Durante estos últimos meses se ha pedido expresamente tomar muchas precauciones para evitar más contagios de COVID-19, especialmente en personas de alto riesgo como la tercera edad. Pues parece que en Bélgica no han tenido esas precauciones ya que la visita de Papá Noel a una residencia de ancianos en Mol, una ciudad belga, ha acabado con 75 personas infectadas, según se ha publicado.
A pesar de que el personal de la residencia, según han informado, tomó todas las precauciones posibles para que los ancianos estuviesen a salvo, no ha sido así. El Papá Noel solo estuvo en algunas zonas comunes y no entró en las habitaciones de los residentes, según han dicho, pero las fotografías que han salido a la luz han desvelado que no es cierto y que no se tomaron esas precauciones de las que presumen.
Según informa Brussels Times, estas actividades están totalmente prohibidas en estos momentos, y Armonea, la empresa que dirigen el centro, no informó de la realización de esta actividad. Representantes de la compañía dijeron estar «conmocionados» por lo que había ocurrido con las personas de la tercera edad en la residencia.
«Si hubieran solicitado permiso, habríamos dado una respuesta negativa», dijo el alcalde de Mol, Wim Caeyers, que ha descrito el incidente como un error de juicio por parte de los administradores de la residencia debido a la situación actual que se está viviendo en todo el mundo. «Se hizo con la mejor intención, pero salió mal», ha continuado diciendo Caeyers, calificando el hecho como «un día muy negro».
Aunque en un principio eran 45 los contagiados, al realizarle pruebas al resto de residentes y personal se descubrió que el número era más elevado de lo que parecía en un principio, y ya asciende a 61 ancianos, que son personas de riesgo, y 14 empleados infectados por la COVID-19.
