Explosión en París

La familia de la española fallecida en París denuncia que el Gobierno les ha “abandonado”

La ayuda de unos españoles que no conocían residentes en París les ha permitido saber qué pasos debían seguir ahora, además de ofrecerles una vivienda mientras dura la repatriación del cadáver, que se puede alargar diez días

Imágenes de la explosión en París
Imágenes de la explosión en París
Joan Guirado

Todo estaba encaminado a ser un fin de semana perfecto. El marido de Laura Sanz, una toledana de 38 años afincada en el pequeño pueblo de Burguillos, le había regalado un fin de semana romántico en una de las capitales del amor, París. La mala suerte quiso que eligieran el hotel Mercure, situado frente la panadería Hubert, el establecimiento que este sábado saltó por los aires como consecuencia de una explosión de gas.

Laura y su pareja estaban en la habitación y no fue hasta horas más tarde cuando se descubrió bajo los escombros su cuerpo ya prácticamente sin vida, a pesar de que intentaron reanimarla con respiración asistida.

El mismo sábado su padre y el hermano de la víctima viajaron rápidamente a la capital francesa para estar junto a su yerno y su hija durante las horas que estuvo enchufada a una máquina de respiración asistida. En el aeropuerto les recibió el cónsul general en París, Luis Arias, aunque su compañía duró lo que se alargó el viaje entre el aeropuerto y las puertas del centro sanitario, según denuncia la familia. Allí se despidió del padre y del hermano de la joven fallecida al mismo tiempo que se reencontraban con su yerno, herido levemente. A él, en el centro hospitalario, le había visitado el cónsul adjunto, Javier Ignacio Martínez del Barrio.

Desde ese momento se encuentran solos y desamparados, sin nociones de francés, a la espera de poder volver a España con el cuerpo de Laura, algo que según han explicado fuentes próximas a la familia a OKDIARIO podría alargarse más de diez días. Durante este tiempo no saben ni qué tienen que hacer ni adonde se tienen que dirigir. La familia de Laura también lamenta que no les han brindado ni atención psicológica ni ayuda para encontrar alojamiento. Sólo dos españoles residentes en París que se han acercado al hospital sin conocer a la familia les ha ofrecido su domicilio para pasar estos días difíciles hasta que consigan volver con el cuerpo de Laura a España para darle sepultura.

Los tres se han quedado literalmente en la calle durante la madrugada cuando los servicios funerarios se han llevado del hospital el féretro de Laura y ellos han tenido que abandonar las instalaciones sin poder acceder al tanatorio hasta cuatro horas más tarde. Gracias a la ayuda de varios españoles residentes en París, hoy domingo han empezado los trámites para la repatriación del cadáver.

A la vuelta a Burguillos, donde Laura era muy conocida, se reencontrarán con el resto de la familia y los tres hijos de la pareja, que se habían quedado el fin de semana en casa de los padres de ella para permitir al matrimonio  hacer una escapada romántica en solitario.

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