Steve Jobs cambiaba de coche cada medio año por esta razón

El fundador de Apple Steve Jobs fue un hombre extraordinario en todos los sentidos. Un genio que lo convirtió en un ejemplo a seguir en muchos sentidos. No solo fue un empresario de éxito, también instauro una nueva filosofía de vida. Sus últimos discursos serán recordados por todo el mundo, inspirador y totalmente lucido en el final de su vida, fue capaz de dejar este mundo con un legado que jamás se olvidará. Su vida ha dado para varios guiones de películas y libros que muestran parte de sus excentricidades. Steve Jobs fue no era un hombre corriente y alguna de sus costumbres son parte de ese misticismo que consiguió crear en vida.

Esta es la razón por la que Steve Jobs cambiaba de coche cada medio año

Steve Jobs siempre se compraba el mismo coche. Llegaba a su empresa con su flamante Mercedes SL 55 AMG nuevo, cada 6 meses. Era tradición ver ese coche nuevo en el parking de Apple siempre impecable. El motivo de este cambio de coche constante era sus ganas de pasar desapercibido. Steve quería ser él mismo, sin que lo encasillarán siguieran o asociaban con nada. De igual forma que popularizó sus jerséis de lana negro y vaqueros, un atuendo convencional con el que llegaba, su coche también formaba parte de esa idea de pasar desapercibido y vivir casi sin nada.

Jobs amasó una fortuna de millones de dólares, pero nunca tuvo un coche propio. Los alquilaba, su Mercedes no estaba entre la lista de propiedades y siempre pedía lo mismo, que no tuviera matricula. Era un básico igual que su ropa que no tenía ni marca ni etiqueta, no disponía de placa identificativa. Este hecho que puede parecer extraño es legal el California, la legislación deja a los propietarios 6 meses para poder matricular el vehículo. Steve estrenaba su coche y pasados los 6 meses lo devolvía a la empresa de renting para matricularlo y seguir alquilándolo o vendiendo.

A la muerte de Jobs la legislación cambió y desde 2019 es obligatorio matricular los coches, no existe este periodo de 6 meses que el fundador de Apple había aprovechado para no ser un número. Las etiquetas no iban con él y aunque fue capaz de crear una de las empresas más rentables del planeta con un sistema que usan millones de personas tampoco permitió que sus hijos tuvieran esa tecnología a su alcance desde pequeños.

Este hombre extraordinario no quiso nunca ser identificado como uno más. Dicen que se pasaba semanas comiendo brócoli, espárragos y manzanas siguiendo su idea de comer solo verde. Cuidaba su cuerpo con dietas extrañas que, pese a tener a los mejores cocineros del mundo a su disposición no disfrutó de algunos manjares. Con los coches apostaba por una sola marca y modelo que sabía conducir a la perfección, el que no tenía matrícula era el suyo, de esta forma no se identificaba como uno más. Steve Jobs cambiaba de Mercedes cada año para seguir siendo él mismo y que nadie le reconociera, un hecho que se enmarca en sus excentricidades ya conocidas.