Cádiz

Un preso se amputa el pene durante después de que su mujer rechazara tener un vis a vis íntimo

Un preso que esperaba ver a su mujer en un vis a vis íntimo, algo que finamente no sucedió, decidió acabar con su sufrimiento, se amputo el pene en Nochebuena.

Un preso se amputa el pene durante después de que su mujer rechazara tener un vis a vis íntimo
La cárcel de Puerto III en Cádiz ha sufrido un importante incremento de casos Covid desde que empezó 2021.

En el centro penitenciario Puerto III del Puerto de Santa María se ha vivido una Navidad que difícilmente podrán olvidar los trabajadores e internos. En estas fechas tan especiales, no solo los sanitarios trabajan, todo el personal de seguridad y funcionarios de prisiones mantienen su horario laboral. Los presos, aquellas personas que, por varios delitos, están privados de su libertad, también han vivido unos días de celebración. Los de esta cárcel andaluza recordarán el 2020 por el coronavirus, pero también por lo sucedido en uno de los módulos. Un preso que esperaba ver a su mujer en un vis a vis íntimo, algo que finamente no sucedió, decidió acabar con su sufrimiento. El hombre con problemas mentales se amputo el pene la tarde-noche de Nochebuena.

Su mujer rechaza tener un vis a vis íntimo con él y decide amputarse el pene

La Asociación ‘Tu Abandono Me Puede Matar’ ha informado de un triste suceso que tuvo lugar en el centro penitenciario Puerto III del Puerto de Santa María. En el comunicado señala que los trabajadores penitenciarios se encontraron con la celda de un hombre cuya mujer no había querido tener un vis a vis íntimo llena de sangra. El preso con patologías psiquiátricos había decidido amputarse el pene, desangrándose en su celda, tuvo la suerte de encontrarse con un personal que actúo rápidamente.

Los funcionarios de prisiones cumplen estos días y durante toda la pandemia con su trabajo. Son personas formadas y preparadas para hacer frente a cualquier incidencia, aunque lo que vieron en aquella celda la Nochebuena de 2020 difícilmente lo olvidarán. Lo trasladaron de urgencia con la parte del cuerpo que se había amputado. Este tipo de casos reflejan una triste realidad que pasa desapercibida.

Este hombre estaba en el módulo de la prisión de Cádiz porque no hay centros penitenciarios psiquiátricos. Ante tal situación, las personas que necesitan una ayuda psiquiátrica especializada están totalmente abandonados. En un centro convencional, los recursos son limitados y con ellos la posibilidad de poder tratar correctamente determinadas patologías mentales. La reacción de este hombre podría haberse evitado de estar en el lugar adecuado y poder ser tratado con especialistas.

Desde la Asociación ‘Tu Abandono Me Puede Matar’ denuncian esta la falta de centros penitenciarios psiquiátricos. Tampoco cuentan con el personal especializado en los centros convencionales, faltan psiquiatras que sean capaces de tratar con este tipo de internos. Además, afirman que hay una falta de formación de los trabajadores penitenciarios y a la deficiente clasificación de los internos por parte de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias. Unas carencias que salen a la luz cada vez que suceden casos como los de este hombre.

No es necesario llegar a estos extremos, se puede evitar este sufrimiento innecesario y esta Nochebuena con unos recursos adecuados. Las prisiones son lugares de reinserción, sin contar con el personal adecuado, es difícil que puedan cumplir con su misión. Sin esos recursos, los casos como los de este hombre o los que impliquen agresiones a los propios funcionarios que no cuentan con la ayuda suficiente para hacerles frente, pueden repetirse.

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