El Caminito del Rey como nunca antes se había ‘visto’

Desde la rehabilitación del Caminito del Rey y su reapertura a finales de marzo de 2015 han transitado por sus pasarelas más de 600.000 visitantes, recibiendo diariamente 1.100 visitas. Sólo en lo que va de año ya han pasado por este enclave más de 85.000 turistas venidos de todos los rincones de la geografía española y de los cinco continentes. Pero sin duda, una de las rutas más especiales que se han vivido en el Caminito del Rey tuvo lugar la semana pasada, cuando un grupo de personas con discapacidad visual participó en una experiencia sensorial única: sentir el recorrido más allá de su percepción visual.

Diez personas invidentes y con dificultades graves de visión de la ONCE en Málaga (conducidos en todo momento por un acompañante, ya que por razones de seguridad no se permite la entrada de perros lazarillo) fueron los protagonistas de la ruta más especial del Caminito del Rey, que fue diseñada especialmente para ellos en lo que supuso una experiencia piloto sin precedentes, ya que conocieron la riqueza geológica, histórica, cultural y natural del enclave a través de los sonidos, de los aromas, de las texturas y de los sabores.

“A 105 metros de altura la sensación es indescriptible y que una persona ciega pueda sentir, por ejemplo, el cimbreo del puente colgante es algo insólito”, señaló Francisco Campano, gerente del Caminito del Rey. El arqueólogo y responsable del protocolo de visita al Caminito del Rey para discapacitados visuales, Pedro Cantalejo, comentó que “diseñar propuestas turísticas y culturales adaptadas para personas invidentes o con alguna dificultad de visión es fundamental para romper barreras, potenciar los valores sociales y fomentar la identificación cultural. Hemos planteado una experiencia sensorial, de tal manera que las explicaciones orales sobre los valores naturales e históricos del Caminito del Rey se han completado con actividades complementarias durante la visita potenciando los sentidos del tacto, oído, olfato y gusto”.

Con esta iniciativa se pretende crear un turismo accesible para personas con discapacidad visual en el Caminito del Rey. Tal como explicaron sus responsables “nuestra intención es la de poder ofrecer este tipo de visitas en un futuro a medio plazo”.

Descubriendo el Caminito del Rey a través del tacto

Con una maqueta a escala del Desfiladero de los Gaitanes, los visitantes pudieron situarse espacialmente y recorrer con sus dedos el sendero que después transitarían. Tener la historia entre manos, así conocieron detalles sobre las distintas etapas históricas del Caminito del Rey. Vasijas prehistóricas, herramientas de sílex, puntas de flecha o un punzón de hueso con las que han aprendido quienes fueron los primeros habitantes de este enclave. Y, por supuesto, supieron de la importancia industrial del lugar al palpar la gran manivela de la arqueta de la zona conocida como el Valle del Hoyo y las paredes del canal.

También descubrieron la geología del lugar, para lo cual se utilizaron algunos ejemplos reales de roca caliza o arenisca y fósiles, que tuvieron oportunidad agarrar con sus manos. La flora del enclave no pasó desapercibida para el grupo, que tocó la corteza de especies arbóreas como pino, sabina, palmito o algarrobo.

Descubriendo el Caminito del Rey a través del oído

Escuchar para ver. A través del oído, los visitantes con discapacidad visual pudieron apreciar el particular sonido del agua calando por los cañones, que también lo han agudizado para conocer alguna fauna del lugar mediante los cantos de aves como las chovas o los carboneros.

Descubriendo el Caminito del Rey a través del gusto

Una sensación insólita es la de saborear el Caminito del Rey, algo que los visitantes pudieron experimentar al probar la harina de algarrobo, un árbol que fue introducido en el siglo XIII en la zona y que se encuentra en el valle, entre los dos tramos de pasarelas. Sabor que a todos los participantes les recordó ligeramente al gusto del cacao.

Descubriendo el Caminito del Rey a través del olfato

Las explicaciones del guía estuvieron acompañadas en todo momento con sensaciones multisensoriales como por ejemplo al hablar de la flora del enclave, para lo que los visitantes con discapacidad visual han tocado pero también olido las hojas de las especies que habitan el Caminito del Rey.