Un hombre de 92 años fue dado por muerto y enterrado estando vivo en Portugal. El coronavirus está causando estragos en todo el mundo y especialmente en el país vecino. Los contagios no paran de aumentar y las UCI empiezan a estar saturadas, otros países de la UE se han ofrecido a recibir pacientes en caso de que se llegue al colapso. En medio de este caos provocado por la pandemia hay historias surrealistas, como la de este anciano que ha traspasado todas las fronteras. Un hombre que fue dado por muerto e incluso enterrado estando vivo.
Se enteran de que un anciano estaba vivo después de enterrarlo
En Santa Maria da Feira, en el norte de Portugal ha sucedido un milagro similar al de Jesucristo. Un hombre de 92 años ha sido enterrado y 20 días después ha aparecido vivo. Según cuenta el diario “Jornal de Notícias” un anciano entró en el Hospital de Oliveira de Azeméis hace dos meses por problemas respiratorios. Mientras estaba ingresado se contagió de coronavirus.
El 10 de enero la familia del anciano recibió la peor de las noticias posibles, no había superado la enfermedad. Se despidieron de él con mucho dolor, por protocolo coronavirus no pudieron verlo más, solo recibieron el féretro tapado. Un cuerpo al que rendirle homenaje como se merecía, en petit comité tal como marca la normativa.
Cuando ya se habían hecho a la idea de la muerte de su familiar, habían tramitado la baja y la herencia recibieron una segunda llamada del hospital. Habían pasado 20 días del entierro del anciano de 92 años, después de enterrarlo y de pasar por todo el proceso de duelo, el hombre seguía vivo. A causa de un error del hospital se habían equivocado de hombre.
Lo peor de este caso es la familia del otro anciano muerto, que no pudo despedirse del fallecido. Según han explicado a los medios: “Sé que en estos momentos los médicos tienen mucho trabajo, pero espero que este acontecimiento sirva para que haya más cuidado en el futuro”. Tenían que hacer público el caso para evitar que se repita, que nadie se quede sin enterrar a su ser querido a causa de un error del hospital. Es lo último que nos queda, una pequeña despedida.
Este virus es tan cruel que no permite que los familiares se puedan despedir como sería ‘humano’. No se puede coger de la mano o mirar a los ojos por última vez. La muerte se ha convertido en algo tan ‘inhumano’ que muchos animales de compañía tienen un final más agradable, pudiendo estar con su familia hasta el final. Algo que a los seres humanos se les prohíbe. La buena noticia es que la familia que enterró a su padre y abuelo pudo volver a verlo.
El hijo del hombre que fue dado por muerto afirma que: “Mi padre estaba vivo y consciente. Hablé con él y está lúcido”. De haberle enterrado a poder verlo y hablar con él es casi como un milagro. Ha sucedido en Portugal, pero podría pasar en cualquier parte del mundo que esté afectada por este virus tan cruel e inhumano.
