Desde el pasado 15 de febrero se comenzó la vacunación de personas mayores de 80 años para protegerlas de la COVID-19 al ser uno de los grupos prioritarios. Desde ese día, muchas personas mayores reciben la llamada para acudir al centro de salud a recibir su dosis. Pero parece que en las Islas Canarias se ha presentado una situación que ha dejado desconcertados tanto a los familiares como a los sanitarios.
La cuestión es que una mujer que llevaba fallecida 13 años ha recibido una llamada para recibir su dosis de la vacuna en Las Palmas de Gran Canarias. Desde el Servicio Canario de Salud se llamó a los familiares, pero estos se quedaron de piedra cuando escucharon de qué se trataba. Al parecer, la Administración aún no había dado de baja a la mujer en el sistema público sanitario, a pesar de que ya llevaba 13 años fallecida.
La familia reacciona ante la llamada para la vacuna contra la COVID-19
«Me quedé totalmente en shock porque mi madre, el próximo día 2 de abril, hace 13 años que falleció», ha contado su hija a la cadena SER. Se quedó perpleja ante la situación, especialmente porque su madre no había acudido ni al médico ni a solicitar medicamentos durante más de una década.
La Consejería de Sanidad ha explicado que, aunque estos casos ocurren de vez en cuando, son muy excepcionales y aislados. Begoña Reyero, coordinadora del plan de vacunación contra el coronavirus en Canarias, ha reconocido que, a veces, las bases de datos no están actualizadas. «En este período de vacunación y rastreo han salido a la luz algunos casos similares a este», ha querido explicar.
Así que la mujer fallecida hace 13 años no obtendrá su dosis, por lo que hay una más para otra persona que está viva y que realmente la necesita. Se estima que hay 70.073 personas que tienen que recibir esta vacuna.
Jaén también comete el mismo error
Parece que esto no es un caso aislado en las Islas Canarias y es que hace un mes aproximadamente se citó para recibir la vacuna en el hospital de Úbeda a Dolores Fernández, una mujer que falleció en el año 2007.
La nieta de Dolores, Lola Marín, que es alcaldesa de Baeza, fue precisamente quien compartió la noticia a través de las redes sociales. Lo definió como «una nota de humor en estos días de pandemia. Esto sería una buena noticia si no fuera porque mi abuela murió hace 14 años. Ahora tendría 107».
