcassonne

El tren puede definirse como el medio de transporte más recomendable para llegar a Carcassonne desde nuestro país. Una forma de moverse mucho más barata que el avión en la que el tiempo máximo de trayecto puede llegar hasta las dos horas y media desde el mismísimo centro de Barcelona. El coche se presenta como una opción secundaria, aunque la movilidad con el mismo en la zona queda un poco restringida debido a las estrechas callejuelas y a los senderos empedrados.

Visitas guiadas

Carcassonne
Un crucero por el Canal du Midi

En cuanto a las visitas guiadas, lo que más se recomienda es el City Pass. Un ticket que puede conseguirse en la oficina de turismo de la propia ciudad francesa por solo 7 euros y que te permitirá disfrutar de dos recorridos. El primero de ellos está basado en una ruta por las murallas de la Ciudad Medieval  y el segundo se centra en la Bastide Saint-Louis. Una zona en la que se encuentra la mayoría de bares y restaurantes de Carcassonne y donde el ambiente turístico alcanza unos niveles muy altos.

Qué ver en Carcassonne

Otros enclaves que no incluye el City Pass y a los que merece la pena asistir son: el Museo de la Inquisición, el Mercado de Carnot o la curiosa experiencia del crucero por el Canal du Midi. Cabe destacar que los meses de veranos se enmarcan como la mejor época para disfrutar de esta fantástica ciudad. Aunque siempre es recomendable una escapada del 29 de septiembre al 1 de octubre, fechas en las que se celebra el conocido Convenanza Festival.

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